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Quedarse en un semáforo del área metropolitana por algunos minutos es suficiente para percatarse de la presencia de numerosos niños de 3 años en adelante acercándose a la ventanilla del coche a pedir una moneda para comprar comida. La cruda realidad es la misma desde hace años, y no parece traducirse en una mejoría, pese a que en estos días el Ministerio de Salud Pública emitió un informe en el que habla de una disminución progresiva de un 15%a un 12% en el nivel de desnutrición crónica infantil que sufre nuestro país, con respecto al año 2010.
Avance que no se nota
Tristemente, los datos de la Unicef siguen hablando de que en Paraguay, de cada 1.000 niños y niñas que nacen, 19 mueren antes de alcanzar los 5 años, 16 antes de cumplir el primer año y 11 antes del primer mes de vida. Asimismo, el 44,1% de la niñez menor de 5 años sufre o está en riesgo de desnutrición.
La tarea que queda por delante es grande y desafiante, sin embargo, el Ministerio de Salud, a través del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN) habla de esfuerzos que se están poniendo en marcha para garantizar la salud y el bienestar de la niñez paraguaya.
Una de las aristas del trabajo tiene que ver con la implementación del Programa Alimentario Nutricional Integral (PANI). El PANI es la estrategia nacional para combatir la desnutrición materna e infantil, sustentado por la Ley N° 4698/12 “De Garantía Nutricional en la Primera Infancia”. Abarca un conjunto de actividades de manera tal a prevenir la desnutrición desde el nacimiento, así como también de recuperación nutricional, para los menores que, lamentablemente, ya han sufrido las secuelas de la falta de alimentación en la primera etapa de su vida.
En el área de recuperación nutricional, se trabaja específicamente en programas Materno Infantiles, de tal manera a estimular la asistencia a controles de salud y favorecer la ejecución de otras medidas preventivas a través de controles mensuales y entregas de complementos nutricionales a los usuarios.
Un paso
Los últimos datos del Ministerio de Salud Pública hablan de que en este programa fueron asistidas más de 113.000 personas con riesgo o criterios de desnutrición, entre las que se encuentran niños, embarazadas y casos excepcionales. (informe de los años 2016 y 2017).
A esta población se le está proveyendo en forma mensual 2 kilogramos de leche entera en polvo enriquecida con hierro, zinc, cobre y vitaminas.
Del grupo de beneficiarios del programa de desnutrición, 97.561 son niños y niñas menores de 5 años, 27.429 son embarazadas y 1.890 son casos excepcionales.
Solo entre enero y junio de este año, la cobertura del PANI benefició a 60.191 personas con deficiencia nutricional.
El esquema contempla además la entrega de medicamentoscomo complementos nutricionales para las personas que lo necesiten, así como el control y evaluación nutricional periódica.
Se apunta a atención integral
Si bien aún queda mucho por hacer en materia de accesibilidad a este servicio médico, el Ministerio habla de que para los beneficiarios que ingresan al plan, se intenta realizar una atención integral, que incluye una capacitación a los padres para que sepan con precisión cómo preparar la leche, el tipo de alimentación con el que se debe acompañar este régimen, además de las instrucciones de higiene y formas de prevenir la desnutrición que deben seguir los padres.
El PANI tiene como objetivo principal prevenir la desnutrición en los grupos vulnerables, pero también, auxiliar oportunamente a aquellos que ya se encuentren en proceso de desnutrición. Siempre es posible revertir la problemática de salud y salvar la vida de un niño.
En la actualidad, el Programa Alimentario Nutricional se implementa en todo el país, en 245 distritos de las 18 regiones sanitarias.
Cómo incluirse
La doctora Laura Mendoza de Arbo, directora del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición, precisó que cualquier paciente menor o adulto que requiera de la provisión de leche fortificada por encontrarse en estado de desnutrición, simplemente debe acercarse hasta cualquier servicio de salud o Unidad de Salud Familiar, y solicitar una consulta con un especialista, que evaluará su estado nutricional y lo incluirá en el programa para realizar el retiro periódico del alimento.
Los beneficiarios son detectados en los Consultorios de Crecimiento y Desarrollo y Control Pre Natal de los Servicios de Salud.
Una vez ingresado al programa, cada beneficiario debe acudir mensualmente a realizarse su Evaluación Nutricional y control, para luego retirar su leche enriquecida con hierro, zinc, cobre y vitaminas. Este proceso se extiende por un año en el caso de los menores de 5 años y, en el caso de las embarazadas, desde el momento de su ingreso hasta seis meses post parto.