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Díaz se cambió totalmente a la tecnología de los autos eléctricos hace 3 años. Como empresario que vende estos vehículos y que cuenta con una flota que se dedica al servicio de transporte tipo remises es promotor del uso de energías renovables, y en medio de su curiosidad se planteó documentar cuánto ahorró su familia en dinero y en emisiones nocivas.
“Aparte de los G. 20 millones que se ahorró mi familia en combustible -y digo mi familia porque tenemos dos vehículos eléctricos-, también más o menos 5.2 toneladas de CO2 (dióxido de carbono)”, indicó Díaz, que instaló en su casa un equipo especial para medir su consumo y lo compartió en Facebook.
Pero fuera de la cuantificación personal, que puede ser subjetiva y variante de acuerdo a una cantidad de factores tales como: el tipo de vehículo o modelo, el tipo de combustible -diesel, nafta o flex- con el que se compare, etc; lo que es irrefutable a estas alturas es que los autos eléctricos son más eficientes que los a combustión en casi todos los aspectos.
Diaz y otros casi 100 usuarios de estos vehículos con cero emisión de gases nocivos forman parte Asociación Paraguaya de Vehículos Eléctricos. Unidos buscan incentivar el uso de las tecnologías renovables en busca de un “Paraguay eléctrico”.
“Paraguay eléctrico es nuestro movimiento que justamente lo que busca que se informe sobre la ventaja de los autos eléctricos, sobre la disponibilidad y el placer de moverte usando la energía de tu país sin destruir el ambiente”, comenta.
“Estamos avanzando hacia el transporte público eléctrico”, proclamó el presidente Mario Abdo Benítez durante su intervención en el Foro Económico Mundial hace menos de un mes, con más rimbombancia que realidad. En ese momento no quedó claro a qué se refería exactamente.
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Si bien los que defienden la idea de “Paraguay eléctrico” ven que el gobierno está dando algunos pasos interesantes en incentivar el uso de nuestra abundante energía renovable, el paso clave está en reformar el sistema de transporte público.
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En ese aspecto, Diaz es categórico al identificar el motivo por el cual no se opta por buses eléctricos. “Hay un gran problema con lo que es el tema de buses y el gran problema se llama subsidio al diesel. Mientras el Estado siga subsidiando diesel, los empresarios van a seguir colgados de él, entonces nunca van a querer migrar a algo que no tiene subsidio pese a que posiblemente incluso les sea más rentable”, advirtió.
“Mientras existan subsidios para una industria, esa industria va a luchar por mantenerse. Si el Estado sigue quemando dinero subsidiando diesel, porque cuando el combustible se quema, el dinero literalmente también y es un gasto, no se puede hablar de inversión bajo ningún sentido”, cuestionó.
Estimó que con la renovación reciente de la flota de buses -que tienen acondicionadores de aire y de vuelta a diesel- se postergó algo que consideran debe ser prioritario. “Se apostó nomás otra vez a una tecnología obsoleta”, resumió.
Al seguir dependiendo del diesel “estamos subsidiando el negocio ajeno, sin embargo tenemos que buscar la forma de subsidiar un cambio cultural en lo que es el transporte y adelantarnos ante las ventajas económicas y energéticas que tiene el país. Se debe de buscar abrazar lo antes posible eso”, refirió como una cuestión hasta de soberanía energética.
También desestimó una de las alternativas que es por ejemplo hacer una transición a buses híbridos (a combustión pero con asistencia eléctrica) ya que “con lo híbrido igualmente sos dependiente del petróleo; si querés una independencia real tiene que ser 100% eléctrico”. “Ojala los buses del país puedan ser eléctricos, usar nuestra energía y que esas ventajas en el transporte eléctrico beneficien tanto al empresario como al usuario final”, afirmó.
Al ser consultado sobre los problemas que aún tienen los usuarios de autos eléctricos y qué podrían impedir que alguien se pase a está tecnología Diaz respondió: “No encontramos ningún problema, porque uno carga en su casa mientras duerme. El ser humano tiende a imaginarse según su costumbre, y la costumbre es ‘necesito de las estaciones de servicio para abastecerme’. En realidad necesito un enchufe en casa para abastecerme”.
Reconoce que entre uno de los "pocos inconvenientes" en nuestro país es la falta de cargadores rápidos. Esto, pese a que actualmente los autos eléctricos vienen cada vez con más autonomía -desde 200 km a incluso 500 en casos de los Tesla-. “Sí necesitás cargadores para viajar y cargadores rápidos, de alta potencia para cargar en 15-20 minutos. Aparte de eso, no existe otro problema”, argumentó.
Aunque 200 kilómetros son suficientes, por ejemplo, para llegar desde Asunción a ciudades como Santaní o San Juan Bautista, Misiones, o incluso ir ida y vuelta desde Asunción a San Bernardino (donde existe un cargador rápido), recién se está empezando a desarrollar desde el gobierno el llamado “triángulo verde”.
“Falta concretar este triángulo verde para unir Asunción-Ciudad del Este-Encarnación. Ese va a ser una gran impulso a la movilidad eléctrica, porque va a generar una confianza, va a eliminar el clásico y único problema, que no pueden viajar, que igual es el 3% de los usuarios los que usan para viajar. Las necesidades siempre son diarias y urbanas”, comentó.
No obstante, también el tema de la carga es uno de los principales mitos que ronda aún a los autos eléctricos, ya que en realidad -con un poco más de tiempo- cualquier enchufe puede servir para “llenarse el tanque”.
“Los cargadores rápidos son para estaciones de servicios -porque cuestan casi dos veces más que el propio auto-, para cargar buses o para personas que viajan, o para cualquiera que esté en las rutas. Los cargadores lentos para la casa son supersimples de instalar. Hay cargadores de 3 KW (kilowatts) y de 7 KW, y esos pueden cargar en 6 horas o 3 horas. Cualquiera que uses se puede tener en la casa. El de 3 KW es portátil, podés usar cualquier enchufe que veas. El de 7 KW ya tenés que dejar fijo porque tienen una conexión con tierra y una llave independiente”, explica sobre las alternativas.
Otro mito es el de la potencia. Los autos eléctricos pueden alcanzar velocidades bastante elevadas de entre 150 a 160 km/h, suficientes de sobra por ejemplo para el tránsito en ruta y lo anteriormente mencionado, la autonomía.
“No vamos a hablar del pasado, hoy todos los modelos que están viniendo tienen una autonomía superior a 200 km, ese es el número del 2019; mínimo traen 200 km (de autonomía). Cada vez vienen con más autonomía y más potencia al mismo precio”, destaca.
Pero sí hay una realidad: los autos eléctricos son "relativamente" más caros aún que los a combustión. Es Díaz quien resalta lo de relativo, ya que por una parte normalmente las empresas automotrices no tienen un equivalente de sus autos eléctricos en versión combustible, además, los que son cero emisión traen una tecnología muy superior, y eso sin contar cuánto se podría ahorrar en combustible a lo largo de su vida útil.
“En los casos en que sí hay una versión eléctrica y de combustible, la diferencia de precio es de alrededor de 30 a 40% más caro”, reconoce Díaz, que ya importó varios vehículos tanto para la venta como para su uso personal.
Finalmente, tal vez el “mito” más importante es el del mantenimiento: ¿Es más costoso y complicado mantener un auto eléctrico?. “Cualquier taller puede hacerle mantenimiento a un auto eléctrico, incluso lo puede hacer uno mismo, y en el caso de un choque o un accidente, también las soluciones son iguales a chocar con un auto a combustión, comprar los repuestos y ponerle”, responde.
Díaz menciona que “aparte, todas las marcas que hay en Paraguay cuentan con representantes. Nissan, Chevrolet, Ford, Baik, todas las marcas que se están comercializando aquí”. La tecnología cero emisión además permite prescindir incluso de los lubricantes y preservar mejor algunas piezas de los vehículos.
“No hay filtros que cambiar, no hay aceites, no hay caja de cambio (que se puedan dañar), no hay diferenciales. Todos son automáticos, es simplemente acelerar o frenar” y tampoco “el motor necesita aceites porque no hay desgastes de materiales, los imanes nunca se tocan por tanto no hay desgaste. Hacer un mantenimiento al motor no existe, sí al auto en sí, pero al motor no hay”.
Además de eso, “no hay consumo cuando estás parado, excepto el del aire acondicionado, solamente tenes consumo cuando te movés, no es como el caso de los vehículos a combustión que están todo el tiempo funcionando”, destaca.
Y cuando se habla eficiencia también hay que mencionar que a diferencia de los autos a combustión, un eléctrico puede recuperar parte de la carga estando en movimiento, un sistema muy similar al de un alternador.
“El freno incluso dura más que un auto a combustión porque si manejás eficientemente el motor es el que te frena, no usa los discos. ¿Porqué hace eso? para recuperar energía, es tracción en un momento, generado en otro. Solamente para frenadas bruscas utiliza el freno, así que dependiendo de cómo manejes podés tener mayor o menor autonomía y hasta incluso se gastan menos partes”, explicó.
Como asociación estiman que existen alrededor de 300 autos eléctricos -la mayoría no agremiados-, pero esperan que con el aumento de la oferta local, también vaya aumentando ese número.
Los autos eléctricos ya están en nuestro país hace tiempo y se desenvuelven con tanta naturalidad que si usted también por casualidad sube a un MUV (la popular aplicación de transporte local) y no escucha el motor en marcha, posiblemente esté a bordo de uno de los tantos eléctricos que operan en Asunción.