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A sus 33 años, la vida la llevó a recorrer los terrenos más impensados. Tanto en su vida personal como profesional, la brasileña desafía los obstáculos e incursiona donde nunca pensó hacerlo. Con esa impronta, la vida la llevó al guión de Mangoré, por amor al arte, el filme escrito y dirigido por Luis R. Vera y producido por Leo Rubín, que este viernes 21 llega a todas las salas del país.
Enterada de un casting en búsqueda de una actriz brasileña, fue ella la seleccionada para interpretar a Gloria Silva, el segundo gran amor de Agustín Pío Barrios. "Fui invitada para hacer el casting con el director. Cuando supe que pasé, agarré mis maletas y vine para acá. Largué todo y vine para hacer esta película, que es maravillosa", cuenta a pocas horas de su estreno mundial.
En la televisión brasileña, Petrowki formó parte de producciones como las populares telenovelas Uga Uga (2000-2001) y Vivir la vida (2009-2010), entre cortometrajes como Sara y doctor, de Sabrina Martinelli, y Una carta al destinatario, de Luciano Cazzina. Esta es, sin embargo, su primera experiencia en cine. "Estoy muy emocionada. Fue un trabajo tan bonito... tan lindo y estoy con una expectativa muy grande", dice.
-¿Cómo fue el desafío de trabajar con textos en español?
-El gran desafío de este personaje de Gloria tiene (que ver) primero con la época. Tiene toda una postura, toda una característica de la época que tenés que estudiar. Y, después, la lengua: el español. Ese fue el gran desafío, ¡como está siendo ahora en la entrevista! (Risas). El gran desafío de actriz, que me encanta: tener que hacer esto. ¡Y vamos a ver la película, cómo está! Porque todo el guión está en español. Todo. (Igual) se nota mi acento brasileño, hablando.
-¿Qué recordás de los días de rodaje?
-Un conjunto de cosas, mucha información. (Fue la) primera vez que hice un trabajo lejos de mi país, entonces fue todo nuevo: las personas, el equipo, personas de otros estados, de otro país. Pero fue una gran experiencia, vos absorbés esas informaciones culturales que complementan para que vos puedas trabajar mejor y tengas una buena experiencia como actriz.
-¿Cómo describís al personaje de Gloria?
-Dulce, soñadora, enamorada, aventurera... porque ella largó toda la vida que tenía en Brasil -era bailarina de cabaret-, conoció a Mangoré y se fue con él... un sueño de amor por el arte. Eso me identifica un poco porque dejé toda mi vida por el arte y por hacer esta película.
-Tu descubrimiento de la actuación fue de manera accidental...
-(Risas). ¡Fue un accidente! Yo estaba haciendo (en) la universidad (la carrera) de Fisioterapia. Tenia una materia llamada Monografía, que si no pasás perdés carrera. La psicóloga me dijo: 'Aparecida, sos muy tímida. Tenés que hacer algo para vos, para no poder el plan de estudios'. Me indicó estudiar teatro. ¡Casi obligada fui actriz, para no perder la universidad! Después me formé, terminé, tuve mis pacientes pero me fueron invitando a hacer obras de teatro, de cine... hice una novela, ¡y ahora estoy acá!
-¿Cómo fue el trabajo en conjunto con el director y el productor de la película?
-Maravilloso. En serio. Desde los primeros días que llegué, formaron para mí una familia. Porque eso es importante: sentirse seguro, estando afuera de tu país, de tu trabajo. Te envuelven, te cuidan... no solo trabajando, dirigiendo, sino también como personas. Ellos son y van a continuar siendo dos personas muy importantes de mi vida, porque creo que voy a hacer otros trabajos con ellos. Ese tiempo que llevamos lejos -desde que volví a Brasil- estuvimos hablando, mantuvimos contacto. Eso es muy bueno.
-¿Cómo fue trabajar con Damián Alcázar, una figura importante del cine latino?
-Fue una gran experiencia. Él es una persona generosa... también como actor. Tiene una gran experiencia profesional. Eso, para mí, es un crecimiento, como persona y como artista. Para mí fue excelente. Quiero también continuar trabajando con él, lo adoro. Él también me enseñó muchas cosas (...), una manera de conducir determinadas escenas, que solo una persona con gran experiencia como él (puede tener). Sentí que me ayudó mucho.
-¿Qué recuerdos tenés del equipo de trabajo?
-Tengo grandes recuerdos de varios momentos, porque fue muy intenso nuestro trabajo, en las locaciones... cuando estábamos juntos fue en lugares como el Teatro Municipal, también en San Bernardino. Viajamos mucho, entonces fue una experiencia muy divertida (...) Todos los recuerdos son de unión, todo el tiempo, todo el mundo. Muy unidos. Hubo un equipo maravilloso: todos profesionales haciendo su trabajo, pero también con responsabilidad. Tengo un gran recuerdo de que trabajé con grandes profesionales. Fueron todos excelentes. Existió un estrés profesional en cualquier cosa, pero no entre las personas. Eso hizo una gran diferencia con mi país, que es un poco lo contrario. ¡Eso me dejó más tranquila para trabajar!
-¿Qué sabías del cine paraguayo desde tu país?
-Podés estar seguro -todos los paraguayos- que estoy divulgando mucho el Paraguay en Brasil con esta película, mostrando también... porque estoy enamorada de este pueblo. Tienen mucha cultura, mucha gente talentosa. Están muy bien. Todos me preguntan: '¿Qué es Mangoré?'. Yo les digo: 'un guitarrista tipo (Heitor) Villa-Lobos'. '¡Ah, sí!'. Estoy cuatro, cinco meses hablando sobre la película (...) Voy a dar entrevistas hablando sobre cómo está el cine en Paraguay, cómo se está desenvolviendo, que está creciendo. Creo algo muy importante presentar al Brasil la cultura que tienen aquí.
-¿Qué te deja la película tanto en tu vida como tu carrera?
-Con certeza, sin dudas, Mangoré está siendo una gran experiencia para mi carrera, en el sentido de unión, en el sentido de saber un poco más sobre otra cultura, porque yo hice el personaje de Gloria, pero existe la persona, la actriz que también aprende. Estoy aprendiendo con las personas de aquí, de Asunción, la cultura, la lengua. Toda esa experiencia suma para mí, como persona. No solo yo soy Gloria: todo el conjunto hace gloria. La caracterización, el vestuario, la dirección, todas las atmósferas la hacen. Todo suma. Vos prestás un poco, personificás un poco, pero tenés todo un conjunto para hacer un personaje. Sin el vestuario, sin el maquillaje, no sería Gloria.