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La gastritis es una irritación de la mucosa del estómago por exceso de secreción ácida, generalmente ocasionada por el consumo de comidas con conservantes o condimentos, la ingesta de medicamentos antiinflamatorios o una infección baterial.
Los alimentos que contienen excesivos conservantes también pueden ocasionar problemas estomacales, como la gastritis alérgica, siendo los más propensos aquellos con antecedentes de reacciones alérgicas a elementos presentes en el aire, como el polen de las flores, polvo o ácaros.
“Son reacciones del tipo alérgico a nivel de esófago sobre todo, lo que se conoce como esofagitis eosinofílica, y son pacientes que normalmente se presentaban solamente con síntomas respiratorios como rinitis, pero que de aquí a un tiempo empezaron a manifestar síntomas digestivos y al hacer los estudios se verificó que esos síntomas digestivos dependen de la alergia”, explicó el doctor Jaime Guggiari.
Según el alergista, esta complicación estomacal surge como resultado de los excesivos conservantes que poseen algunos alimentos. Estos conservantes son utilizados para evitar que las comidas se contaminen rápidamente, pero terminan ocasionando malestar a las personas con antecedentes alérgicos.
“Vemos que la gente come menos en sus hogares y recurren a lugares públicos, en la calle o restaurantes de comida rápida, lo que aumenta el riesgo de reacción alérgica por aditivos conservantes”.
Otra de las causas que ocasionan la gastritis es la bacteria Helicobacter Pylori, que puede estar presente en las comidas preparadas de forma poco higiénica. “Muchas veces cuando el alimento está contaminado con la bacteria, entonces se produce el cuadro de infestación y gastritis”, señaló el doctor Guggiari.
Son propensos a contraer la gastritis alérgica los adultos jóvenes que se encuentran en edad activa laboral.
Tanto la alérgica como la ocasionada por la bacteria producen en la persona dolores intensos de estómago, acidez, reflujo (sensación de que la comida sube de vuelta hasta la boca), mientras que a nivel de la piel se manifiesta con urticarias o ronchas.
“En el caso de la gastritis alérgica, también se pueden presentar cuadros que simulan asma, como la tos seca, chillidos de pecho, presión torácica, ronquera y sensación de ahogo”, indicó el experto.
La mayoría de estos síntomas se presentan con mayor frecuencia durante las noches, especialmente después de ingerir comidas muy pesadas.
Una gastritis que no es tratada adecuadamente -explica el Dr. Guggiari- puede evolucionar a úlceras que podrían producir sangrados importantes. Si la úlcera se torna crónica, puede provocar lesiones que predisponen a la aparición del cáncer de estomago.
Para tratar la dolencia producida por la reacción contra los conservantes, el experto recomienda el uso de antialérgicos y protectores gástricos como el Omeprazol y el Esomeprazol, sumado a una dieta adecuada, y en caso de confirmarse la presencia de la Helicobacter pylori en el organismo del paciente, se le debe aplicar un tratamiento con antibióticos específicos.
Según la licenciada en nutrición Leticia Aranda Covone, las personas con síntomas de gastritis deben evitar los alimentos que aumenten el ácido clorhídrico en el estómago.
Se recomienda no consumir:
- Alimentos demasiados grasos, ya que tardan más en ser digeridos.
- Alimentos muy condimentados que contengan picantes y conservas.
- Granos enteros como porotos, legumbres y fibras (salvados), porque tienen mayor permanencia en el estómago.
- Vegetales y frutas crudas.
La Lic. Aranda recomienda a los pacientes con gastritis llevar una dieta liviana en base a verduras cocidas.
Para el desayuno y merienda, lo mejor es la leche descremada con té, acompañada con galletitas al agua, mientras que para el almuerzo y cena evitar comidas demasiadas pesadas, como carnes y pastas, en la etapa más aguda de la enfermedad.
La alimentación normal de la persona puede ser retomada conforme el malestar vaya disminuyendo.