FNC: 25 años y una mujer

La Federación Nacional Campesina cumple hoy 25 años de existencia. El cuarto de siglo encuentra a la organización liderada por una mujer, que reafirma los principios de lucha del campesinado y el de las mujeres de ser partícipes reales del cambio.

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Veinticinco años pasaron de aquel pequeño anuncio en el periódico en el que se contaba que había sido fundada la Federación Nacional Campesina, uno de los movimientos campesinos más grandes del periodo en democracia. Hoy, en su aniversario de cuarto de siglo, la organización se halla liderada por una mujer: Teodolina.

Teodolina está en Asunción desde hace varios días, acompañando las protestas por la liberación de los campesinos presos del caso Curuguaty. Está y estará hasta el próximo lunes en un campamento frente al Palacio, a la espera de la sentencia para los 11 procesados. Esa es su rutina de líder de organización: salir de su casa, dejar a su familia, sus animales, su chacra y encabezar la lucha por las cosas en las que cree. Esa rutina fue su principal desafío a superar cuando recién fue elegida secretaria general de la FNC, allá por el 2012.

Cambiar un esquema por otro fue lo más duro -cuenta-, además de haber visto por años cómo la Policía en respaldo de grandes terratenientes “atropellaba” a sus compañeros, que eran golpeados y encarcelados. Teodolina es hija de un dirigente campesino y esposa de otro, pero esos no son los méritos por los cuales llegó a la cúspide del gremio. “Fue un proceso”, uno largo, que comenzó en 2007 con la lucha por la mejora y la gratuidad de la salud materna infantil. Las mujeres, en medio de los hombres, abrieron un debate necesario acerca de la participación real, política, de las campesinas dentro de la organización.

Ese proceso dio como resultado que ella sea elegida. Ese mismo proceso permitió que la nueva mirada sobre la organización cambie cosas que pueden parecer insignificantes, pero demuestran el grado de apertura y aprendizaje al interior del movimiento. Hoy, los hombres están también en la cocina, las mujeres en las filas de seguridad, los hombres en la guardería -otro de sus logros más preciados-, las mujeres, como ella, ante los medios y las autoridades argumentando.

Teodolina tiene un solo hijo y, como madre, entendió que entre las principales preocupaciones e impedimentos para que las campesinas participen tranquila y eficazmente en la lucha estaba el hecho de no tener dónde dejar a sus hijos. Por eso nació la guardería durante las movilizaciones y un equipo designado -integrado por hombres y mujeres- se encarga del cuidado de los niños.

Su orgullo sobre la organización, sobre el hecho de pensar en cada detalle necesario para una movilización, puede ser comprendido cuando explica a modo de ejemplo que, para la marcha anual en Asunción, ellos se autofinancian con actividades colectivas que realizan durante todo el año. Dice que el trabajo se vuelve intenso dos meses antes, cuando se debe comenzar a concretar con los líderes de cada zona el compromiso de poner un poco de mandioca, un poco de poroto, un poco de maíz y más de almidón, todo lo que hace posible las gigantescas ollas populares en el Seminario Metropolitano cada marzo.

Más allá de los logros recientes a nivel organizativo, la líder campesina resalta conquistas obtenidas durante los 25 años, como las 270.000 hectáreas de tierra en manos de unas 20.000 familias de pequeños productores y, a la vez, piensa en los desafíos que tiene la organización. Los desafío de antes son también los de ahora: apoyo técnico, caminos, caminos de todo tiempo, promoción para apertura de mercados, buen precio a la producción e industrialización de la producción campesina.

Las posibilidades de planes y formas de trabajo son numerosas, pero la indiferencia de las autoridades crece, sobre todo durante este Gobierno, asegura. La crisis campesina se ha profundizado en el periodo de Horacio Cartes, que -consideran- se ha tomado el trabajo de tratar de hundirlos a propósito.

Teodolina dirigirá hoy un debate internacional sobre la reforma agraria en la Plaza de la Democracia, a la noche asistirá a un Festival por la Tierra, en el marco del acompañamiento a los campesinos presos, y luego seguirá acampando en su papel del líder, de alguien que “tocó la realidad” del sufrimiento de sus compañeros y decidió pararse adelante para dirigirlos.

Después, Teodolina volverá a su casa, con su familia y con sus animales, en el lugar que ama y que -dice- defiende porque eso es soberanía.

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