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Los clubes sociales, los espacios públicos, las famosas canchitas de barrio (cada vez menos) y por supuesto los espectáculos de fútbol profesional son atractivos para los ciudadanos pero no para los ciegos, quienes por su discapacidad encuentran dificultades para practicarlos e incluso oírlos.
Una minuta que se encuentra en la Junta Municipal de Asunción, presentada por el concejal Hugo Ramírez, tiene como fin lograr que la emblemática pero abandonada piscina del Parque Caballero sea convertida en una cancha para no videntes.
El edil recordó que dos enormes piscinas se encuentran en el mencionado parque, pero que están abandonadas. “Ya no serán revitalizadas por el alto costo, creo más que oportuno que en el lugar de esas piletas se construya alguna cancha”, expresó.
Agregó que “me resulta muy justo que en el lugar de seguir manteniendo dos piletas derruidas y peligrosas, se utilice el espacio para la construcción de una cancha exclusiva para el fútbol (sic) para ciegos”.
Una zona abierta y llena de árboles puede servir para el esparcimiento de los no videntes. El lado negativo de la propuesta es que el Parque Caballero es un lugar inseguro, donde los visitantes se encuentran expuestos a los asaltos.
“Debemos devolver al citado espacio su esplendor y su función de ser uno de los principales centros de esparcimiento de la ciudad; el parque Caballero es de la ciudad y sus habitantes, no de los delincuentes”, subrayó el edil en su minuta.
En ésta pidió que la Intendencia informe si existe un plan concreto para el uso de las piletas, a fin de darle el uso que beneficiará a los no videntes.
“En Asunción está todo por hacerse a favor de las personas no videntes, no existe siquiera un semáforo sonoro para ciegos”, manifestó Ramírez.
La proposición a los concejales de Asunción de vendarse los ojos y recorrer las calles de Asunción fue realizada por el edil, a fin de que corroboren el estado desfavorable en que se encuentran las arterias y que perjudican a los no videntes.
“Solicito a todos los miembros de este cuerpo legislativo realizar una caminata por las calles de la ciudad o de su barrio con los ojos vendados, con el propósito de tomar conciencia sobre las muchas limitaciones que las personas con discapacidad tienen para recorrer las calles de Asunción”, explicó.
El sonido es uno de los principales medios de comunicación para los no videntes, pero en Asunción no se recurre a eso, por lo que ellos sufren dificultades a la hora de transitar por las calles.
El fútbol para no videntes tiene ciertas reglas a seguir, según la minuta que tiene la Junta Municipal de Asunción.
Los equipos tienen cuatro jugadores no videntes y un arquero no ciego. Los tiempos del partido son de 25 minutos cada uno, con un descanso intermedio de 10 minutos.
La cancha es de cemento y tiene que estar al aire libre por razones de acústica. El campo de juego debe tener 40 metros de largo por 20 de ancho y muros en los laterales.
Los arqueros, el técnico y un guía ubicado detrás de cada arco tienen que orientar a los jugadores no videntes.
Los arqueros no pueden ser jugadores federados, la pelota tiene que tener cápsulas sonoras y el cotejo cuenta con la presencia de dos árbitros.