Cargando...
El exigente ritmo de vida actual hace que resulte prácticamente inevitable tener por lo menos una que otra noche de mala calidad de sueño. En algunos casos, esta restricción de las horas de descanso es hasta permanente.
Algo nos hace creer que podemos “recuperar” las horas perdidas durmiendo los fines de semana, pero el organismo no funciona así, y esto nos lo confirman los especialistas a quienes entrevistamos para esta entrega.
Lo que ocurre básicamente al no dormir correctamente es que no permitimos a nuestro cerebro “limpiarse” en forma adecuada. Así, acumulamos sustancias que nos predisponen, a mediano o largo plazo, a presentar cuadros clínicos como Alzheimer o trastornos de la personalidad, que pueden ir desde inestabilidad emocional, simple tristeza, hasta severos cuadros psiquiátricos.
Como podrás darte cuenta, no dormir no es tan insignificante como creíamos.
La cuestión es tan drástica, que tan solo una noche sin dormir, puede generar daños considerables a los tejidos cerebrales, y, en los casos menos graves, repercutir en un bajo rendimiento cerebral en general, que se nota, por supuesto, en el desempeño que tenemos a la hora de realizar nuestras actividades diarias.
“Una persona puede pasarse días sin comer y beber agua, pero muy poco tiempo sin dormir, porque corre severos riesgos en cuanto a trastornos en funciones cerebrales. Varias noches sin dormir definitivamente puede dañar de manera irreversible al cerebro por perdida de neuronas”, nos explica en entrevista el profesor Doctor Miguel Ángel Velázquez Blanco, neurocirujano.
El especialista nos explica que cuando no dormimos el cerebro no puede “limpiarse” de los elementos de desecho (lo que hace en el sueño) y de esa manera nos exponemos a trastornos como el alzheimer o la demencia, que se da a consecuencia de una acumulación anormal de sustancias en las neuronas.
Las sustancias que se acumulan en las neuronas, según el profesional médico, suelen ser normalmente proteínas, que a la larga terminan causando lesiones que provocan patologías como las mencionadas anteriormente.
El neurocirujano explicó también que las personas que duermen menos tienden a engordar, y a sufrir trastornos como la hipertensión arterial. Esto de debe a que la restricción del sueño disminuye la secreción de una hormona llamada leptina, que es la que nos hace sentirnos saciados, por lo que terminamos comiendo a deshoras y aumentamos de peso.
Otro daño grave que podría generar la falta de sueño es que exista una alta posibilidad de padecer insuficiencia pancreática, lo que deviene en la diabetes. Este caso sobre todo se da en aquellos que duermen menos de 6 horas por día, según señala el Dr. Velázquez.
Velázquez Blanco nos comenta que problemas como la depresión, la tristeza y la inestabilidad emocional también suelen ser algunas de las principales consecuencias de la falta de sueño. “Quien duerme poco sufre al día siguiente, hay sustancias que se producen en el sueño y que favorecen el “sentirnos bien” con ciertos neurotransmisores”, comenta el médico.
Yendo un poco más lejos, el neurocirujano nos cuenta que se ha demostrado que luego de tres días sin dormir pueden presentarse cuestiones más graves como la aparición de alucinaciones o incluso signos de demencia temporal. Velázquez advierte que en promedio, existe un 40% de posibilidad de que aquellos que descansan poco sufran trastornos psiquiátricos.
Velázquez aclara que depende de cada persona el tiempo que se debe pasar sin dormir para que aparezcan daños neurológicos de consideración, pero manifiesta que es imposible no dormir 10 días.
El doctor lamentó que hoy en día las personas en su mayoría no solo duermen menos, sino que además lo hace peor. “No solo importa la cantidad sino la calidad, y muchas deben recurrir a soluciones farmacológicas que no son siempre las correctas. Hay que tener mucho en cuenta las medidas de “higiene del sueño””, dice el médico.
Velázquez Blanco afirmó que la falta de sueño es una de las causas de que actualmente existan las personas calificadas como “neuróticas”, ya que esta situación favorece tremendamente el estrés y se suma a los “avatares de la vida, siendo un cocktail realmente peligroso”.
El neurocirujano manifestó que en su opinión no es solo la carga de trabajo la que perjudica causando menos y peores horas para descansar, sino también el hecho de no aislar las horas en las que se “labura” del tiempo de descanso. “La persona que recibe llamados, mensajes y estímulos laborales a todas horas está siendo perturbada en su tiempo de sueño. La gente no puede separar el tiempo de descanso del laboral y no deja de pensar en temas que tienen que ver con esto”.
El doctor Miguel Velázquez señala que más que medidas de tratamiento, él prefiere enfocarse en lo que se conoce como “higiene del sueño”, que se constituye en medidas simples que se deben realizar antes que la falta de descanso pueda generar problemas mayores. Algunas de estas son acostarse cuando hay sueño, levantarse a la misma hora todos los días, no quedarse en la cama más tiempo, evitar las siestas durante el día, no consumir cafeína, alcohol o hipnótico, evitar la comida en abundancia antes de dormir, controlar las condiciones ambientales a la hora de hacerlo, evitar actividades estresantes, realizar ejercicios livianos al caer la tarde, efectuar otros de relajación previo a descansar y tomar baños a temperatura corporal.
El neurocirujano no recomienda en lo absoluta la medicalización del sueño, salvo que haya una indicación médica específica para implementarla.
El doctor Aldo Castiglioni se desempeña como psiquiatra y nos habla de los casos en los cuales la falta de sueño extrema puede llevar a la muerte. Aunque este admitió que aún no se sabe mucho sobre el sueño, explicó que se han hecho experimentos, estudios y publicaciones científicas sobre el tema, y que algunos animales expuestos a la privación de dormir murieron luego de 21 días.
Castiglioni explica que el sueño ocupa una tercera parte de nuestras vidas, y que su existencia es primordial para el funcionamiento del cerebro de manera adecuada. “Dormir poco, de 4 a 6 horas por día, no trae consecuencias inmediatas pero si a largo plazo”, señala el psiquiatra.
El Dr. Castiglioni nos cuenta que a nivel mundial las alteraciones en el sueño se encuentran en aumento actualmente, ya que el contexto industrial y de comunicaciones en el cual vivimos requiere de un funcionamiento de 24 horas al día, con la imposición de un ritmo de vida acelerado y estresante.
En el caso de Paraguay, el profesional asegura que no nos encontramos a este entorno tan perjudicial para el sueño. “Si bien no disponemos de estudios a largo plazo que indiquen este fenómeno en nuestro país, en mi experiencia y práctica clínica, el paraguayo promedio duerme mal y existe un aumento de las consultas en salud mental por esto”, comenta Castiglioni.
Sumado a todo esto, el doctor comenta que las problemáticas sociales como el desempleo y los problemas económicos contribuyen de manera tremenda a los problemas mentales relacionados con la falta de sueño.
En cuanto a la gente que trabaja en horarios nocturnos, quizás los más afectados por esta problemática, Castiglioni hace énfasis en que sufren un desfase con los ritmos biológicos, por lo que sus labores traen consecuencias nocivas para la salud.
El psiquiatra nos brinda algunos consejos para cuidar de la manera más celosa posible nuestro valioso tiempo de sueño: mantener horarios regulares de irse a dormir y despertar, mantener la habitación a oscuras y en silencio, tener un programa de ejercicios físicos regulares bien lejos del horario de sueño, darse un tiempo de tranquilidad de una hora y escribir las preocupaciones que uno tiene antes de dormir para ocuparse de ello a la mañana.
El doctor Castiglioni aconseja totalmente acudir a consultorios de salud mental, ya sean psiquiatras o psicólogos, con el fin de mejorar la calidad de vida en relación al sueño y como una medida preventiva ante las consecuencias de que este no sea adecuado.
En cuanto a los tratamientos, el profesional manifestó que estos normalmente se centran del tipo integral de los individuos, abarcando la mayoría de las áreas de afectación del funcionamiento de estos. También habló del uso de la farmacología a cargo de un psiquiatra, y de trabajos en el marco de la psicoterapia.
Si bien es cierto que el contexto actual no favorece en nada a las horas de sueño, con una vida laboral en la cual todo tiene que ser “para hoy” e incluso “para ayer”, es importante que tanto las personas pero por sobre todo las organizaciones empiecen a considerar el cuidado de la salud mental de sus empleados, ya que no cerrar los ojos por la noche, puede traer serios riesgos a corto y mediano plazo.