Federico Vuyk: del metal al pop

El cantautor paraguayo presenta su peculiar universo musical, en el que transitó por el metal, se afianzó en el góspel y desembocó a las baladas pop.

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Con el amor como principal leitmotiv, el cantautor paraguayo Federico Vuyk descubrió su vocación musical en sus días de adolescencia. Unos 12 años atrás, fue vocalista de la banda de metal Korban; después integró la agrupación de pop Zoe y, finalmente, decidió encontrar su rumbo solista, inspirado en cantautores como Juanes, Reik y Juan Luis Guerra. En el intermedio, supo canalizar su fe evangelista a través de canciones cristianas -aunque él se rehúse a catalogarlas así-.

"Fue muy natural todo, no me sentí incómodo. De hecho, sigo escuchando metal, especialmente cuando estoy pila'i", comenta. "Se fue dando naturalmente (...). Me metí al metal como paracaidísta; yo venía de escuchar Rolling Stones, Beatles, Queen... no eran mis raíces, entonces tampoco estaba cerrado a otros cerrados. No fue muy traumático, fue una transición", reconoce hoy.

Su presente lo ubica en un paisaje sonoro que podría generar empatía con seguidores de artistas como Camila, Diego Torres y Franco de Vita. Con el último, había compartido escenario como artista telonero e invitado especial en su primer concierto en Paraguay, en setiembre de 2004.

De aquella primera gran oportunidad, Vuyk remarca la humildad del cantautor venezolano. "Me dije: 'así son los artistas consagrados'. Esta es, por lo visto, la actitud de un verdadero artista, porque Franco era súper sencillo. En ningún momento me hizo sentir aminorado o acomplejado. En todo momento me trató como a un colega y eso me dio muchísima seguridad a la hora de subir al escenario". Y así fue, nada menos, que su primera presentación como solista, frente a 12 mil personas. "Me hizo sentir seguro, capacitado, eso es algo que siempre tengo presente a la hora de tratar de apoyar a otras personas".

Hoy se titula, justamente, el álbum que refleja su presente musical, aunque ya lo haya grabado dos años atrás. "Por cuestiones personales no pude darle fuerza necesaria en la promoción de canciones, y este año encuentro el momento propicio para recuperar el tiempo perdido y darle oportunidad a estas canciones que nunca le di el apoyo que yo creo que merecen", comenta. El disco incluye diez canciones, muchas de ellas compuestas junto a Juan Carlos Rodríguez, productor e integrante del dúo pop-cristiano Tercer Cielo.

"Las compusimos en su estudio en Arizona, donde él reside. Nos encerramos a componer las canciones y grabarlas", recuerda. "Le imprimí las voces, y se encargó de contactar con otros músicos, como Richard Bravo, músico de Juanes, Shakira, Ricky Martin... según el perfil que veía, entre otros sesionistas de renombre".

El sencillo que hoy presenta lleva el nombre de Dulce veneno, un tema que -aunque en vivo lo presente, en broma, como "inspirado en un diabético"- desarrolla un conflictivo vínculo de amor. "La canción gira en torno a esos amores justificadamente prohibidos; esos amores que vos sabés que -de repente- no te convencen, pero te atraen. Y el personaje como que lucha, tiene una lucha interna personal para no permitir que sus emociones te traicionen porque el consciente sabe que no le conviene esa relación... pero este instinto natural de dejarse llevar le traiciona", explica.

Varias de las canciones de su disco se fueron posicionando en las radios, con el correr del tiempo. "Se fueron posicionando solas. Las radios empezaron a elegir ellos sus cortes y empezaron a sonar", menciona.

No pasó mucho tiempo para que las canciones de Vuyk irrumpieran en distintos circuitos internacionales. El cantante pisó escenarios de Nueva York, Miami, Los Ángeles, México DF, y -como artista telonero de Tercer Cielo- arribó a ciudades de la Argentina como Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Jujuy, Salta y Tucumán. Algunas de sus canciones también se encuentran entre las favoritas de algunas emisoras internacionales.

Para el paraguayo, las presentaciones en el exterior fueron una oportunidad importante, con una evidente exigencia mayor. "Te exige mucho... la gente de repente piensa desde el punto de vista del glamour nomás, pero se escapa el detalle de lo cansador que es. Terminás un show a las 3:00 AM y de ahí te tomás un vuelo (...). Llegás al mediodía, entre que te instalás y descansás, a la tarde tenés prueba de sonido; a la noche presentarte y dejar todo en el escenario porque no siempre están abiertas las puertas en el exterior y hay que saber aprovechar las oportunidades".

Hoy por hoy, entre sus prioridades se incluye marcar una mayor presencia en su propio país. "Este año quiero trabajar a nivel Paraguay. Tiene sentido que uno primero parta de donde es", subraya.

Aunque aficionado a las canciones "congregacionales", como su fe cristiana/evangelista le dicta-, el cantante asegura que no se plantea -ni le plantearon- privarse de un repertorio que hablen de una realidad mucho más alejada del cristianismo.

"Yo me considero un artista: en cuanto la música, no permito que ningún tipo de ideología limite mi arte, porque el artista tiene que ser fiel consigo mismo y retratar lo que él está viviendo, el viaje en el cual se encuentra con uno mismo", asegura. "Cuando empezamos a limitarnos por lo que se supone que tengo que decir o cantar, el artista deja de ser sincero, y yo trato de reflejar el punto exacto que estoy viviendo".

Conocé mejor la música de Federico Vuyk, a través de su web oficial y sus redes sociales en Twitter, Youtube, Myspace, SoundcloudiTunes y Purevolume.

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