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Nació y vivió hasta su adolescencia en Loma Plata, Chaco paraguayo. Hace aproximadamente seis años, Brandon Giesbrecht, tuvo que trasladarse a la ciudad capitalina para estudiar y trabajar, pero la contaminación lumínica le hizo notar por primera vez la gran diferencia del firmamento.
"Desde niño yo viví en una aldea, lejos de todo y ahí se veía el cielo casi como en las fotos. Cuando vine a Asunción, extrañé el campo", confiesa.
Entonces se interesó en buscar una manera de incursionar en la astrofotografía y adquirió una cámara semiprofesional con la finalidad de traer consigo a la capital un pequeño fragmento de la genialidad astral apreciable en el departamento de Boquerón.
Si bien el mundo está lleno de imágenes estelares, las fotografías de Brandon tienen el toque único de los humedales, los tajys, los samu’u y palmeras características de esa región nacional. Mundo en el que se sumerge cada fin de semana, cuando va de visita a su tierra natal.
La siguiente fotografía es el resultado de la combinación de unas 200 fotos, tomadas en el transcurso de casi dos horas, que evidencian el movimiento de las estrellas en relación a la rotación de la Tierra.
Una brillante combinación de fotografía y astronomía de aficionados, que buscan captar los cuerpos azules o fragmentos de la vía láctea con su cámara fotográfica. Brandon reconoce que antes de mudarse a Asunción no tenía idea de qué se trataba, pero ya con el objetivo de capturar la mística astral del Chaco en imágenes empezó a adentrarse en la materia.
La realización de las imágenes puede tardar desde 30 segundos a dos horas, de acuerdo a la resolución que van a tener, explica. Principalmente las panorámicas son las más complejas.
En 2014, se alzó con el premio New Holland de fotoperiodismo de Sudamérica en la categoría de aficionados. Su fotografía estrellada sobre un fardo de heno resultó ser la mejor de entre 4.547 participantes que enviaron sus trabajos relacionados a la agricultura.
En 2016, obtuvo el segundo puesto del concurso internacional Photo Nightscape Awards (PNA), organizado por la Asociación Francesa de Astrofotografía (AFA), con otra captura del esplendor astral del Chaco. Brandon describe la siguiente escena como un “show increíble” compuesto por el movimiento de luciérnagas, el brillo de las estrellas y nubes con la luna asomándose en el horizonte.
Este año volvió a participar en el mismo concurso para la categoría Timelapse, en el cual también le comunicaron hace poco que obtuvo el segundo puesto. Este apartado consiste en tomar múltiples fotos durante un cierto lapso y demostrar con un corto video la rotación de las estrellas en el cielo.
Para llegar a captar la maravilla del cielo de la región Occidental del país, Brandon no tomó ningún curso de fotografía. Comenta que le bastó con leer al respecto y ver muchos tutoriales en YouTube, además de buscar la perfección en base a la experimentación contínua.
“Como siempre dicen, la práctica hace al maestro. Todo lo que hice fue con mucha práctica y paciencia”, explica.
Estudia Ingeniería en Electricidad en la Universidad Nacional de Asunción y trabaja medio tiempo en esa área. Reconoce que la astrofotografía es un hobbie en su vida, pero también le ha servido para ayudar a su esposa, quien se dedica a fotografiar casamientos.
"Siempre les preguntamos a las parejas si quieren unas fotos con las estrellas, si se prestan, le hacemos una con el paisaje", agrega.
Hasta el momento, ha utilizado dicha afición para participar en concursos, en alguna que otra muestra fotográfica, vender algunas imágenes para portadas de revistas y elaborar calendarios astrales anualmente, pues alega que en nuestro país no hay mucho campo para dedicarse plenamente a este rubro.
Agradece el apoyo de las personas que ven su trabajo vía redes sociales, tanto Facebook como Instagram, por donde se ha difundido básicamente durante todos estos años. "La receptividad de la gente es bastante buena", señala.
Su próxima meta consiste en recorrer el territorio nacional en busca de más tomas con escenarios diferentes desde donde captar los cuerpos celestes, lo cual se logra mejor en el campo, que carece del exceso de luz artificial.
"He visto muchas cosas, lluvias de meteoros, estrellas fugaces. Siempre hay un lugar que me sorprende y anoto en mi lista de lo que tengo que hacer", sostiene.
Entre sus fotos preferidas se encuentra una que tomó en un viaje a las dunas de San Cosme, pero al ser consultado si ya encontró un mejor lugar para captar el fulgor de las estrellas, enfatizó que no hay un sitio más limpio de contaminación que el firmamento chaqueño.
“En las dunas, el paisaje era lindo, pero como está cerca Encarnación, una ciudad con mucha lumínica, eso se nota en el horizonte. No es como la plena oscuridad del Chaco”, acotó.
Según un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México, la contaminación lumínica “reduce hasta en un 90% la cantidad de objetos celestes que se pueden observar a simple vista”, interfiere en la observación telescópica y contamina los espectros de objetos astronómicos.
En Paraguay, no existe una normativa a nivel nacional que regule específicamente la cantidad de luz que puede emplearse en cada espacio, excepto en algunas municipalidades como la de Asunción, cuya ordenanza prevé el impacto visual de los carteles led como distractor, explicó el ingeniero Ovidio Espínola, jefe del departamento de Sustancias Químicas de la Secretaría del Ambiente (Seam).
“En cuanto a la competencia de la Seam, no abordamos hasta ese nivel al menos del impacto ambiental. Llegamos a ocuparnos en cuanto a contaminación atmosférica de contaminación física, como el nivel de radiaciones provenientes de transmisiones de energía eléctrica y transmisión de telecomunicaciones. Eso, por ejemplo, está regulado”, especificó.
Aunque en nuestro país hay escasas mediciones de la contaminación lumínica, por no decir nulas, existe un mapa llamado Dark Sky Finder, una herramienta web similar al Google Maps creada por un estadounidense, Jonathan Tomshine, en la cual, aunque puede ser no muy específico, se puede observar el estado de todo el continente.
En Paraguay, las zonas que aparecen con una alerta por exceso de luz artificial son, además del departamento Central, las ciudades de Villarrica, Caaguazú, Coronel Oviedo, Ciudad del Este y Encarnación. Asimismo, como lo demuestran las fotografías, el Chaco paraguayo esa es una región prácticamente limpia de este tipo de polución.