La Vela Puerca: “Deseábamos volver a Paraguay”

De lo mejor del rock uruguayo, La Vela Puerca regresa al país para la fiesta aniversario de Shamrock. Sebastián “Cebolla” Cebreiro, uno de sus dos vocalistas, celebra el regreso y reflexiona en profundidad sobre la banda.

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Aquel pequeño país llamado Uruguay lleva marcadas sus huellas en parte de la historia más reciente del rock sudamericano. La patria de Mario Benedetti sorprendió en las últimas décadas con una nueva camada de músicos de rock, género en el cual la banda en cuestión emerge cierto protagonismo.

La Vela Puerca –junto con agrupaciones como No Te Va Gustar y El Cuarteto de Nos– forma parte indispensable de la escena del rock charrúa, que tomara fuerza luego de los años de la dictadura militar.

Cinco años después de su última presentación en Asunción –allá por febrero de 2009, en el Pilsen Rock–, la banda liderada por Sebastián “El enano” Teysera y Sebastián “Cebolla” Cebreiro regresa a nuestras tierras con repertorio renovado y mucho entusiasmo por el reencuentro.

A días del recital del viernes 28 de febrero, en el Casco Antiguo de Asunción, el cantante y compositor “Cebolla” Cebreiro expone el espíritu de una banda que, en sus 19 años de historia, logra mantener intactas su sensibilidad e inspiración.

El amable cantante nos comenta del legado musical de la banda, los inicios, composición, sus principios en producción, la autogestión discográfica, la libertad creativa, influencias y el regreso a un país que no olvidan.

- La Vela Puerca es uno de los grupos que llevaron al rock uruguayo a un plano internacional. ¿Qué sentís que aporta la banda dentro del género?

- Primero que nada, creo que nosotros somos parte también de un resurgir del rock uruguayo post dictadura. En aquella época decimos que el rock dejó una cosa bastante oscura y las letras eran bastante negativas, después de haber vivido aquel periodo. Luego se fueron formando bandas que veían otros colores en el horizonte y, entre ellas, nosotros.

Yo creo que lo que ha aportado fueron sus canciones, su forma de decir las cosas que, por ahí se dicen parte de las mismas cosas, pero con una óptica renovada. Entonces yo siempre les echo la culpa a las canciones, a ese montón de palabras simples que nosotros decimos que dentro de una melodía acompañan y llegan al corazón y a la conciencia de la gente.

Eso sería, en parte, la punta de la lanza de lo que es el rock uruguayo y La Vela Puerca…

- Y en esos tiempos era todavía más difícil vivir de la música…

- Sí, claro. En esa época era como un horizonte bastante negro poder hacer música y poder vivir de la música. Nosotros, cuando nacimos en el año ’95, en realidad la única misión era poder sacar un disco con amigos y nada más. Ese disco podía quedar en la batea del olvido o en la cabeza y el corazón de la gente.

Eso se dio así y, en un momento, nos dimos cuenta que –más allá de tener algo que nos gustaba– podíamos llegar a vivir de eso. Así que nosotros, súper contentos y defendiendo con uñas y dientes lo que tenemos en la mano.

- Recién le echabas la culpa a las ‘canciones’ sobre la trascendencia de la banda. ¿Cómo escriben esos temas?

- La mayoría de las canciones las compone Sebastián Teysera, que es el vocalista, y el segundo compositor de la banda soy yo. Nosotros tratamos de llevar las canciones lo más limpias posible al ensayo, para que cada uno pueda aportarle, desde su lugar, lo que la canción necesita.

También nosotros siempre decimos que a la canción no hay que bastardearla… a la canción hay que darle lo que la canción pide. Los egos personales, por lo menos en esta banda, en este sentido van quedando de lado, a medida que la canción va tomando protagonismo y personalidad. Así que nosotros tratamos de llevar la canción lo más limpia posible y después, la mayoría de las veces, el compositor termina la letra o, a veces, nos juntamos, nos ‘regalamos’ una estrofa entre los compañeros para que alguien que tenga ganas de escribir sobre cierta historia lo pueda hacer…

Más que nada, nosotros vamos a la sala de ensayo y tratamos de llevar la canción lo más desnuda posible, para que tenga un poco de todo y, a la vez, tenga su propia personalidad.

- Como toda buena banda de rock, ustedes se producen los discos. Pero también tuvieron colaboraciones (en “El impulso”, de 2007, por ejemplo, los produjo Juan Campodónico). ¿Hubo momentos difíciles, trabajando con un productor?

- Nunca interrumpimos un trabajo por la mitad del camino, siempre que empezamos a trabajar con alguien, estábamos convencidos de que era la persona que podía aportar, ese momento, el rumbo musical que habían tomado las canciones. Pero siempre con los productores, sí, obviamente con uno tenés un poco más de afinidad que con otros, por distintos motivos (y, a veces, hasta son extramusicales), pero siempre –cuando te involucrás con alguien– tenés que tratar de hacerlo sentir parte de la historia y no que sea un ajeno.

Yo creo que a un productor le va bien cuando logra ser parte de la banda y no pone su ego personal por encima de la historia en sí. Entonces, por suerte hemos tenido buenos productores; hemos trabajado y seguiremos trabajando, más allá de que La Vela… es una banda que se ha producido bastante ella misma; porque al traer a un productor y hacerlo parte de uno más, no es que decimos: ‘Prodúcelo tú y nosotros obedecemos’. Entonces, la personalidad de la banda está muy implícita en cada disco que hemos grabado.

- Desde 2009 (con el DVD “Normalmente anormal”) decidieron independizarse y abrieron su propio sello. ¿Qué les llevó a ese camino?

- En realidad es un emprendimiento que surgió medio natural, porque cuando nosotros teníamos nuestro DVD Normalmente anormal, ya lo habíamos grabado, ya lo habíamos editado con un dinero nuestro. Se lo ofrecimos a Surco, que en ese momento era una filial de Universal… y Universal no quiso sacarlo porque en ese momento no editaban en DVD. Les parecía que era un formato que estaba quedando un poco en desuso.

Sin embargo, nosotros creímos que teníamos una historia que contar, y no nos íbamos a amilanar porque un sello no nos quisiera sacar. Entonces en ese momento nuestro contrato terminaba y decidimos abrir un sello nuestro que, en realidad, no es un sello en sí (no tiene una estructura), es solamente la estructura de La Vela Puerca, gestionándose a sí misma. No hemos grabado bandas, no ha salido nadie con nosotros.

- ¿Cómo se vive la experiencia de la autogestión, después de haber firmado con una multinacional?

- Tiene su pro y su contra: sos tú mismo el que pone tu dinero, pero sos tú mismo quien toma las decisiones artísticas que le salen de la cabeza. Estamos totalmente orgullosos de nuestro disco Piel y hueso (2011), que fue un disco doble, que fue un proyecto bastante ambicioso que sacamos con nuestro dinero. Tampoco salió una millonada, pero era algo que queríamos sacar y, si lo hubiéramos exigido a una compañía…. Así que, hoy en día es una realidad. Estamos muy orgullosos de llevar este proyecto adelante.

- La libertad creativa que te da es ideal…

- Sí, totalmente. Nosotros, por ejemplo, en este último disco salimos del contexto de lo que es “grabar un disco”: Ir a un estudio… (sin embargo) alquilamos una casa a 40 kilómetros de Montevideo, prácticamente fue irnos a vivir ahí, donde terminamos de escribir la música, la letra. Tuvimos un mes de ensayos y un mes de grabación del disco. Tuvimos la total libertad de tomarnos los tiempos, de grabar cuando queríamos, de poder detenerse y analizar las letras desde un lugar más objetivo y tranquilos, sin tener que estar pensando en el tiempo que corría, en el estudio, la plata… todo eso que corre en contra de la creatividad.

Lo que quisimos que un sello nos respaldara, nosotros lo hicimos con nuestro corazón.

- El EP “Paisaje salvo” (2013) fue, según lo que parece, una respuesta a eso…

- Ese proyecto nació, más que nada, un poco inaugurando lo que era nuestra incursión en las redes sociales. En un momento entendimos que había una nueva forma de comunicarse, sobre todo los jóvenes, que manejaban mucho el Facebook y el Twitter, con noticias… el boca en boca, digámosle.

Un poco para saciar esa ansiedad que genera la salida de un disco. Nosotros tenemos la fortuna de tocar en muchos lugares y eso también hace que se atrase el proceso compositivo de grabación, el tiempo que vos tenés para dedicarle.

Decidimos grabar tres canciones para regalarlas en nuestra incursión por Internet. Fueron dos temas viejos y uno completamente nuevo que fueron puestos ahí, en nuestra página y nuestro Facebook, para que la gente se descargue a modo de EP. Y fue muy buena la repercusión con la gente, gustó la idea, las canciones hablan por sí solas, yo las puedo defender desde el escenario, no puedo convencer a nadie que le guste… pero ahí están.

- El hecho de que la banda cuente con dos vocalistas es algo un poco ‘sui géneris’ en la escena rockera…

- Sí, por supuesto. Cuando el ‘Enano’ quería tener la banda, empezó su sueño… sin tener un nombre. Él quería a gente que sumara. Como en la banda nadie quería cantar, me invitaron a cantar a mí. En esa época era un vocalista y el único que lo acompañaba.

Hoy en día se generó el espacio como para que hubiera otro compositor y, diría que naturalmente, fue tomando más fuerza la personalidad mía arriba del escenario como transmisor de lo que son las letras. Y se transformó en una banda de dos cantantes, si bien la banda tiene una columna vertebral, que es el ‘Enano’: son las composiciones de él, su cabeza, su modo de ver la vida…

Hoy se comparte con otro cantante y eso hace que se reparta la energía en el escenario y que podamos cantar los dos las canciones, las letras, repartir la energía, mirar a la agente a la cara… creo que se transmite mejor y, hoy, es un sello personal de la banda tener dos cantantes en el escenario.

- La no-individualización del vocalista también colabora en la sinergia grupal que puede atentarse con un ‘frontman’ al frente…

- Totalmente. Es una cosa nueva que, en aquel momento, no había tantas referencias. Sí se podían ver bandas como Illya Kuryaki, o bandas como Titãs, en Brasil, que llegaron a tener cinco cantantes y no dejaban de perder la personalidad: Cantara quien cantara. Así que yo creo que La Vela… ha logrado eso, más allá de quién sea, se refleja la banda.

Hoy en día mandamos un adelanto de nuestro próximo DVD, que grabamos en Argentina el año pasado, donde el primer corte de difusión en vivo es un tema mío y no necesariamente del ‘Enano’. Así que eso demuestra que la banda ha demostrado su personalidad, más allá de quién sea la cara visible.

- La internacionalización de la banda llegó hasta México, con 13 shows en 40 días…

- Eso fue una cosa muy loca, tener la posibilidad –muchos años atrás– de ir a tocar a otro país, de romper las fronteras. Por eso les vuelvo a echar la culpa a las canciones, que son siempre las que hablan por vos y las que golpean las puertas de las casas de la gente, y las que te llevan a lugares insólitos. Y no solo México, sino también nos ha llevado a Alemania.

Después de 10 años ya hemos hecho 14 giras y nos sentimos privilegiados de haber roto las fronteras, de haber roto los idiomas a través de la música. Gracias a ese puñado de canciones que hemos juntado en estos 20 años tenemos la historia que tenemos.

- ¿Qué música influenció a lo que es hoy La Vela Puerca?

- Yo siempre nombro una banda que me ha marcado la adolescencia, y que a Seba también; la banda brasileña Titãs, es una banda de San Pablo que tenía cinco cantantes y, en cada disco, proponían un mundo diferente… y eso era lo bueno, que no se casaban con ningún ritmo. Tenían una actitud para demostrar su música y sus canciones, y hacerse cargo de ellas, por supuesto. Esa fue una banda que ha influenciado bastante, desde lo artístico y desde la actitud.

Otra cosa que pasó acá, en el Uruguay, y también en la región, fue el desembarco en ‘92 de Mano Negra, cuando vinieron con una compañía de teatro en un barco y le cambiaron la cabeza a todo el mundo.

Esa actitud de salir, no esperar nada de nadie y cantar tus canciones en un contexto que no era el tradicional, creo que rompió todas las reglas de lo que estaba establecido en ese momento en la música, en el rock. Y esa actitud de Mano Negra también influenció a La Vela Puerca como banda.

- Si tuvieras que presentar algunos temas de La Vela… que mejor representen el espíritu de la banda, ¿cuáles serían?

- Yo creo que presentaría, porque ha trascendido con el correr de los tiempos y no ha sido corte de difusión nuestro, Llenos de magia. Es un tema que, en música y letra, habla muy bien de nosotros. Creo que es bastante representativo de lo que ha sido La Vela… y lo que será, porque es una mixtura de lo que estamos encarando ahora. Una mixtura de lo que fue La Vela Puerca en sus comienzos. Creo que es una canción que tiene mucho poder, que tiene un contenido simple pero profundo… así que yo presentaría Llenos de magia como punta de lanza de lo que son las canciones de La Vela…

Otros temas podrían ser La teoría, Va a escampar podría ser otra. Creo que hay un montón de canciones. Yo dije Llenos de magia porque creo que, con el correr de los tiempos, es la que se me ha quedado más en la cabeza, más allá de que siempre vos, como intérprete y compositor de las canciones, te vas enamorando según el momento de tu vida de las canciones. Pero yo creo que esas que te he nombrado han trascendido los discos, las épocas. No dejan de ser actuales, que se hayan grabado hace 5, 8 ó 10 años atrás.

- Vuelven a Asunción, cinco años después. ¿Qué recuerdos tienen de este público?

- Tocamos con los Molotov, La Mosca… el recuerdo es vago pero es pasional porque también estuvimos en San Bernardino. Recuerdo un público muy pasional y eso creo que es algo que habla muy bien del público, porque yo creo que hay una sola manera de vivir un espectáculo: Y es 50 y 50. El público hace el 50 por ciento del show. Si el público es bastante pasivo, arriba del escenario no podés despejarte de alguna vergüenza, si es que queda, para interpretar tus canciones.

Recuerdo un público pasional que cantaba nuestras canciones, a pesar de que nos vieran solamente una vez.

Volver a darle la posibilidad de reencontrarnos y contar con esas canciones y que la gente pueda cantar esas canciones, que de alguna manera se las hace propias, creo que hoy en día ya es un privilegio.

A esta altura poder volver a un lugar que se nos ha hecho relativamente difícil volver… Fuimos a Chile por primera vez en 15 años y fuimos a Alemania 15 veces. Estábamos deseando volver a Paraguay, reencontrarnos con gente que hemos charlado, con algunas bandas con las que hemos cruzado palabras, y eso, estaría bueno volver a reencontrarse.

- ¿Qué tienen preparado para el show?

- Yo me imagino que vamos a hacer un poco más del último disco Piel y hueso, pero –más allá de lo que son las presentaciones oficiales–, nunca tocás un disco entero. Siempre es una mezcla de los otros discos, que es un poco lo que la gente quiere escuchar. Nosotros, por lo menos, así es como armamos el show.

Nunca nos ponemos egoístas para decir: ‘Queremos tocar lo que nosotros queremos’ ni somos tan complacientes para tocar solamente lo que la gente quiere escuchar.

El 50 por ciento lo pone la gente. Hay temas que no pueden faltar nunca del repertorio, por más que pasen 20 años de tu vida tocándolo. La gente los quiere volver a escuchar.

Es la tercera vez que vamos a ir; si te digo que no vamos a tocar El viejo, la gente nos mata… lo tenemos que tocar porque la gente lo quiere escuchar. Vamos a tratar de armar un show que nos deje contentos a todos, un poco interpretar lo que la agente quiere y lo que nosotros tenemos ganas de mostrar.

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