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Con Los Vengadores en 2012, Marvel Studios hizo historia probando que uno de los conceptos más atractivos y únicos de las historias de los cómics, la reunión de personajes de distintas historias en “super equipos”, podía funcionar en el cine, y ahora, tras un camino más bien complicado, Warner Bros. y DC Comics finalmente lanzaron su respuesta a Los Vengadores con Liga de la Justicia.
Sin embargo, hace casi diez años, antes de que Marvel Studios estrenara su primera película, Warner y DC estuvieron a punto de marcar ese hito.
En 2007, el cineasta australiano George Miller, el creador de la influyente saga de filmes de acción Mad Max – quien acababa de darle un éxito mundial en taquilla al estudio Warner Bros. con la película animada Happy Feet – firmó para dirigir la primera película sobre la Liga de la Justicia, el gran equipo de superhéroes de DC Comics.
Por ese entonces había comenzado a volver a explotar a sus principales figuras, Batman y Superman, en el cine con éxito: en 2005, Christian Bale se convirtió en el Hombre Murciélago de la mano del director Christopher Nolan en Batman Inicia, y en 2006 Brandon Routh protagonizó Superman Regresa, con resultados más modestos en taquilla pero sin ser para nada un fracaso comercial.
Sin embargo, la película de Miller no estaría atada a los universos de ninguna de esas películas sino sería su propia historia aparte, con nuevas versiones de Superman y Batman, y los debuts cinematográficos de héroes como la Mujer Maravilla, Flash, Linterna Verde, Aquaman y el Detective Marciano.
En vez de darnos historias de origen para sus protagonistas, la película hubiera tenido lugar en un mundo en que los superhéroes ya habían estado operando desde hace tiempo, y eran más que conocidos. De hecho, eran tan exitosos que, como dice la Mujer Maravilla en una escena al principio del guión del filme hablando en las Naciones Unidas, la paz mundial era prácticamente una realidad.
Sin embargo, el villano Maxwell Lord se las arregla para robar los archivos e información que Batman mantenía sobre todos los superhumanos en caso de que se volvieran peligrosos e hiciera falta eliminarlos, y emplea nanotecnología para explotar sus debilidades y hacerlos vulnerables mientras él se propone conquistar el mundo con un ejército de robots.
En principio Warner Bros. estaba dispuesta a apostar en grande por la película, otorgando a Miller un presupuesto de producción de $ 220 millones, una cifra casi tan alta como la que se reportó como el presupuesto de Avatar.
La película eligio a actores y actrices mayormente jóvenes que por entonces no eran, en su mayoría, grandes nombres.
Para Superman se eligió al actor estadounidense D.J. Cotrona por entonces conocido más que nada por su trabajo en la serie Windfall, pero que más adelante estaría en el filme G.I. Joe: El Contraataque y protagonizaría la serie televisiva From Dusk Till Dawn.
El elegido para Batman fue Armie Hammer, que solo había tenido papeles en algunos episodios de series populares como Veronica Mars y Desperate Housewives, aunque saltaría a la fama en el cine con La Red Social en 2010 y tendría roles importantes en filmes como J. Edgar y El Llanero Solitario.
La primera Mujer Maravilla del cine iba a ser la australiana Megan Gale, que años después volvería a trabajar con George Miller en Mad Max: Furia en el Camino.
Flash, nombre real Barry Allen, que hubiera sido el personaje central de la película, iba a ser interpretado por Adam Brody, quizá el más conocido de los integrantes del elenco por ese entonces gracias a su papel protagónico en la serie The O.C.
El rapero Common hubiera interpretado a John Stewart, uno de los humanos que en los cómics ocuparon el cargo de Linterna Verde, y el actor venezolano Santiago Cabrera habría interpretado a Aquaman. Finalmente, el veterano actor australiano Hugh Keays-Byrne – el Immortan Joe de Mad Max: Furia en el Camino – interpretaría a J'onn J'onzz, el Detective Marciano.
Para el papel de Maxwell Lord fue elegido el actor Jay Baruchel, mientras que también estaban incluídas Zoe Kazan como Iris West, la pareja de Barry Allen; y Teresa Palmer como Talia al Ghul, una habitual villana y aliada de Batman.
Según reportes, la producción estaba lista para comenzar en febrero de 2008, como Warner Bros. había planeado originalmente, con intención de tener la película en cines para mediados de 2009. La casa de efectos especiales de Peter Jackson, Weta, ya había construido sets de filmación y los disfraces para los protagonistas.
Los actores ya habían viajado a Australia, donde se llevaría a cabo el rodaje, para hacer lecturas colectivas del guión y probarse los trajes. Hammer y Brody habían comentado con entusiasmo a la prensa sobre las indumentarias que usarían en la película.
Sin embargo, en enero, Warner suspendió el inicio del rodaje afirmando que el guión aún necesitaba ajustes, lo que sería imposible ya que en ese entonces se estaba desarrollando una huelga del Sindicato de Guionistas de Hollywood. Al mes siguiente, se anunció que la producción del filme se mudaría a Canadá. Por el cambio de locación, Miller responsabilizó al Gobierno australiano, que entró en desacuerdos con el estudio sobre los impuestos que la producción debía pagar como una producción no australiana a pesar de contar con un australiano como director.
“Están tirando a la basura cientos millones de dólares de inversión por la que todo el mundo está compitiendo y, más importante, trabajos creativos de alta capacitación”, había dicho por entonces Miller al diario Sydney Morning Herald.
El estudio dijo que ahora esperaban comenzar a filmar recién en abril, y posteriormente pospusieron a julio el comienzo de la producción. Eventualmente el proyecto fue cancelado.
Otro factor probable fue que Warner Bros. habría estado menos dispuesto a tener otra versión de Batman en cines con el masivo éxito de El Caballero de la Noche, la secuela de Batman Inicia estrenada en julio de 2008. Ya por ese entonces estaba previsto que la versión de Batman de Christopher Nolan y Christian Bale tuviera una tercera película – que acabaría siendo El Caballero de la Noche Asciende, estrenada en 2012.
El mismo año en que Justice League: Mortal se desvanecía, Marvel Studios daba a luz a su universo cinematográfico con Iron Man, la primera pieza del rompecabezas que en 2012 haría realidad la idea de ver un equipo de héroes de cómics en el cine con la aclamada Los Vengadores. Warner Bros. se pondría en persecución estrenando El Hombre de Acero, con Henry Cavill como un nuevo Superman, en 2013, y siguiéndola con Batman vs Superman: El Origen de la Justicia (2016), introduciendo a Ben Affleck como Batman y Gal Gadot como la Mujer Maravilla, antes de finalmente lanzar a la Liga de la Justicia a la gran pantalla esta semana.
George Miller seguiría trabajando muy de cerca con Warner, estrenando Happy Feet 2 en 2011 y reviviendo la saga Mad Max 30 años después de su última película con Mad Max: Furia en el Camino (2015), que iría a ganar siete premios Óscar y a ser nominada a los premios de la Academia a la mejor película y al mejor director, entre otros.