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De acuerdo a datos preliminares del Censo Nacional de Pueblos Indígenas 2012, algunos índices ya salen a luz y dan cuenta de varias realidades sobre nuestros hermanos indígenas.
La comparación entre el primer censo para la población nativa de 1981 y la más reciente (2012) muestra grandes cambios, e incluso algunos datos rompen viejos paradigmas sobre regiones del país con mayor número de indígenas.
En ese sentido, el Censo Indígena registra hoy 112.848 nativos, a los que se suman otros 3.096, de acuerdo al informe del Censo Nacional de Población y Vivienda 2012. Con ello, la cantidad global es actualmente de 115.944 indígenas en territorio paraguayo.
La cifra va en crecimiento anual, puesto que la población indígena en 1981 llegaba a 38.703; en 1992, los datos arrojaron un número de 49.487; en 2012, la sumatoria llegaba a 87.099, y por último, el censo actual presenta un resultado de 112.848 nativos.
De este cantidad (112.848), el 51,7% (58.375) son varones y el 49,3% restante mujeres (54.473), siendo la población masculina levemente mayor.
Volviendo a los datos del censo de 1981, en aquel año el 67,2% de los indígenas habitaba en la región Occidental o Chaco.
Pero el fenómeno de migración hacia la región Oriental comenzaba lentamente. En 1992, el 55,8% de los 49.487 indígenas vivía aún en suelo chaqueño, y para comienzos del 2.000, prácticamente la población nativa estada dividida en partes iguales en ambas regiones del país (49,3% en la región Occidental y el 50.7% en la Oriental).
Finalmente, en el 2012 se observa que el 47,7% de la población indígena habita la zonas chaqueñas del país, mientras que el 52,3% lo hace en diversos departamentos dela región Oriental del país, lo que rompe el antiguo imaginario colectivo de que más nativos se encuentran en el Chaco.
Para el coordinador del Censo Nacional de Pueblos Indígenas, Jorge Servín, esta migración a varias zonas ciudades obedece principalmente a factores económicos, aunque no se descarta además la expansión de cultivos mecanizados y la ganadería.
A la vez, la urbanización se convierte en un “atractivo” para las familias indígenas “que no ven su mundo tan ideal como lo tenían 20 ó 30 años atrás, con su economía tradicional”, explicó el directivo de la Dirección General de Encuestas, Estadísticas y Censos.
“Ellos salen de sus comunidades, pero tampoco van a trabajar, sino que van a lugares donde está la basura, cerca de zonas un poco boscosas y siempre al lado de un curso hídrico. Este ambiente les recuerda aquel lugar donde vivían, son espacios alternativos que encuentran para subsistir. Esto es un indicio a la vista, aunque el censo no lo diga, de que la cosa no está bien”, aseveró.
Durante la tarea de recabar datos se observó que ciudades como Curuguaty, Santa Rita, Ciudad del Este y otras regiones del este del país ahora cuentan con familias indígenas en las urbes.
El nivel poblacional es apenas uno de los primeros datos que son procesados, lo cual puede incluso llegar a 120.000 aproximadamente una vez que se termine el procesamiento.
Asimismo, hay otros ítems que este censo tiene el objetivo de mostrar, como la posesión de tierra o no por parte de los nativos, el acceso a una vivienda y a fuentes de empleos, entre otros.
Los datos estarán finalmente procesados a más tardar en diciembre de este año, según adelantó el coordinador del censo.
“Este censo no solo busca averiguar sexo y número de indígenas en el país, sino ir más allá. Es importante que los indígenas usen los datos estadísticos para reclamar con más fuerzas sus derechos”, acotó.
El crecimiento demográfico de los pueblos indígenas es de 3,5%, mientras que a nivel nacional es de solo el 1,7%.
El mayor número de nativos vive en los departamentos de Presidente Hayes (Chaco), y aquellos con menor número son: Central, Itapúa, Guairá y la capital del país.