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Antonia Raquel Montenegro (32) y Miguel Obregón (34) recibieron a ABC Color en el hospital San Pablo para contarnos cómo llegaron los quintillizos a su vida, de una manera absolutamente natural. “Solo sabemos que fue una bendición grande que nos envió Dios”, dijo la flamante madre.
Los padres son oriundos de la ciudad de Santa María, departamento de Misiones. Se conocieron cuando ella tenía 14, y él, 16. Eran compañeros del colegio. Él se enamoró primero y la empezó a cortejar. En un primer momento fue difícil, porque eran muy jóvenes y los padres no aprobaban el noviazgo. Pero el tiempo se encargó de demostrar que eso que todos llamaban “un amor de adolescencia”, sería duradero y real.
Pocos años después se casaron por civil. No se apuraron por buscar bebés, pero cuando ya llevaban 7 años juntos, llegó un embarazo y fue recibido con muchas ganas.
Era un niño y lo esperaron con mucho amor, pero la vida les puso una dura prueba: perdieron al bebé.
Con fortaleza y el respaldo de sus familiares superaron el dolor, hasta que, hace seis años, llegó la nena: Jaquelin.
Desde entonces, solo se dedicaron a disfrutar y cuidar de su princesa, hasta que, en enero de este año, Antonia y Miguel decidieron que era momento de buscar un segundo bebé. Ella dejó de aplicarse el anticonceptivo inyectable, y pasaron meses soñando con cómo sería el hermanito de Jaquelin.
Por alguna razón, imaginaban una nena. En mayo, por fin, el test dio positivo. En el primer mes, al hacerse la ecografía, el doctor les adelantó que el embarazo sería múltiple, pero les dijo que serían solo cuatro. Al venir a Asunción a hacerse la segunda eco, descubrieron que había un quinto bebé escondido en el grupo.
Después del momento difícil que pasaron, Miguel Hugo, Miguel Iker, Antonia Xiomara, Antonia Araceli y Antonia Abigaíl llegaron para alegrar sus días, en la tranquila tierra misionera.
Fuimos hasta el Hospital San Pablo a visitarlos. Mientras ingresábamos por los pasillos, las personas percibieron a quiénes buscábamos, y nos guiaron hasta encontrarlos.
Inmediatamente nos percatamos de que son "famosos" en el hospital.
“Tal vez no me hice famoso por ser futbolista, pero había sido por ser papá también se puede ser famoso”, nos dijo Miguel con una enorme sonrisa, al recibirnos en la sala donde en estos días está instalado junto a su esposa, esperando a que los bebés sean dados de alta. No pueden alejarse del hospital, pues deben ingresar a ver a sus bebés cada dos horas. Están siguiendo el método canguro, que consiste en que los padres se mantengan en contacto físico y afectivo con sus niños prematuros, para aliviar el estrés que sienten los chicos al permanecer en terapia.
- Tener quintillizos no es algo que se da todos los días. ¿Siguieron un tratamiento médico que derivó en embarazo múltiple?
-Miguel (M): No hicimos ningún tratamiento, fue algo completamente natural.
-Antonia (A): Creemos que puede tener algo de hereditario, ya que mi hermana tiene hijas mellizas. Solo sabemos que fue una bendición grande que nos envió Dios.
- Miguel, como papá, ¿cómo reaccionaste al saber que serías padre de cinco niños más?
-No voy a negar que me sentí un poquito asustado al principio, pero después feliz.
Cambió totalmente el panorama. Yo trabajo como mecánico de motos y el laburo me servía para criar a una niñita de seis años, pero ahora, con seis hijos, creo que tendré que trabajar más (risas).
- ¿Qué dice su hija mayor?
-M: Está enloquecida. Demasiado ya quiere ver a sus hermanitos, pero los doctores aún no permiten visitas. Los bebés se parecen mucho a su hermanita, tienen la carta de ella.
- Antonia, ¿qué fue lo más difícil del embarazo?
-Los últimos tiempos. Al principio se sentía como un embarazo normal, pero a partir de los cinco meses creció mucho la panza y el tema del peso. Incluso se me cortaba la respiración… ahí ya tuve que hacer reposo absoluto.
- ¿En algún momento les dijeron que la vida de los bebés podría estar en peligro?
-A: Siempre hay riesgos, y desde el comienzo se sabía que el embarazo no llegaría a los nueve meses. Pero, creo que mi tranquilidad me ayudó a llevar bien el embarazo.
- ¿Cuándo estarán de alta los peques?
-Y, depende de su evolución. Si seguimos como estamos ahora, en un mes o mes y medio ya podremos llevarlos a nuestra casa.
Antonia no esperó a sentir dolores de parto ni ninguna incomodidad para venir hasta Asunción. Por el alto riesgo de su embarazo, vino a internarse al San Pablo hace ya dos meses, es decir, desde que tenía cinco de gestación. Ahora, solo uno de los peques, Miguel Hugo, está siendo asistido con respirador. Los demás hermanos siguen en incubadoras, solo para completar el procedimiento normal de desarrollo.
¿Cómo están los niños en cuanto a peso?
-A: El peso que tienen está muy bien para ser un embarazo múltiple. Ahora perdieron un poquito de peso, pero los médicos dicen que es normal.
¿Cómo se manejan con la alimentación de los niños?
-Desde ahora estoy empezando a extraer mi leche para darles, pero antes se estaban alimentando del banco de leche del hospital.
¿Te dará a basto la leche para los cinco?
-Ahora mismo sí, porque toman poquito, pero más adelante van a necesitar tomar fórmula.
¿Qué tal se está portando la gente con las donaciones?
-M: Excelente. Hay mucha solidaridad en Paraguay. Algunas personas vienen a visitarnos y nos entregan sus donaciones en persona, otras lo hacen a través de giros telefónicos. No nos podemos quejar, mediante eso estamos muy tranquilos.
Mientras los quintillizos estaban en la panza de mamá, los padres pensaron bastante en qué nombres les pondrían. Finalmente decidieron que el padre se encargaría de elegir el nombre de los nenes, y la madre, de las niñas. No tuvieron que esperar mucho para conocer el sexo de los bebés. Desde la ecografía que se hizo Antonia a los cuatro meses, ya se mostraron claramente: serían tres nenas y dos varones.
- Al momento del parto, ¿sufriste mucho?
-No. Fue como un alumbramiento normal, eso fue lo más llamativo para mí, porque, pensando, daba la impresión de que sería una cesárea complicada, pero Dios nunca me abandonó.
- ¿Cómo harán para atender a tantos niños a la vez?
-Somos de una familia numerosa, así que para cuidarlos no vamos a tener problemas.
El matrimonio religioso es una materia pendiente desde hace años para Antonia y Miguel. Ahora que les llegó este regalo, piensan celebrarlo con una linda ceremonia, rodeados de su cortejo de herederos.