¿Es Paraguay un país feliz?

Paraguay ocupa el lugar 54 en un ránking de los países más felices del mundo, elaborado por las Naciones Unidas. El estudio abordó algunos aspectos que explican la razón por la cual nuestro país ocupa ese lugar entre 156 naciones participantes.

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El Informe de Felicidad Mundial se presenta anualmente, y mide el bienestar y la felicidad de naciones de todo el planeta con el objetivo de servir como aporte o guía a las políticas públicas de los diferentes gobiernos en los periodos del 2014 al 2030.

El país más feliz del mundo es Dinamarca, seguido de Noruega, Suiza, Holanda, Suecia y otros países europeos y asiáticos, hasta que salta en el puesto nº 12 el primer país latino de la lista: Costa Rica. Otros países latinoamericanos que ocupan los primeros lugares son Panamá (15), México (16), Venezuela (20) y Brasil (24).

Que en los primeros lugares no figuren países ni latinos ni africanos no es coincidencia, ya que muchos aspectos de la “felicidad” evaluados en el estudio, tienen que ver con la igualdad de oportunidades en educación, salud, alimentación y otros derechos básicos.

Específicamente, el estudio tuvo en cuenta seis variantes: el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, las posibilidades de llevar una vida saludable, el respaldo social, la libertad personal para tomar decisiones en la vida, la ausencia de corrupción y la generosidad.

El estudio específico de Paraguay, arroja otra lista de los aspectos más influyentes en la felicidad de su población, en este orden:

1. Respaldo Social

2. Posibilidades de llevar una vida saludable

3. PIB per cápita

4. Generosidad

5. Libertad personal para tomar decisiones en la vida

6. Ausencia de corrupción

En el 2012, Paraguay ocupaba el puesto 61 del ránking, que en esa ocasión se había realizado a 151 países. Es decir, ha escalado siete puntos en el último año, lo cual no significa precisamente mejoras en el país, sino más bien es la evidencia de las grandes variaciones a nivel mundial producidas por la crisis, explica el estudio.

Paraguay, a pesar de estas muy lejos del “top ten”, tiene detrás a otros países con tremendas desigualdades sociales, según indica el estudio. Algunas naciones ubicadas al final de la lista son Tanzania, Ruanda, Burundi y Togo, que es la última del ránking de este año.

En comparación con anteriores estudios, hubo significativos avances en América Latina y el Caribe, pero retrocesos en Estados Unidos y Canadá. Otras zonas que retrocedieron son el centro, este y norte de África, el sur de Asia, Australia, Nueva Zelanda y Europa Occidental.

No se registraron cambios significativos en Europa Oriental ni central. Sin embargo, el mundo como un todo, es más feliz en un 0,5%. “El mundo se ha tornado levemente más feliz y generoso en los últimos cinco años”, declara el estudio.

La investigación resalta que el ser humano es un ser social, por lo que reitera que la felicidad también se logra según el conjunto de sociedad donde viva la persona. Por esa razón tiene en cuenta los aspectos de respaldo social y libertad política para determinar el grado de satisfacción.

Así también, el informe considera que “la corrupción en los gobiernos es una de las principales causas de la infelicidad en muchos países y debe ser erradicada”.

Con respecto a la felicidad en el trabajo, revela que el desempleo causa casi tanto sufrimiento como la separacion o la muerte. Para muchos de los encuestados, es más importante la estabilidad y las relaciones sociales que los horarios o salarios.

Estados Unidos y en Europa, las personas que trabajan independientemente presentan mayor satisfacción que las que trabajan bajo relación de dependencia; lo cual no sucede en América Latina, ya que en esos países se opta por un trabajo independiente por necesidad, y no por decisión.

El estudio de este año da un especial destaque a la felicidad individual, que depende de la salud mental. Indica que ser saludables mentalmente es la mayor causa de felicidad en todos los países. Sin embargo, menciona que solo el 25% de las enfermedades mentales -desde depresión, ansiedad, y hasta males más graves- son tratadas.

A pesar de que los factores sociales, psicológicos, y éticos son importantes para hablar de felicidad, el estudio indica que se debe prestar especial atención a los factores económicos.

“La nueva era de crecimiento económico abre oportunidades sin precedentes para una gran parte de la humanidad para lograr una mejor nutrición, vida sana, la educación y las comodidades materiales, todo lo que efectivamente influyen en la felicidad y el bienestar”, manifiesta la investigación.

En ese sentido, las Naciones Unidas enumera en el estudio las áreas clave en las que los gobiernos deben invertir para lograr la felicidad de los pueblos, o bien, para mejorar las condiciones de vida.

En primer lugar, están la educación, la salud y el control de los recursos; así como la garantía de la participación y la libertad, sobre todo en la capacitación, la gobernanza democrática, la igualdad de género y la libertad cultural.

Es importante además la seguridad humana, contra amenazas crónicas como el hambre, el desempleo, los conflictos y la delincuencia. Todo esto, debe ser sostenible para las generaciones futuras, en términos ecológicos, económicos y sociales, indica la investigación.

Teniendo en cuenta todos estos puntos, que Paraguay esté muy lejos del “ideal” de felicidad no es casual. Quedan por superar las desigualdades en cuanto a salud, educación, empleo, y además rever los altos índices de corrupción. 

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