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El 23 de agosto, Nueva Germania cumplió 129 años de fundación. En el año 1887, el Dr. Bernhard Förster junto a su esposa, Elisabeth Nietzsche, hermana del filósofo Friedrich Nietzsche, llegaron al Paraguay luego de una odisea. Llegaron desde Prusia, la actual Alemania, con 14 familias y la intención de fundar una ciudad desde donde iban a crear una colonia que demuestre, para ellos, la superioridad de la raza aria. Ambos eran antisemitas y odiaban a los judíos, por lo que la idea fue también crear una zona “libre” de fieles de esta religión.
Nueva Germania fue objeto de estudios, de libros, de reportajes y sigue sosteniendo un misterio inexplicable a través del tiempo. Sus habitantes siguen conservando hoy algunas de las costumbres de aquellos fundadores, estando en la tercera o cuarta línea de sucesión. Hoy es conocida como la Capital de la Yerba Mate, pero en 1887 era un lugar más que inhóspito, según los relatos y documentos recogidos en varios textos.
El matrimonio tuvo la resistencia de muchos de los integrantes de las 14 familias que vinieron con ellos. Paraguay no era lo que les prometieron, según testimonios verbales que recogió el escritor inglés Ben Mcintyre durante una visita que realizó a nuestro país en el año 1992 y en donde realizó el mismo trayecto hecho por los Förster en el Paraguay. El viaje se plasma en el libro llamado “Forgotten Fatherland” (Patria madre olvidada) editado hace años por la multinacional Penguin Random House.
Bernhard, a solo dos años de haber llegado al Paraguay, se suicidó en San Bernardino en 1889. El texto de Mcintyre dice que lo hizo porque muchos de los alemanes comenzaron a relacionarse con los nativos paraguayos y de esta forma “contaminaban” los genes arios.
Elisabeth Nietzsche, por su parte, dejó el Paraguay en 1893. Había invitado a su hermano Friedrich Nietzsche a vivir en nuestro país en sus últimos años de vida. El filósofo era una persona muy enferma y, aunque necesitaba un cambio de clima, el intercambio de correspondencias entre ellos revela que estaba en desacuerdo con sus ideas antisemitas y, más aún, con su cuñado. Ambos se reencontraron en Alemania. Friedrich murió en el año 1900 y su hermana le sobrevivió 35 años.
Fuente: Renato Rönnebeck (@RenatoBeck)
Así, Elisabeth se convirtió en una de las que más apoyaron la idea de Adolfo Hitler y le acompañaron en su ascenso político durante los años ’20 y ’30. Macintyre cuenta que uno de los aspectos culturales en el cuales basaban la idea de la superioridad racial aria y el odio hacia los judíos provenía de fundamentos históricos y hasta mitológicos de la cultura germana. Ambos, tanto Elisabeth como Adolfo, adoraban al compositor Richard Wagner. Es más, Hitler practicaba las gesticulaciones de sus discursos con los trabajos de Wagner.
Esto inspiró a otras obras literarias entre las que se puede citar la novela “La pasión indecisa”, publicada por el periodista y columnista de ABC Color Jesús Ruiz Nestosa. En 2013, el prestigioso periódico The New York Times visitó la ciudad y elaboró un reportaje sobre sus actuales habitantes.
El periodista de ABC Javier Yubi además elaboró un material especial sobre el museo de la ciudad, que conserva aún elementos de la época de fundación de la ciudad. También hay un documental sobre Nueva Germania.