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Fidel David Fernández presentó el miércoles pasado 12 pinturas suyas en el Circulo de Delegados de la capital francesa, en las cuales retrata de una forma cruda la problemática actual de la sociedad paraguaya, como los niños de la calle, las mulas de los traficantes, indigentes en las escuelas y en los hospitales públicos y los políticos que manipulan al humilde electorado, entre otros.
Su talento le hizo acreedor del Premio Henri Matisse 2012 con las pinturas de gran formato “Dedo índice” y “Tacumbú”. La primera es una crítica al sistema bipartidista de Paraguay y el segundo, toda la voracidad del hacinamiento penitenciario, describe el artista. Con ello consiguió la oportunidad de seguir formándose en Francia por dos meses.
“Son dos meses de estadía en Paris, en la Cité Internacionale des Arts. Aquí en la habitación se cuenta con un atelier para trabajar. Aparte, la experiencia de visitar los principales museos de la ciudad y conocer lugares históricos produce un gran desorden en la cabeza, es como si se agitara las neuronas y luego lentamente van reposando”, nos cuenta.
Fidel mencionó que siempre le gustó pintar en gran formato, pero en esta ocasión tuvo que hacerlo en lienzos de pequeñas dimensiones y también pintó un autorretrato usando los dedos en vez de pincel. “La exposición me resultó interesante, creo que uno siente que falta mucho por madurar y poco tiempo para ello. Como culminación a la residencia artística está bien, es un buen comienzo”, expuso.
Desde muy joven, el arte sedujo a Fidel. “Con la pintura empecé cuando estaba en el colegio, pero la vocación creativa, esa idea que a través del arte podía expresar toda la plenitud de mi vida, la encontré en la lectura, fue como el disparador de mis sueños”, señaló.
Además de las pinturas, sus manos también esculpen con su material preferido: el takurú. “Hace como 8 años que estoy pintando en forma continua, en gran medida por el apoyo de una gran persona, amigo y hermano (Burkhard Wittkowski). A partir del incentivo y de ese apoyo económico, mi producción tuvo continuidad como una serie”, sostuvo.
El artista describe sus obras como figurativas: “A estos personajes los trato dentro una realidad o dimensión social. La observación de las diversas vivencias y situaciones cotidianas son los principales puntos de partida para hacer una obra, esto lleva que tenga mucha narrativa”, explicó.
Entre galardones y premios que se adjudicó en su ascendente carrera, Fidel nos cuenta que uno de los más significativos fue una mención especial del jurado fuera de concurso que le dieron en 2005 en el Concurso Juvenil de Pintura organizado por el CCPA y Amigos del Arte. “Fue un gran incentivo en un momento difícil”, añade.
Tras la exitosa exposición de sus obras realizadas en Francia, consultamos al artista compatriota sobre sus proyectos a su regreso a nuestro país. “Creo que iré a plantar mandioca con mi papá”, respondió de forma jocosa.