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Como muchos otros aspectos de la cultura indígena de nuestro país, las enigmáticas inscripciones rupestres, que son un testimonio de los Pa'i Tavyterã, ubicadas en las cordilleras de Amambay, siguen siendo deterioradas sin que las autoridades locales ni nacionales intervengan para su protección.
Pocos saben de la existencia de estas reliquias que incluso datarían de la prehistoria, como lo comprobaron expertos arqueólogos que vinieron a nuestro país sólo con el fin de explorarlas, llegando a la conclusión de que tendrían una antigüedad de hasta 17.000 años.
Los grabados de arte rupestre muestran desde figuras humanas que datan de la Edad de Piedra a inscripciones que abarcan imágenes solares, patas de animales, genitales humanos y símbolos geométricos de un pasado más reciente.
Sobre su origen primero las informaciones dan cuenta de que sería europeo, específicamente nórdico. Sin embargo, pruebas más recientes aseguran que los grabados de Amambay son arte rupestre sudamericano, similares a los que se encuentran en toda América del Sur.
Pese a su riqueza histórica, tanto las autoridades locales como nacionales les han restado importancia, según lo admitió el gobernador del departamento de Amambay, Pedro González. "No existe un plan de la Senatur que proteja esos lugares que son muy importantes para la zona, donde incluso se pueden hacer proyectos turísticos", sostuvo en diálogo con ABC Color.
Refirió que tanto las inscripciones ubicadas en el parque Nacional Cerro Corá y en la colonia Itaguazú (ambos del distrito de Pedro Juan Caballero), corren grave riesgo pues ya han sido violentadas con escrituras hechas por visitantes furtivos, ya que se encuentran a la intemperie, sin ningún tipo de protección.
Aseguró que la Gobernación poco y nada puede hacer ya que no cuentan con el presupuesto necesario. "No tenemos una forma de preservación. Tiene que haber por lo menos un presupuesto que pueda prever eso. En otros países ese tipo de cosas están bien guardadas", lamentó el jefe departamental.
Dijo que la solución inmediata sería la concesión para la explotación turística. Agregó que incluso existen inversionistas que buscan trabajar en la zona, pero que la burocracia y la carencia de un plan de tercerización impiden que esto sea posible.
Por su parte, fuentes de la Secretaría Nacional del Turismo aseguraron que el Gobierno no puede intervenir en el caso de Itaguazú ya que se trata de una propiedad privada, a menos que el dueño, de nombre Juan Niz, se muestre interesado en que eso ocurra. Tras varias llamadas a su teléfono celular, periodistas de este medio no obtener la versión del propietario de estas tierras.
Frank Weaver, un paraguayo residente en Florida, Estados Unidos, impulsa el proyecto denominado Mapa Solar, por el que los grabados en las piedras de los cerros de Amambay podrán ser vistos en el mundo entero y captar así la atención de expertos; incluso, se busca que sean declarados como legado de la humanidad.
Este emprendimiento será una realidad gracias a las personas que dieron su apoyo (US$ 15.175 recaudados) a la realización del documental a través del cual se inmortalizará las inscripciones antiguas, hechas por los ancestros de los Pa'i Tavyterã.
En la última noticia del portal web, Weaver informa que la filmación y la edición del material audiovisual se daría durante enero febrero, y su lanzamiento a mediados de este mismo año.