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Palillos de brochette, de esos que el común de la gente ve en el tradicional asadito o son empleados en decoraciones, hilos de algodón, cinta scotch, es decir un puñado de elementos que vemos todos los días, pero ¿pueden replicar a un avión comercial? Si pueden y los alumnos Raúl Da Rosa y Aníbal Mendoza, estudiantes del 4° año están detrás del atípico proyecto.
“No es aeromodelismo” afirma el profesor que los instruye, el Ing. Aeroespacial brasileño Carlos Lavrado. Los estudiantes hicieron cálculos precisos para que el avión que construyen tenga los mismos factores de carga de un avión comercial, que es de 3.5. Poniéndolo en números simples, si la aeronave pesa una tonelada, su estructura debe ser capaz de transportar una carga de tres toneladas y media.
Teniendo en cuenta el peso completo que tendrá el modelo - que está en desarrollo - de unos 600 gramos y conforme las proyecciones y cálculos, podrá incluso soportar hasta tres kilos y medio de carga, claro, dependiendo de los factores climáticos refiere el profesor Lavrado.
Para crear la estructura, los estudiantes emplearon utilizaron el software de diseño en 3D CATIA versión 5 de la Dassault y el diseño de la estructura aeronáutica, se empleó el Túnel de Viento que la carrera de ingeniería aeronáutica posee en sus laboratorios.
Para construirlo se emplean piezas de aeromodelismo solo en la parte del control, el resto de la estructura está compuesta por palitos de madera pegados con adhesivo instantáneo de uso doméstico, hilos de algodón como tensores y contará con un skin (o capa protectora), es decir materiales bastante accesibles.
El ingeniero Lavrado enseña en Brasil y es de ahí donde trajo la idea, ya que un modelo similar fue presentado recientemente y su originalidad por los materiales empelados y la eficacia del resultado, convirtieron el proyecto universitario en noticia nacional.
Actualmente los jóvenes paraguayos están poniendo a punto las conexiones electrónicas, mientras a la par avanzan en la liviana estructura. El objetivo es romper el modelo, para poner a prueba su capacidad máxima de carga, aunque teniendo en cuenta el cariño que le tomaron los estudiantes, el vuelo de prueba se realizará con el peso recomendado para no sobreexigirla. Se espera que el modelo - iniciado en agosto - esté listo para los últimos días del 2016 y preparado para su vuelo inaugural.
“Hoy estos estudiantes hicieron un avión de madera, mañana pueden hacer un avión tubular de aluminio, un avión real, es el mismo proceso”, destacó el profesional extranjero.
El ingeniero Lavrado es Master Science en ingeniería aeroespacial, trabajó 10 años en el Departamento de Ciencia y Tecnología Aeroespacial, especializado en motores líquidos de cohetes, termoestructura de cohetes y aviones no tripulados. Actualmente enseña ingeniería mecánica en una universidad de Foz de Yguazú y viaja Asunción cada 15 días para impartir la asignatura Estructura Aeronáutica 4 y acompañar la elaboración del proyecto en marcha.
“Queremos aprovechar el conocimiento del ingeniero aeronáutico Carlos Lavrado sobre construcciones aeronáuticas y también de cohetería para realizar investigaciones sobre satélites meteorológicos y para analizar relieves topográfico, deforestaciones, inundaciones”, expresó el profesor Félix Kanasawa, de la facultad Politécnica de la UNA quien logró persuadir al profesional brasileño para enseñar en nuestro país.