Celiaquía: la enfermedad enmascarada

Por más de 50 años, visitó a gastroenterólogos, oncólogos, dermatólogos, nutricionistas, hasta curanderos para solucionar su anemia, malnutrición, osteoporosis, y afecciones en la piel que padecía. A los 58 años, fue diagnosticada con celiaquía.

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Cuando era niña, los médicos la trataban con antiparasitarios, pensando que padecía de anquilostomiasis, una afección intestinal causada por un gusano parasitario.

“Toda mi vida tuve problemas de diarreas, vómitos, dolor de panza, acidez, flatulencia”, detalló Olmedo.

La mujer también llegó a tener erupciones en la piel – que luego supo era otro síntoma de la enfermedad celiaca conocida como dermatitis herpetiforme. Las erupciones desaparecieron con el tiempo a pesar de haber sido tratado por un dermatólogo como sarna.

“Me trataron de todo un poco, digestión lenta, acidez, sarna, anquilostomiasis, no hay cosa que no me dijeron los médicos,” agregó. Sin embargo, ninguno supo recetar la solución a todos sus síntomas.

A los 58 años, Tita Olmedo consultó con un médico gastroenterólogo quien la había detectado una úlcera. Con una endoscopía del intestino delgado, una biopsia y un análisis de sangre, supo por fin que padecía de enfermedad celiaca.

El cuerpo de una persona con enfermedad celiaca genera una reacción inmunológica al ingerir una proteína – el gluten – derivada del trigo, la avena, la cebada y el centeno.

Esta reacción destruye las vellosidades del intestino delgado, encargada de absorber los nutrientes derivados de los alimentos. El intestino delgado entonces termina atrofiado, disminuyendo enormemente su capacidad de procesar los nutrientes necesarios para desarrollarse y llevar una vida sana.

La mala absorción fue culpable de todos los síntomas que padecía Olmedo y que padecen por lo menos otros 60.000 paraguayos. La mayoría de las personas con enfermedad celiaca, como Olmedo, sufren todas sus vidas sin conocer el motivo de sus afecciones.

La enfermedad, que afecta a por lo menos una persona de cada 100 en el mundo, es desconocida entre la misma comunidad médica dificultando así su diagnostico.

Los síntomas de la celiaquía, que pueden variar desde simples dolores de cabeza hasta úlceras y cáncer, complican también el diagnóstico, enmascarando la enfermedad en muchas personas por una vida entera, causando muchas veces hasta la muerte.

La celiaquía es una enfermedad hereditaria, transmitida solamente a traves de los genes. La condición también es de por vida, sin embargo, su tratamiento es muy simple.

Se trata de eliminar de la dieta todos los alimentos que contienen el gluten. Esto incluye todo lo que contenga trigo, la avena, la cebada y el centeno, y sus derivados, incluyendo panes, pastas, milanesas, empanadas, y muchos alimentos procesados.

“Nunca conseguí solucionar mi problema hasta que me dieron el diagnóstico y con la dieta libre de gluten, estoy pero magníficamente bien”, exclamó contenta Olmedo.

Tita Olmedo, de 72 años, luego de adoptar una dieta libre de gluten, goza hoy de una vida plena y saludable, con la excepción a la osteoporosis que no pudo ser revertida pero que está ahora controlada.

Al adoptar la dieta libre de gluten, el intestino se cura casi por completo.

Esto sucedió tambión con Gabriel Mongelos, quien subió 30 kilos en un año recuperándose de la severa desnutrición que padecía, según él mismo comentó a ABC Color.

Mongelos pasó su infancia y juventud entera de médico en médico hasta ser catalogado de hipocondríaco, al ver que sus síntomas no cedían a ningún tratamiento. A los 30 años, fue liberado de sus males con el diagnóstico de la enfermedad celiaca.

“Después de mi diagnóstico, me acerque a la fundación y me cambió la vida”, dijo Mongelos, reflejando la experiencia de muchos otros celiacos en Paraguay.

La Fundación Paraguaya de Celiacos ha contribuido enormemente al mejoramiento de la calidad de vida de personas como Olmedo y Mongelos. Unos 1.127 paraguayos celiacos que se encuentran registrados.

El grupo funciona desde hace 18 años gracias a un manojo de dedicados profesionales que trabajan arduamente – y voluntariamente – para la difusión sobre la enfermedad y el apoyo a las personas con el conocimiento que la padecen.

A través de la Fupacel, se dictan charlas informativas, tanto a médicos como al público en general, sobre todo lo relacionado a la enfermedad celiaca, incluyendo las opciones existentes de comidas sin gluten, como todo lo relacionado a los síntomas y la enfermedad en sí.

El 5 de mayo es considerado como el día internacional del celiaco. Esta fecha la utilizan las organizaciones, como la Fupacel, para aprovechar la difusión de la enfermedad poco conocida, explicó la doctora María Elena Chamorro, de la fundación.

Con charlas, reuniones, y otras actividades de difusión, los miembros de la Fupacel buscan incansablemente desemnascarar a la enfermedad celiaca, devolviendo la salud y el bienestar a miles de personas que la padecen sin saberlo.

La Fupacel puede ser contactado a traves de su página web: www.fupacel.org.py

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