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El caso de Paz Valentina Vera Arce, la niña de tres años cuya vida fue cegada por una bala perdida el 25 de diciembre del año pasado, generó conmoción e indignación social sobre todo por la mediatización del caso. Sin embargo, todos los pedidos y la exposición del dolor generado a la familia de la niña por la trágica pérdida no fueron suficientes para dejar de lado las armas.
Así como el taxista Jorge Prisco Ledezma Ortiz (59), quien disparó la bala que mató a Paz Valentina, según pericias de la Fiscalía, otras cinco balas fueron disparadas e hirieron a inocentes. Prisco Ledezma, quien se encuentra privado de libertad, está imputado y la investigación del caso está ahora a cargo del fiscal Carlos Arce Obregón.
Semanas antes de la muerte de Paz, la joven Liz Pamela Morel Oviedo de 19 años, oriunda de Guairá, resultó herida por un proyectil que le impactó en la cabeza; a ocho meses de lo ocurrido, no existe nadie en la mira de la justicia por lo que le hicieron.
El 2013 no ha sido la excepción. Las balas siguen silbando impunes, hiriendo a inocentes. Es el caso de Marco Antonio Solís (12), quien en la noche del 7 de enero de este año, cayó al piso sangrando por el proyectil que atravesó la precaria pared de madera de su casa y se alojó en su intestino. Marco Antonio fue operado, los médicos lo salvaron, pero la bala no pudo ser extraída y tampoco se sabe nada del o la que haya disparado.
En lo que va del mes de julio ya son tres las víctimas que se encuentran heridas por balas perdidas, el día 11, Verónica Elizabeth Caballero Cuellar fue alcanzada por un proyectil, pero hasta el momento la Fiscalía no reportó que existan indicios de quien podría ser el responsable. La fiscal a cargo del caso, Alicia Sapriza, se encuentra de vacaciones.
Otro caso es el de Éver Insaurralde, un joven de 23 años que resultó herido en la espalda el pasado domingo 14 en la ciudad de Villeta y luego fue trasladado a Emergencias Médicas.
Ese mismo día, pero en Caaguazú, una niña de dos años de edad recibió un impacto de bala en la cabeza, luego de que un vecino suyo identificado como Celso Santacruz, tratara de dispararle a su compañera sentimental sin éxito.
La niña ahora permanece internada en terapia intensiva del Centro de Emergencias Médicas, y solamente después de que despierte y deje el respirador, los médicos podrán someterla a estudios neurológicos que determinarán si la niña tendrá o no secuelas de esa bala, según explicó a ABC Color, el jefe médico del centro asistencial, Luis Carlos Báez.
Fuera de los casos de Paz Valentina y de la niña recientemente herida, la Justicia todavía no encontró a los responsables de las balas que truncaron, en alguna medida, la vida de estas personas.