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La granja San Bernardo, ubicada en el distrito de Naranjal ofreció sus instalaciones para experimentar formas de aprovechamiento de los efluentes, con apoyo del Centro de Investigación en Tecnologías Energéticas, dependiente del Parque Tecnológico Itaipú y la Administración Nacional de Electricidad.
Esta última institución aportó el generador, mientras que el PTI trabajó en la generación del biogás que después se convierte en energía eléctrica mediante un dispositivo que se conoce como biodigestor, precisó el ingeniero Juan Domanizcky, coordinador del CITE.
“El biogás se genera a partir de la excreta del cerdo, eso después pasa por un tratamiento y se acondiciona, el gas se acumula y se quema dentro del grupo generador de la ANDE, se obtiene de un proceso que se llama metanogénesis a partir de una biodigestión anaeróbica, las bacterias producen casi 70% de metano y 30% dióxido de carbono, acido sulfídrico, vapor de agua, y otros gases”, explicó el profesional.
A criterio del ingeniero, lo destacable de este proceso consiste en sacar provecho de una materia que hubiese sido contaminante de cauces hídricos. El PTI desarrolló un proyecto integral para hacer un sistema de tratamiento de gases y conectar al grupo generador para abastecer al consumo energetico de la granja, que hoy aporta el 100% de la carga energética de la misma.
“Lo que estamos logrando es que ese liquido sin valor agregado, los introducimos dentro de un biodigestor que procesa y el resto del efluente se utiliza para un fertilizante que la granja esta vendiendo como fuente de ingresos, aparte de generar su propia energia, de otra manera la granja tendría que tener una planta de tratamiento de efluentes, por ende proponemos no solo tratar los desechos orgánicos, también producir energía y combustible para el generador”.
El coordinador citó otro proyecto también relacionado a la producción de energía eléctrica a través del rumen de la vaca, es decir el pasto que fue digerido por el animal se extrae una vez que fue faenado para producir biogás, también con ayuda de un biodigestor de menor porte, básicamente lo que hace es descomponer la materia orgánica y disminuir lo máximo posible el DQO (demanda química de oxígeno).
“El biogás se puede usar en la cocina, en el transporte, una vez que pasa por tratamiento y tiene una pureza de 90%, con eso sería prácticamente un gas natural que en todos los países se utiliza para mover vehículos, generar calor en granjas avícolas y porcinos, y se reduzca la mortandad en estos establecimientos”, puntualizó el ingeniero.
Domanizcky aclaró que el Parque Tecnológico no producirá biogás a gran escala, sino que trabajará en el desarrollo de patentes y tecnologías, para que sean las industrias las que masifiquen un producto de este tipo, es por ello que consideró fundamental el aporte del sector privado. “Toda esta etapa de desarrollo es absorvida por el parque, queremos socios para garantizar un proceso de transferencia tecnológica adecuada”, acotó.