Comenta con el corazón

“Crack” es el calificativo perfecto para Maximiliano Ruiz Díaz, un formoseño de 23 años, ciego de nacimiento, que luchó por sus sueños y ante todos los pronósticos, se convirtió en un flamante comentarista deportivo que recorre los estadios.

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Este miércoles a la noche, observando atentamente el duelo entre Guaraní y Corinthians por Copa Libertadores, intentaba analizar el desarrollo del juego en el sector de prensa del Defensores del Chaco. Era muy difícil concentrarse porque cada vez que concebía una idea sobre el partido había alguien que exteriorizaba mi pensamiento sobre el juego. Sigo escuchando el comentario atentamente y la forma que describía el desarrollo del partido y por sobre todo en qué debían insistir ambos equipos.

Al término del primer tiempo la curiosidad fue más, me doy la vuelta mirando a todos lados para que no sea tan sospechosa mi mirada hacia la gente que estaba a mi costado. La gran sorpresa fue ver que la persona que estaba centrando mi atención estaba anotando en sistema braille (un sistema de lectura y escritura táctil para personas no videntes). Mi asombro fue demasiado porque el tipo de voz segura, con diversidad de palabras y argumentos sólidos sobre el juego disputado en ese sitio era una persona no vidente. Si bien poco tiene que ver el habla con la vista, mi admiración hacia él fue mucha, pues es casi inimaginable escuchar a un comentarista deportivo que no mira el desarrollo del juego.

Mi asombro fue tanto que me pasé sacándole fotos y grabando algunos audios incluso de su comentario de entretiempo, donde se expresaba con solidez, describiendo las escenas más importantes que habían sucedido en el primer tiempo. Había anotado las acciones de llegadas de cada equipo en su sistema de escritura braille.

Así fue que conocí a Maximiliano Ruíz Díaz, un “crack” de la vida, que nació con una ceguera total, pero junto a su familia y su fuerza de voluntad envidiable salió adelante, terminó la secundaria y consiguió el título de locutor. Hoy en día es panelista de la 93.3 FM, “Radio más” de Formosa y es uno de los principales comentaristas del programa “La más deportiva”.

Por ser un partido importante de Copa Libertadores y como la distancia no era muy larga, “Maxi” y su equipo de trabajo estuvieron presentes en el partido entre Guaraní y Corinthians, llevando todos los pormenores a la Provincia argentina de Formosa. “No solemos tener partidos de tamaño nivel en Formosa, por eso cuando hay un partido importante en Asunción o si juega un equipo argentino, siempre venimos a disfrutar”, expresa aún exaltado el joven de 23 años que ha vivido con gran intensidad el triunfo aurinegro.

En muchos fragmentos del partido, Maximiliano se sacaba el auricular exhibiendo un gran sonrisa. Confiesa que es muy emocionante para él vivir un ambiente con muchos espectadores. “En Formosa no tenemos este tipo de ambientes muy bulliciosos, por eso me sacaba por momentos el auricular para vivir la sensación de la gente, es extraordinario sentir como vive la gente cada jugada, aunque no vea, me produce una sensación única”, explica.

Nuestro entrevistado contagia un positivismo indescriptible y a pesar de ser una persona con discapacidad, valora todo lo que tiene alrededor. Aunque reconoce que muchas veces se queja de algunas cosas, dice que luego se da cuenta que lo “único” que le falta es ver y vuelve a calmarse. “No le sucede solo a ustedes que sí pueden ver. Muchas personas me ven y dicen que no valoran lo que tienen, pero me sucede a mí también. Yo por ahí me quejo de las cosas que me pasan y una vez me hicieron escuchar un video y me hablaron de una persona que no tiene brazos y piernas y se las arregla como puede. Yo no veo es cierto, pero hay personas que están peores que yo, hay que saber que siempre se puede estar mejor y que existen personas que quisieran tener lo que nosotros tenemos”, es el mensaje que da este "crack" de la vida que rompe barreras para hacer lo que le hace feliz: Vivir el fútbol.

Maxi insta a todas las personas que alguna discapacidad a luchar por sus sueños y pelear ante esta sociedad tan exclusiva como él la cataloga. “La sociedad en general es muy prejuiciosa, uno debe tratar de adaptarse a ella y buscar alternativas para tener una vida mejor. Uno porque está ciego o tiene alguna discapacidad no tiene porqué estar encerrado ni nada. A pesar de las adversidades que podamos tener, las soluciones están en nosotros. Nadie va venir y te va solucionar tu problema por arte de magia. Lo principal es aceptar y reconocer las dificultades y a partir de ahí tratar de solucionarlas. Uno siempre tiene que saber que hay personas que están peores que nosotros;el

 estar vivo ya es un regalo demasiado grande y debemos ser agradecidos todos”, es la reflexión del comentarista que se ha burlado de un barrera como la ceguera.

Maximiliano Ruiz Díaz no solo comenta fútbol sino también juega. Su rutina mañanera incluye la actividad física y reconoce entre risas que es un recio defensor. “Por la mañana juego fútbol para ciegos, soy defensor, pego pero no tanto. Al mediodía descanso, luego a la tardecita voy a la radio".

La radio comenzó siendo un hobby, pero siempre fue su pasión y hoy lo toma como profesión, pues tiene un salario desde hace más de un año, teniendo así su propio dinero. “Por suerte la gente de la radio me dio la confianza, muchas veces uno tiene condiciones, pero si no confían en vos no se puede, lo mismo pasa con los jugadores. Comencé sinceramente aprendiendo porque no voy a pedir un sueldo si ni siquiera sé si voy a poder. Cuando demostré que tenía capacidad me contrataron”, explica.

“Maxi” nos cuenta su historia de cómo comenzó en la radio y cuándo fue que se hizo comentarista deportivo, más bien de fútbol, el deporte que tanto le apasiona. “Desde chico escuchaba transmisiones de fútbol, me encanta este deporte. Me enganché con la radio escuchando transmisiones y también me gustaban las tandas publicitarias. Después de terminar la secundaria, estudié locución, me recibí de locutor en el 2012. Hacía un programa que no tenía nada que ver con el fútbol y un día por un accidente digamos, faltó el comentarista, me propusieron intentarlo, me salió bien y ya me quedé”, cuenta emocionado.

Ante la pregunta de cómo la mayoría de las veces analiza con tanta exactitud lo que sucede dentro del juego, explica: “Me guío mucho por lo que dice y va contando el relator. Voy anotando en mi sistema braille todos los detalles para no ir perdiéndome de nada. Es fundamental la comunicación con el relator. En este caso hice por primera vez con Víctor (relator paraguayo), pero salió de taquito todo muy bien”, dice satisfecho, pues como los relatores de la radio estaban en partidos de la Copa Argentina, él vino con el técnico de la radio y trabajaron con un narrador paraguayo, con el que improvisó y salió todo perfecto.

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