Leoz la saca barata

El dirigente deportivo paraguayo más influyente de todos los tiempos fue corrupto. Sin embargo, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) lo libra de culpa y pena tras haber aceptado el hecho.

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La información pasó casi desapercibida en los medios impresos y en los portales digitales del país: la FIFA, finalmente, dio a conocer el documento en el que confirma que Nicolás Leoz, João Havelange y Ricardo Teixeira fueron corruptos al haber aceptado sobornos por parte de una empresa que quería encargarse de los derechos de televisación de los mundiales de fútbol de 2002 y 2006. De acuerdo a la versión de Leoz, él donó el dinero del soborno a un proyecto escolar.

Tal vez nadie destacó la mancha negra en el historial de Leoz porque fue presidente de la Conmebol hasta hace poco más de una semana. Al veterano dirigente paraguayo le faltaba un solo día para cerrar los 27 años de liderazgo al frente de la Confederación Sudamericana de Fútbol antes de renunciar.

O tal vez nadie quiere destacar el hecho de corrupción de Leoz con el argumento de que hizo mucho por el fútbol nacional. De hecho, la sede de la Conmebol, el epicentro del fútbol sudamericano, está en un monumental edificio que recibe a cualquier turista en la ciudad de Luque.

Ya en el año 2007, el periodista inglés de la BBC Andrew Jennings había hecho una implacable investigación sobre los casos de soborno entre dirigentes de la FIFA y la quebrada empresa de marketing ISL. En ese entonces, a falta de documentos y nombres de las fuertes, solo se logró levantar un poco de polvareda.

El pasado 23 de abril, en horas de la mañana, el rumor era insistente: Nicolás Leoz iba a renunciar a la FIFA y a la Conmebol porque la primera iba a dar a conocer un documento que lo implicaba en casos de soborno. Cosa rara, teniendo en cuenta que el mismo Leoz dijo meses atrás que terminaría su mandato en 2015 e iba a “dar paso a nuevas generaciones”.

Y así fue. Leoz dejó todo con la excusa de que estaba agotado. Es cierto, Leoz está enfermo y atravesó por varias cirugías del corazón. Era una salida digna, cortés, callada y cómplice.

El rumor de pasillo se cumplió: la FIFA dio a conocer el documento que confirmaba que Leoz, junto a Teixeira (quien alguna vez fue el hombre más poderoso de la Confederación Brasileña de Fútbol) y João Havelange, expresidente de la FIFA, estaban implicados en casos de soborno.

“Del dinero que pasó por el grupo ISMM/ISL, existe la certeza de que se desviaron cantidades considerables hacia el expresidente de la FIFA Havelange y su yerno Ricardo Teixeira, así como al Dr. Nicolás Leoz, sin que pueda demostrarse que se haya prestado servicio alguno por ello. Estos pagos también se llevaron a cabo mediante empresas ficticias con el fin de encubrir a los verdaderos destinatarios y deben clasificarse como 'comisiones', conocidas hoy como 'sobornos'”, dice el informe de Hans-Joachim Eckert, presidente del órgano de decisión de la FIFA, en base al testimonio de Michael J. Garcia, de la Comisión de Ética.

La FIFA dejó sin efecto cualquier tipo de acción posterior porque tiene en cuenta que los pagos de sobornos se hicieron entre 1992 y mayo del año 2000, y el organismo internacional recién contó con su Código de Ética (no retroactivo) en el 2004. También la justicia de Suiza dejó sin efecto la investigación, al corroborarse dentro de la FIFA.

“De acuerdo con el artículo 3, no se sancionará el comportamiento anterior a menos que hubiera violado las disposiciones del Código Ético vigente en el momento que se cometió la infracción”, dice el reporte.

“No obstante, se puede ver igualmente que Havelange y Teixeira en ningún caso debían haber aceptado soborno en calidad de funcionarios oficiales del fútbol, y deberían haberlo devuelto, puesto que se trata de cantidades vinculadas a la explotación de los derechos comerciales. Esto no afecta el hecho de que las dos personas se han comportado de forma reprochable, tanto desde el punto de vista moral como ético”, agrega el informe.

“En cuanto al Dr. Nicolás Leoz, este alegó que todo el dinero que recibió de ISL lo donó a un proyecto escolar, pero lo hizo hasta enero de 2008, ocho años después de haberlo recibido. En todo caso, el Dr. Nicolás Leoz no fue completamente franco con el Comité Ejecutivo de la FIFA en una sesión que se celebró en diciembre de 2010 ni tampoco con Michael J. García cuando se entrevistó con él con motivo de este análisis. Mediante misiva del 24 de abril de 2013, el Dr. Nicolás Leoz comunicó a la FIFA su dimisión del Comité Ejecutivo de la FIFA y de las comisiones permanentes correspondientes, así como de su cargo de presidente de la Conmebol”, subraya Eckert.

El informe no dice cuánto dinero recibió Leoz en concepto de sobornos. La justicia suiza especula con US$ 130.000 y la investigación de la BBC, con más de US$ 700.000. Sí menciona el monto que recibió Havelange: US$ 1.500.000.

Leoz afirmó en varias entrevistas que no robó “ni un centavo” de la FIFA. Es cierto, no lo hizo. Pero sí aceptó las coimas. Finalmente, la ISL logró llevarse los derechos de televisación de los mundiales antes de que quebrase en 2001.

Como en los pecados, la dirigencia del fútbol trata de minimizar lo hecho y balancearlo con todo “lo bueno y lo que se logró”. Leoz se va del fútbol mundial, después de tantos años, con una frase a lo Poncio Pilatos.

“La Comisión de Ética ha cerrado el caso ISL. No es necesario iniciar otros procedimientos en el caso ISL contra otros funcionarios del fútbol”.

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