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Con motivo del Festival Internacional del Arpa, Jakez François (47) visitó nuestro país por segundo año consecutivo. Es un empresario francés dedicado al rubro de construcción de arpas de la prestigiosa compañía Camac Harps, asentada en París.
Es oriundo de Bretaña, según comenta en su visita a nuestra redacción, una ciudad de origen céltico donde está muy arraigada la tradición de la música folclórica. Inicia su carrera de músico a los tres años, por influencia de su padre, un músico que tocaba con un famoso arpista en ese entonces. Fue a especializarse a París y fue donde conoció a Joel Garnier, fundador de Camac Harps, quien se convertiría en su mentor y quien le heredaría la empresa que dirige exitosamente desde hace 15 años. Camac Harps fue fundada en 1972.
Durante la nota, François no oculta su pasión hacia la tradicional arpa paraguaya y confiesa que no deja de sorprenderle la gran cantidad de arpistas –sobre todo hombres, porque en otros países mayormente son mujeres- que transmiten el folclore autóctono a través del instrumento.
“Todos los arpistas del mundo saben que en Paraguay hay más arpistas que en otros países. Para ustedes es natural ver arpistas, pero para nosotros es increíble ver cuántos ejecutan el arpa aquí”, comenta. Indicó, igualmente, que estuvo al tanto de la realización anual del Festival Internacional del Arpa en nuestro país y que siempre fue un sueño participar de él, por la bien conocida tradición del arpa paraguaya.
Recordó que durante su primera visita a nuestro país, el año pasado, para la edición anterior del evento, dijo haberse sentido “en el paraíso de las arpas” por una anécdota que pasó a relatar de la siguiente manera:
“Yo creo que muchas personas conocen la tradición y la valoran. En el cierre del concierto del año pasado vi a todos los grupos de niños pequeños tocando el arpa y eran grupos de 15 a 20 que iban al parque y ponían el arpa en el pasto luego de sus presentaciones y de pronto el pasto estaba cubierto de arpas. Fue increíble. Paraguay es como el paraíso de arpas”.
En ese sentido, el empresario reveló su interés en innovar la tradicional arpa paraguaya, incorporando tecnología de punta. “Veo que hay muchos buenos constructores de arpas en Paraguay, por lo que no estoy en la posición de traer algo que ellos ya tienen. Lo que puedo traer es tecnología de punta, de sonidos, captadores”, puntualizó.
Indicó que ya existen arpas electrónicas para otras categorías como las célticas, que son ofertadas y altamente codiciadas alrededor del mundo; sin embargo, no existe una versión electrónica del arpa paraguaya y es este aporte el que quiere hacer al instrumento autóctono paraguayo. Adelantó que en 2015 volverá a nuestro país para presentar “el arpa paraguaya electrónica”.
Pese a todas esas cualidades que resalta el extranjero sobre al arpa paraguaya, tanto artistas como artesanos nacionales deben convivir con situaciones como el registro indebido de diseños artesanales inscriptos como modelos industriales, situación que se produce desde hace años. En alusión a este punto, dijo no querer dar su opinión por no estar muy adentrado en los casos; no obstante, fue tajante al decir que “es impensable que algo así pueda ocurrir en Europa”.