“Tu casa no es su casa”

Para que las crías de animales silvestres puedan ser atrapadas, muchas veces sus madres deben ser asesinadas violentamente por cazadores. “Tu casa no es su casa” es el lema de una campaña contra la domesticación de especies silvestres en Paraguay.

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Loros habladores, cotorras, tortugas, monitos, ñandais, tucanes y guacamayos son algunas de las especies silvestres que es común tener como mascotas en muchos hogares. Se trata de animales que luego de pasar tiempo encerrados y domesticados, ya no pueden ser reinsertados en sus hábitats naturales.

“Tu casa no es su casa” es uno de los lemas que sostienen los miembros de Mainumby, un grupo de estudiantes que busca, sobre todo, destacar el valor y la protección de las aves silvestres. “Estos animales que están en cautiverio muchas veces no reciben la dieta adecuada y tienen también el derecho de estar en su hábitat”, agregó Pamela Segovia, miembro de dicha agrupación.

Mainumby plantea cortar esta problemática desde la compra misma y demostrar a los pobladores que, adquiriéndolos, solo están fortaleciendo el negociado y la caza misma.

Pamela Gauto, presidenta de dicho grupo estudiantil, menciona que para que algunas crías puedan ser capturadas, necesariamente tuvieron que ser arrancadas de los "brazos" de sus madres de manera violenta, y probablemente estas fueron asesinadas en ese proceso. Esto pasa en el caso de los monos, agrega.

“Muchas vecen dicen que compraron por lástima, pero precisamente esa es la técnica: los tienen en mal estado para causar lástima”, menciona Gauto.

Los primates generalmente son adorados cuando son pequeños y juguetones, pero un mínimo enojo puede ocasionar una reacción violenta contra las personas, puesto que forma parte de su instinto animal. 

Cuando los monos llegan a esa etapa, algunas familias simplemente prefieren dejarlos sueltos, sin tener en cuenta el riesgo que corren los vecinos. Esta semana, un pequeño primate suelto en barrio Herrera causó un gran revuelo, más aún cuando mordió a una niña que se encontraba en el patio.

Fotografía de archivo de un mono rescatado por la entonces Secretaría del Ambiente. 
Fotografía de archivo de un mono rescatado por la entonces Secretaría del Ambiente. 

La tenencia de “mascotas silvestres” está permitida por las normativas de nuestro país y quienes posean animales de ese tipo solo deben realizar un pequeño trámite ante el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) y pagar tres jornales mínimos vigentes (G. 243.756). Esto está previsto en la Ley Nº 96/92 “De Vida Silvestre”.

Sin embargo, las personas que comercializan animales silvestres sin permiso de la Autoridad Ambiental están expuestas a sanciones, de acuerdo al Decreto 2.598/14. Los que violen esta normativa se exponen a multas que van de 1 a 20.000 jornales mínimos (de G. 81.252 a G. 162.504.000) y también penas privativas de libertad, dependiendo de su gravedad.

Rocío Barreto, jefa de Vida Silvestre del Mades, explica que incluso la caza y la comercialización están previstas por la Ley de Vida Silvestre, pero siempre bajo autorización del Ministerio. Actualmente, no existe nadie que haya gestionado el permiso correspondiente, por lo cual toda venta de animales silvestres en nuestro país es irregular, aclara.

Teniendo en cuenta que en nuestro país tampoco existen centros legales de cría de animales silvestres, la única forma de adquirirlos es comprándolos. Entonces, ¿cómo blanquean las compras ilegales? Mintiendo en la declaración jurada con respecto a la manera en que adquirieron cada ejemplar, asegurando que fue un regalo o que simplemente lo hallaron en alguna propiedad, de acuerdo a los datos que manejan varias organizaciones ambientales.

Barreto agrega que muchas veces las especies silvestres son traídas del extranjero, donde sí existen criaderos legales, por lo cual en esos casos sí la tenencia es regular.

Asimismo, menciona que actualmente trabajan fuerte para rescatar a las especies que son vendidas en los mercados municipales. Esos animales son tratados por médicos veterinarios y, si están en condiciones, liberados en sus hábitats. En caso contrario, pueden ir al zoológico para su cuidado. 

 

La tenencia de animales silvestres también puede traer varios efectos negativos para las familias que los "adoptan". Primero, porque no son domésticos y su comportamiento siempre será impredecible, por más que parezcan "mansitos", aclara la jefa de Vida Silvestre. Debido a su propia naturaleza, pueden reaccionar de manera violenta en contra de las personas. 

Además, también es importante señalar que muchas especies son portadoras de enfermedades muy graves. Por ejemplo, los primates pueden transmitir rabia, parásitos y hasta tuberculosis, lo cual implica un gran riesgo no solo para los miembros de la casa, sino para todos los que estén en contacto con estos, como los mismos vecinos.

“Incluso la mínima gripe humana puede matarlos”, agrega el Dr. Richard Vetter, del Departamento Recursos Faunísticos y Medio Natural de la Facultad de Veterinaria de la UNA, departamento del cual dependen los chicos de Mainumby.

Guacamayos recientemente rescatados por Mades.
Guacamayos recientemente rescatados por Mades.

 

Mainumby busca, primero, que los mismos alumnos de su casa de estudios tengan conocimiento sobre la fauna silvestre que los rodea y, más que nada, que si están en contacto con ella puedan ser partícipes en la conservación y el cuidado de las especies de aves que habitan en el lugar.

Actualmente realizan un censo de aves en el campus universitario, determinando las zonas en las cuales han sido observadas, con la intención de luego señalizar cada hábitat. “Muchas veces pensamos que es un yuyal, que tiene pasto que no se corta, pero tenemos que tener en cuenta que ese es el hábitat ideal para muchas especies que se alimentan de semillas, por ejemplo”, explica Pamela.

Ya han divisado 85 especies de aves hasta el momento. Este trabajo no solo ayudará a que toda la comunidad educativa sepa dónde se puede ver tal o cual ave, mediante la colocación de carteles señaléticos, sino que también podría algún día convertirse en un atractivo educativo para los más pequeños.

Los estudiantes captan diversas especies en cada observación que realizan. 
Los estudiantes captan diversas especies en cada observación que realizan. 

 

Giannina Enriquez, encargada de las redes sociales de Mainumby, relata que utilizan precisamente ese medio para llegar a la mayor cantidad posible de personas y así hacer extensiva la concientización. Agrega que suelen llegar varios mensajes de personas que cuentan que encontraron algún animal en su patio y no saben qué hacer, por lo cual realizan placas educativas y responden a todas las dudas.

En ese sentido, lo que hace el grupo es orientar a las personas que contactan con ellos. En primer lugar, recomiendan que los animales sean llevados hasta el consultorio de animales silvestres y exóticos de la facultad, donde los médicos podrán evaluarlos y luego determinar qué se puede hacer con ellos.

El costo por la atención es ínfimo y quienes deseen contactar pueden hacerlo también a través de las redes sociales.

Por otra parte, los médicos veterinarios aclaran que no tienen potestad de sacarles los animales silvestres ni exigirles ningún documento, solo pueden guiarlos en la alimentación y los cuidados en caso de que necesiten algún tratamiento. Si están en condiciones, siempre recomiendan que sean liberados en sus hábitats.

85 especies de aves silvestres ya han sido catalogadas por Mainumby en la Facultad de Veterinaria.
85 especies de aves silvestres ya han sido catalogadas por Mainumby en la Facultad de Veterinaria.

 

“Nosotros no hacemos rescates; les damos los contactos que necesitan para poder rescatarlos”, aclara Giannina, ya que este grupo no tiene como función principal el rescate, sino más bien la investigación, difusión y concientización.

Sin embargo, en un par de oportunidades ya han ayudado a quienes solicitan el cuidado. Por ejemplo, hace poco, ayudaron a proteger a pequeñas comadrejas, conocidas comúnmente como mykurë, que quedaron huérfanas. Aprovecharon para difundir en las redes sociales la importancia de no atacar esta especie, que comúnmente es maltratada injustamente por la ciudadanía.

Además, los universitarios también envían el contacto de otros grupos que sí tienen los recursos y la capacidad para hacer los rescates en caso de que sea necesario. Por ejemplo, con los técnicos del Ministerio o de algún otra organización de rescate.

Fanpage: Mainumby

Por otra parte, Pamela Segovia comenta que la “lechucita vizcachera” fue elegida como la “especie bandera” de Veterinaria. Explica que escogieron esta especie por diversos motivos. En primer lugar, porque se encuentra en un solo lugar dentro del campus universitario, que es la granja experimental, hoy inhabilitada y desean que se mantenga así para evitar que su hábitat resulte dañado.

Además, agrega, la lechucita también tiene gran relevancia investigativa, porque es un ave rapaz que expulsa varios elementos no digeribles que son muy importantes para poder determinar su alimentación, por ejemplo, y varios otros datos muy importantes sobre la especie.

Las lechucitas de la Facultad de Veterinaria.
Las lechucitas de la Facultad de Veterinaria.

La jefa de Vida Silvestre del Mades también destaca la gran relevancia de la protección de sus hábitats, puesto que en zonas como el Chaco paraguayo se está generando un gran porcentaje de cambio de uso de suelo, que lo que hace es eliminar los hábitats naturales de muchas especies. Lamenta además que el hecho de que seamos un país agropecuario sea la condena para algunas especies.

Para solucionar esta problemática, plantea un análisis exhaustivo de las normativas en cuanto a la deforestación. Esto permitiría determinar mejores mecanismos de protección de hábitats antes de que sea demasiado tarde.

Por otra parte, los miembros de Mainumby también tienen como objetivo la difusión de la importancia de la plantación de árboles nativos, con frutas y semillas. Incluso, recomiendan la colocación de comederos con frutas, semillas y verduras , para ayudar y atraer a las aves silvestres. 

Realizando esa práctica en los mismos patios de nuestras casas no solo lograremos ayudar a la conservación de las especies; también podremos apreciarlas sanas, libres y conquistando la naturaleza.

 

Uno de los bebederos colocados en la Facultad de Veterinaria.
Uno de los bebederos colocados en la Facultad de Veterinaria.
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