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Domínguez no tuvo un buen día el domingo 21 de setiembre cuando se desarrolló la prueba de clasificación en el Autódromo Rubén Dumot. Es que en la primera vuelta sufrió una penalización y después ya no pudo recuperar y tuvo que conformarse con el octavo lugar de salida rumbo al Chaco.
Pero lo que veríamos en territorio chaqueño era que Diego y su copiloto multicampeón, Héctor Nunes, ya tenían un plan de carrera y después del término de la primera prueba especial ya tomaba la punta que no iba a soltar más.
Diego habló de las sensaciones de ganar un tercer Rally del Chaco. “Es una sensación muy grande, muy especial, es más, recién en los días posteriores las sensaciones van cayendo en su lugar y uno se da cuenta del logro, hay tanto esfuerzo detrás, las dificultades y las incertidumbres en el Rally del Chaco son tan grandes que uno da más de lo que puede y cuando sale bien, solo después de un tiempo empieza a entender”.
“Una de estas mañanas me desperté y le llamé a Peki Nunes (su copiloto), le dije que ganamos por tercera vez un Rally del Chaco, el por quinta ocasión, es muy apasionante este rally, por la dificultad, por lo difícil que es”, añadió.
Domínguez aseguró que el piloto tiene muy poca incidencia. “Esto es un trabajo en el cual el piloto tiene muy poca relevancia, la gente ve al piloto como el que tiene en sus manos el volante y el que hace todo, pero hay una serie de factores, es un trabajo inmenso, del aporte de un montón de gente clave, tengo la obligación de agradecerle a todo el equipo que hizo esto posible, es un deporte colectivo pero se interpreta como un deporte de dos personas”.
“El piloto donde menos incidencia tiene es en el Rally del Chaco, el copiloto tiene mucho trabajo en los rallys de la Región Oriental, pero depende más del piloto, en el Chaco se magnifica lo que hace el equipo, depende mucho más de él y de los jefes de equipo, que está más reducido que nunca, pero todos saben bien sus especialidades que lo ejecutan más que bien, a Humberto, mi hermano, que fue un gran estratega desde el aire, le agradezco a todos, el Rally del Chaco, el 50% se gana en el taller, eso es mérito de los mecánicos, y también un gran reconocimiento a los auxilios que se te adelantan y te ayudan, sabe que es un problema y que no, la suma de todos estos factores, en un obstáculo que no superemos se acaba la carrera”, añadió.
Cuando le señalamos que el piloto si tiene mucha incidencia, respondió. “Digamos que el piloto es el cocinero, pero hubo gente que fue a traer los condimentos, fueron, juntaron y dejaron en manos del piloto, está en manos del piloto, pero si no tiene ese esfuerzo del equipo a la hora de la carrera, el piloto queda desnudo, es terminar de hacer lo que otros prepararon, la victoria es de ellos mucho más que mía”.
Diego señaló que nunca corrió un Rally del Chaco de la forma en que lo hizo en este 2014. “Nunca en mi vida corrí un Rally del Chaco como esta vez, hubo caminos con muy pocas dificultades, eran muy lindos, teníamos el aditamento del límite de velocidad que era algo incierto, no sabíamos como concentrarnos en eso, tratamos de ver con Peki cual iba a ser la mejor estrategia y optamos por salir a atacar, cosa que no hicimos nunca en el Rally, en años anteriores no lo hubiésemos hecho, arriesgamos y por esas cosas salió bien, marcamos la diferencia y después tratamos de cuidar el auto, tuvimos que seguir acelerando porque todos venían de la misma manera”.
“Lo complicado de la primera etapa era que el primer tramo parecía de un rally corto, de lo más técnico para el Chaco, el segundo era más complicado y cambiamos la puesta a punto del auto, acertamos de vuelta en la tercera especial del viernes, cambiamos todo el auto para entrar ahí, sacamos una buena diferencia para ingresar a los tramos mennonitas, perdimos por segundos esos tramos”, aseguró.
Dijo que nunca estuvo cómodo durante la competencia. “Cómodo no está nunca uno en el Chaco, un llantazo nos costó cinco minutos, cambiamos la estrategia en la segunda etapa pero la expectativa no era tanta, creí que ganamos pero por más de lo que pensé, es más, le dije a Peki que averigüe bien y pensamos que los demás iban cayendo. La segunda etapa fue muy larga, la más difícil, ahí tuvimos el pinchazo, golpeamos un amortiguador”.
Contó que no pudo dormir la noche del sábado. “No pude dormir la noche del sábado, porque ya me toco la mala suerte o la situación de empezar ganando en dos oportunidades y perder el rally, el domingo siempre me encuentra cauteloso porque ya tuve la experiencia de venir ganando con comodidad y perdía el rally en el domingo”.
Consultado si en los últimos metros de la competencia uno ya va pensando en la victoria y el festejo, contestó. “Uno viene concentrado en el auto, no podes pensar en otra cosa, cuando se bajó la bandera recién le felicité a Peki por su quinta carrera ganada, es más hay gente que perdió la carrera en el enlace, recién al entregar el auto uno se da por satisfecho”.
Y no faltó la consulta sobre su navegante. “Es un competidor nato, compite en tenis, jugando bolita, tiene esa competitividad ya grabada en sus genes y eso lo ayuda a poder marcar el objetivo y lograr, es inteligente, vivo, astuto, la suma de estos factores hacen que sus resultados hablen por sí solo, es el competidor más ganador del Rally del Chaco”, sentenció.