Impulso a la ciencia computacional paraguaya

Hasta julio de 2017 son tres los doctores autóctonos en Ciencias de la Computación en el Paraguay, formados mediante un ambicioso programa emprendido enteramente en el país iniciado que lleva ya diez años en la Facultad Politécnica de la UNA.

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El pasado 18 de julio el ingeniero Fabio López Pires defendió exitosamente un trabajo de tesis con la más alta calificación. Este trabajo de investigación adquiere una connotación significativa para el ámbito científico y en especial al vinculado con la computación, al tratarse del tercer doctorado autóctono en Ciencias de la Computación a nivel país.

De esta manera el ahora doctor López Pires se integra a un selecto grupo de investigadores locales, compuesto por los también doctores Diego Pinto Roa (2007) y Christian Von Lucken (2016), cuyos logros son fruto del primer programa de formación científica doctoral de la Politécnica UNA, a cargo del doctor Benjamín Barán.

El reconocido profesional sostuvo que si bien se trata de un programa incipiente iniciado en 2007, se encuentra en buen camino en cuanto a la calidad de los trabajos presentados y el impacto que generan los investigadores locales en la comunidad científica internacional, con numerosas publicaciones especializadas y siendo referencia para otros trabajos de investigación.

Barán recalcó que para alcanzar un doctorado como el de los profesionales anteriormente citados, deben primeramente realizar investigaciones de alta contribución al ámbito de competencia, que sea reconocida internacionalmente, que figure en publicaciones de referencia y luego adquieren el derecho a la defensa de una tesis del tipo doctoral.

“Este proceso de formación lleva por lo menos cinco años después de haber terminado una carrera universitaria y la carrera intermedia (masters), lo cual explica que en los últimos diez años, solamente tengamos tres doctores en el área de computación, lo cual es un logro extraordinario para el Paraguay, porque podemos decir que tenemos al menos tres científicos del más alto nivel”, afirmó.

El responsable del programa enfatizó que estos doctorados adquieren una mayor relevancia al ser enteramente autóctonos, “es decir la totalidad de sus estudios y la totalidad de sus investigaciones se han hecho en Paraguay, en una universidad paraguaya, coordinados por científicos paraguayos”.

El coordinador comentó que en los tres científicos nombrados existe un denominador común: todos ellos tienen una trascendencia internacional, con reconocimientos varios, publicaciones mediante las investigaciones realizadas.

Estamos orgullosos de que una universidad nacional pueda poner al servicio doctores autóctonamente paraguayos, con publicaciones de primer nivel, categorizados en el Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores y con una buena cantidad de citas, es decir son referencias para otros investigadores”.

A medida que avanza el tiempo se hace imperiosa la necesidad de contar con más centros de formación científica avanzada a nivel local, sin desmeritar la posibilidad de que profesionales paraguayos puedan ampliar sus conocimientos en el exterior, como es el caso de las becas Carlos Antonio López.

Con más centros de este tipo en el país también se suple la necesidad de contratar profesionales extranjeros para proyectos locales. “Resulta mucho más útil para el país que en lugar de invertir un montón de dinero en ingenieros formados en el exterior, dediquemos rubros a tener centros de investigación, darle la oportunidad a nuestros jóvenes a que hagan doctorados, porque hay un montón de jóvenes a quienes les gustaría hacer investigaciones de primer nivel en alta tecnología”.

Es por ello que a criterio de Barán se debería equiparar la oportunidad de acceso a grados superiores de conocimiento científico tanto en el país como en el extranjero, de tal forma a que aquellos que deseen acceder a un doctorado no se vean en la necesidad de abandonar el país.

Por otro lado destacó que en la actualidad desde el Conacyt se promueva un estímulo económico para jóvenes investigadores, aunque los montos son todavía inferiores para un trabajo a profundidad como el de los tres doctores en ciencias de la computación, hay cosas por mejorar pero existe el mecanismo de este tipo de becas.

Para el entrevistado aún queda mucho camino por recorrer en tal materia, pero resulta auspicioso que la calidad de la investigación de profesionales paraguayos trascienda por su calidad. “Ahora hay que lograr que la sociedad entienda el trabajo, aprecie el esfuerzo y comience a dar oportunidades a los jóvenes en su país”, dijo.

Con una mayor cantidad de profesionales, Paraguay puede comenzar a generar mayores fuentes de trabajo e ingresos en un campo no explorado aún en su real dimensión como es la exportación de software, servicios y conocimientos, y por el otro lado mejorar todo lo concerniente al manejo empresarial tanto en el sector público como el privado.

Para el profesor Barán resulta fundamental mantener estos centros de formación, especialmente para recibir a los profesionales formados en el extranjero, de tal forma a que continúen trabajando en el país en la elaboración de proyectos hasta que alcancen los niveles de subsistencia de forma particular creando nuevas empresas.

Otro desafío apunta a que los doctores formados en el país tengan la capacidad de formar a las generaciones que sigan y que los centros de formación sean independientes a una persona.

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