Jóvenes, doble víctimas del desempleo

En Paraguay, la tasa de desempleo juvenil duplica a la del resto de los trabajadores y hay mayor vulnerabilidad en las mujeres. Faltan acciones multisectoriales sobre todo enfocadas a la capacitación, ya que la educación es un punto débil.

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El desempleo de los jóvenes es sin dudas una situación que preocupa no sólo a Paraguay si no a una gran parte del mundo. Sólo en América Latina, 1 de cada 5 jóvenes está sin trabajo y la tasa de desempleo juvenil en la mayoría de los países de Latinoamérica le triplica a la del resto de los trabajadores.

En nuestro país, datos de la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) habla de un 6% de desempleo general, mientras que el de los jóvenes es el doble, es decir, un 12%. Esto se agrava al hablar sólo de la población femenina y más si son mujeres del sector rural.

A esto se suma que el alto nivel de desempleo está asociado directamente a los motivos que llevan a los jóvenes a no seguir educándose, según plantea un material denominado “Desafíos del Empleo Juvenil en Paraguay”, elaborado por Fernando Ovando, del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya, en el marco de la plataforma Paraguay Debate 2.0.

Desde la Secretaría Nacional de la Juventud, su jefe de Gabinete, Anuar Gossen, consideró que una alianza entre el sector público y privado es un complemento fundamental tanto para fomentar el empleo juvenil como mejorar sus condiciones laborales (el subempleo afecta al 26% de la población joven).

Señaló que el desafío es la articulación de instituciones y sectores que intervienen en esta área específica. “En la medida que vayamos articulando mejor, generando oportunidades vamos a educarle al joven como un actor estratégico de la sociedad. En la medida que le demos esa oportunidad, se va a reflejar en el sentido económico y social que luego beneficiará al país”, sostuvo en diálogo con ABC Color.

Explicó que desde el año 2013 se desarrollan acciones junto con el Ministerio del Trabajo (a través de SNPP y Sinafocal). Es así que desde el año 2014, se conforma Neo Paraguay (Nuevas Oportunidades de Empleo de Jóvenes), un programa que actualmente propicia las Ferias de Empleo que se organizan de forma más frecuente desde el 2016. Esta iniciativa está conformada además del sector público, también por la Unión Industrial Paraguaya (UIP), el Club de Directivos del Paraguay, la Fundación Kolping y el Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD). “Se tratan las habilidades de los jóvenes y la demanda del personal cualificado por parte de las empresas. Una realidad es, según UIP, que hay una fuerte demanda laboral, pero no hay jóvenes capacitados para poder ejercerla, para poder ingresar a cumplir esta función”, detalló.

En este sentido, se refirió a otra iniciativa orientada a fortalecer la formación de las personas que están capacitando a los jóvenes, debido a que “hay un porcentaje elevado de jóvenes que quedan sin empleo o que no acceden por no poseer esas habilidades blandas, como ser su actitud frente al trabajo o su comportamiento”, especificó.

Refirió además que se requiere un compromiso fuerte del sector privado como principal demandante de este tipo de perfiles, involucrándose más en las capacitaciones. Sugirió que ellos mismos podrían financiar ciertas capacitaciones que tienen que ver con sus áreas específicas, de tal manera a que esos jóvenes puedan acceder a esas oportunidades de trabajo.

Gossen adelantó que, siguiendo esta línea, en marzo tienen previsto lanzar un portal de oportunidades para la población juvenil denomianda “Hallate”, donde se pondrá a disposición todas las ofertas de empleo que existan tanto en el sector público y privado a nivel nacional. También se incluirán postulaciones a becas y voluntariados, explicó.

Según el Foro Económico Mundial, el desafío del desempleo juvenil implica, en primer lugar, dar respuesta a la problemática que encuentran muchas empresas latinoamericanas: la dificultad de encontrar competencias para cubrir sus vacantes, para lo que será imprescindible trabajar en programas educativos específicos que empoderen a los jóvenes, haciendo coincidir su talento con las demandas del mercado. “El modelo educativo eminentemente teórico parece haber quedado obsoleto: es necesario dar un paso más, estableciéndose un vínculo estructural entre el mundo formativo y el laboral, de forma que los jóvenes salgan preparados para enfrentarse a un mercado que hoy les resulta ajeno”.

En un segundo punto, señalan que hacen falta más políticas que fomentan soluciones de formación por empresas. Paralelamente a la necesidad de crear oportunidades para jóvenes de ganar habilidades técnicas o prácticas para trabajos concretos, resulta esencial complementarlas con competencias generales para la búsqueda de empleo. “Aspectos básicos como preparar la candidatura, elaborar un currículum, poner en valor las propias fortalezas o enfrentarse a una entrevista de trabajo, resultan hoy desconocidos para muchos jóvenes”, sostienen.

Representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) también hacen hincapié en esta problemática. Uno de ellos, Joaquín Nieto, director de la OIT en España, hacía la siguiente reflexión: “Si la riqueza ha aumentado pero hay menos empleados y los que están empleados cobran menos, alguien se está quedando con el excedente de riqueza”.

Lo que sí queda claro es que ese excedente no se utiliza para mejorar la calidad de empleo que se crea. La temporalidad, los bajos salarios y los empleos a tiempo parcial no deseados, son los grandes retos del futuro laboral.

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