Cargando...
En los últimos meses el tema de la donación, de órganos principalmente, ha dado que hablar y mucho, ya que existen pocas personas que quieran entregar órganos para salvar otras vidas.
De a poco esta situación se está tornando positiva y hay más personas que toman conciencia y ven la importancia que tiene el hecho de donar. Lo mismo pasa cuando se habla de sangre.
Para saber un poco más sobre esta cuestión nos comunicamos con la Dra. Elsi Vargas de Salinas, Directora del Centro Nacional de Servicios de Sangre (CENSSA), institución dependiente del Ministerio de Salud Pública (MSP).
“Actualmente mejoramos, a lo que se refiera a donación voluntaria”, comenzó diciendo la doctora Vargas. Sin embargo, entre la existencia de tres tipos de donaciones, la altruista o voluntaria, la de reposición y la remunerada, la segunda es la que más porcentaje representa a nivel país.
La donación de reposición se da cuando un amigo o algún familiar de una persona utilizó sangre y esta la repone en el banco del que la usaron. La remunerada, consiste en aquella en la que se paga al donate.
“Eso no se puede hacer, porque está penado por ley. Registros no tenemos más ahora”, indicó la Directora del CENSSA sobre la donación remunerada.
De acuerdo con lo que mencionó la Directora del CENSSA, para cubrir la necesidad de sangre a nivel país, se necesitan más de 65 mil unidades.
“Nosotros al año necesitamos a nivel país, un promedio de 70 mil unidades, que 30 mil o 35 mil personas nos donen – que es el 2 por ciento de nuestra población reflexionó – dos veces al año, nunca tendríamos problemas de sangre. Solo que falta todavía la concienciación”, mencionó Vargas.
La institución, según comentó la doctora, para los días viernes cuentan con aproximadamente con 100 volúmenes de sangre cada uno de los principales tipos, como son el O y el B. Pero los mismos se reducen prácticamente a cero en los fines de semana, debido a la cantidad de accidentados que necesitan el plasma.
Con respecto a esta situación la galena menciona que necesariamente la sangre debe ser estudiada antes de ser derivada a los bancos de sangre para su disponibilidad, destacando que mucha gente apela a una situación extrema para donar.
“La gente dice, cuando necesite mi familiar nomás me voy a ir a donar, pero esa sangre cuando se necesita ya no se puede usar porque no se puede usar sin estudios, y los mismos llevan como mínimo tres horas”, expuso la doctora Elsi Vargas.
Además hizo referencia a que muchas personas recurren al centro para donar sangre pensando o mentalizados de que es un derecho que deben cumplir como ciudadanos.
“La donación de sangre no es un derecho de la gente. Significa que, si vos querés venir a donar sangre no podés venir y exigirme como derecho tuyo a donar, porque hay cierta cantidad de filtros que hay que pasar para ser donante. Por eso no es un derecho ciudadano, es un privilegio de la gente con estilo de vida saludable", indicó la doctora.
“En todo proceso que lleve adelante un paciente hay un riesgo, un riesgo administrativo le decimos nosotros de error humano”, comenzó diciendo la especialista sobre los riesgos que pueden ocurrir durante las transfusiones.
Suponiendo un caso de homonimia, dos personas con el mismo nombre, pero con diferentes tipos de sangre, existe un mecanismo de identificación o procedimiento administrativo dentro de la institución para reducir al mínimo el margen de error.
Ahora, en el caso de que una persona recibe un grupo sanguíneo que no es el suyo, existen efectos denominados adversos. Los mismos se dividen en dos, los tardíos y los inmediatos.
El efecto adverso inmediato puede tener varios síntomas luego de una transfusión de sangre, entre ellos se pueden citar la picazón, enrojecimiento de la piel hasta complicaciones más graves.
“Un paciente recibe una sangre, enseguida si es que no es del mismo grupo o es alérgico, le produce urticaria, una picazón, se pone roja la piel o sino, le da inmediatamente un problema respiratorio. También le puede dar una reacción injerto-huésped (rechazo)”, explicó Vargas.
Los efectos tardíos, son producidos debido a las infecciones virósicas que se transmiten como el Sida, la Hepatitis B y C. Las mismas son denominadas víricas debido a que no son detectadas de inmediato sino luego de varios meses.
Y para evitar este tipo de problemas en el CENSSA cuentan con mecanismos como la referencia del paciente y los protocolos para que este se convierta en donante.
Para donar sangre hay algunos requisitos que cumplir, entre ellos: en cuestión de edad entre los 18 y 65 años, o en caso de ser menor de edad, tener el consentimiento firmado de los padres; tener más de 50 kg y un estilo de vida saludable, es decir, personas que se sienten sanas.
De cualquier forma, antes de proceder a la extracción, el paciente es sometido a un chequeo clínico, con el control de hemoglobina, presión arterial y luego se le practica una encuesta clínica sobre la vida que lleva.
Luego de pasar por estar pruebas pasa a donar la sangre, que luego es sometida a estudios laboratoriales, tanto serológicos como inmunológicos.
Hoy por hoy el Centro Nacional de Servicios de Sangre viene implementando una estrategia para captar donantes y aumentar la cantidad de voluntarios a nivel país.
“Nosotros estamos implementando una estrategia que se llama ‘Colecta extramuros’, que significa las colectas móviles o las colectas que salimos fuera del banco de sangre”, señaló la doctora Elsi Vargas.
Esta acción se lleva a cabo en distintas locaciones como por ejemplo, plazas, empresas privadas e incluso en los cuarteles tanto de la Policía Nacional como de las Fuerzas Armadas.
La nueva táctica que se viene efectuando parte de la premisa de que “la gente muchas veces tiene impedimento, no tiene libre o está en horario de trabajo. Entonces nos vamos nosotros, como institución, como banco de sangre móvil con toda la seguridad que tiene un banco de sangre, hacemos la colecta”, expuso la especialista.
Cuando se trata de adultos, un volumen de sangre beneficia a dos personas. Por ejemplo, los glóbulos rojos para las personas víctimas de accidentes de tránsito y el plasma fresco para otras personas.
En cuestión de niños, un volumen puede ayudar a cinco. “Tres personas se salvan, sí o sí de un donante, porque las plaquetas puede usar un paciente, el plasma otro paciente y otro los glóbulos rojos, o sea de una unidad puedo usar para tres pacientes diferentes”, declaró la Directora del CENSSA.
Desde este año el Centro Nacional de Servicios de Sangre cuenta con una máquina de aféresis. La misma realiza la separación de los componentes de la sangre para las transfusiones o para tratamientos de enfermedades inmunológicas.
Con este equipo, a la gente que sufre de “púrpura”, una enfermedad hemorrágica, se le sustituye el plasma por otro sano. La médica mencionó que para algunas enfermedades, el aféresis es el único tratamiento que se le puede aplicar.