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Se agruparon bajo el nombre de “Movimiento Nacional por el Derecho a la Salud” y en ocasión del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, que se conmemora cada 28 de mayo, dieron a conocer sus reclamos con respecto al tema salud, un ámbito postergado por años para ellas.
El movimiento en sí nació en 2002, con el principal objetivo de lograr la gratuidad en la salud. Esto se estableció por ley en 2012. La fecha se conmemora en recordación del V Congreso de Mujeres, realizado el 28 de mayo de 1987, encuentro en el que se establecieron una serie de acciones para velar por la salud de las mujeres, previendo las principales causas de muerte. “La cifras son alarmantes”, dijo Victoria Peralta, representante de la organización. Identificaron cuatro situaciones específicas en este sentido, que consideran las más apremiantes:
Nuestro país es uno de los peores para ser madre, según un estudio reciente de “Save the Children”. El informe analizó la situación de 179 países, considerando las condiciones de salud para mujeres y niños, además de los logros en educación, bienestar económico y participación femenina en política.
Otro problema relacionado, pero del que no se habla mucho, es el maltrato que sufren las mujeres embarazadas, especialmente durante el parto. Se han recibido varias denuncias acerca de que los enfermeros, médicos o las personas que asisten durante el proceso, quienes maltratan a las mujeres, las denigran si son de escasos recursos, si fueron madres más de una vez, o si son solteras.
Este tipo de maltrato muchas veces lo reciben de otras mujeres. Peralta instó a denunciar a estos trabajadores, quienes deben garantizar la seguridad de la embarazada en lugar de hacerle pasar malos ratos en un momento sumamente difícil.
El promedio “aceptable” de muertes de mortalidad materna es de 35 por cada 100.000 mujeres. El problema en Paraguay es que este número crece dos veces más: 82 mujeres paraguayas de cada 100.000, resaltan los miembros del movimiento. De las muertes en mujeres durante el parto, un 20% son niñas y adolescentes, comentó Peralta.
“Nos preocupa muchísimo el tema de la muerte materna. Si bien las causas se conocen, la hemorragia, el aborto y la hipertensión. Pero se pueden evitar y no se están tomando los recaudos. Es una negligencia del Estado porque no se toman las medidas, ya que el 95% de los partos suceden en los servicios públicos”, manifestó.
El cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte en Paraguay, especialmente entre las mujeres, quienes generalmente sufren cáncer de mama o de cuello uterino. Según las activistas de este colectivo, las mujeres con cáncer tienen diversas dificultades para acceder a los tratamientos en la función pública, que en el sector privado tiene costos altísimos.
Ni siquiera hay manera de cubrir los gastos de tratamientos menos agresivos en comparación con el cáncer, dijo. “Los centros de salud están desabastecidos, no hay insumos, no hay reactivos. Se está desechando una conquista muy importante”, manifestó. Recordó que en los últimos años no ha crecido el presupuesto en Salud de manera significativa y que, por el contrario, se han aplicado varios recortes que frenaron la ampliación de las Unidades de Salud de la Familia (USF), que son los pequeños centros de salud abiertos en las comunidades más lejanas.
En lo que va del año, el Ministerio Público ha recibido 421 denuncias de abusos sexuales en niños, niñas y adolescentes. “La situación es paradigmática. El embarazo adolescente viene creciendo año tras año, a pesar del alto riesgo de muerte, debido a que varios de ellos son producto de abusos”, explicó.
De acuerdo a un sondeo hecho por la organización, dos de cada 10 niñas que han sido abusadas han sido víctimas de ello antes de los 15 años. “Estos son los casos que nos acercan, hay muchos que se ocultan”, recordó. Recordó de manera particular el caso de la pequeña de 10 años embarazada de cinco meses, que habría sido abusada por su propio padrastro.
“El Estado falló desde un principio en la protección de esta niña. Se denunció el caso (de abuso sexual) antes del embarazo”, comentó. Luego, siguió fallando, ya que se reaccionó tarde para plantear salvar la vida de la niña al tener un embarazo de riesgo, dijo. “¿Cómo te sentirás teniendo el hijo de tu padrastro, luego de un abuso sistemático?”, se preguntó. Lo que queda en este caso es extremar la protección de la niña, tanto física como psicológicamente, sugirió.