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Poner, quitar, lavar, secar al sol o al calor de la estufa y volver a envolver al bebé. Este era el ciclo que cumplían nuestras abuelas y mamás hasta mediados de los '90 para dejar a los bebés limpios luego del cambio de pañal.
Y a nadie le parecía trabajoso, pues poco y nada se escuchaba aún hablar de los pañales desechables.
Los nuevos tiempos nos acostumbraron a la facilidad de tirar todo ni bien se ensucie y la vorágine diaria hizo que no solo los pañales se convirtieran en desechables. Con el fenómeno del “pone, quita y tira”, comenzaron a llegar las afecciones en la piel del bebé, como la dermatitis del pañal y otras irritaciones que son un calvario diario con el que deben luchar muchas mamás, cuyos niños nunca terminan de curarse.
Pero, en el camino de seguir prefiriendo lo fácil y rápido, olvidamos cuestiones básicas, como por ejemplo que si el bebé se irrita es porque la piel no está respirando, envuelta en plástico la mayor parte del día.
Si un pañal desechable demora 500 años en degradarse, ni siquiera podemos imaginar a cuánto asciende el nivel de nocividad para el planeta si tenemos en cuenta que un solo bebé recién nacido se cambia entre ocho y 10 veces al día, frecuencia que va disminuyendo conforme crece.
Toda esa cantidad inconmensurable de basura va a parar a los vertederos y al mar, contaminando así las aguas, parte fundamental de nuestro planeta.
El innovador enfoque de pensar en el ambiente al momento de cuidar a nuestros bebés está más cerca de lo que imaginás. En Paraguay ya tenemos referentes que han traducido su satisfactoria experiencia con los pañales reutilizables en una iniciativa comercial, ofreciendo así a otras mamás la posibilidad de vivir esta aventura de recuperar la amistad con la ecología, y, de paso, ahorrarse una cantidad inimaginable de dinero en la adquisición de pañales desechables.
Si bien es el mismo concepto que utilizaban nuestras abuelas en tiempos remotos, los pañales reutilizables vuelven como una tendencia renovada, modernizada y recargada, pensando no solo en la limpieza del bebé, sino también en la salud de su piel y en el cuidado del ambiente.
Jessica Céspedes Narváez, madre de dos niños -de 4 y 1 año y medio- y con un bebé en camino, se dedica a la importación y venta de pañales ecológicos desde noviembre de 2016, y en la actualidad los importa directamente desde China.
Ella no niega que cuando supo sobre los pañales reutilizables, a través de un amigo alemán, su primer incentivo fue el ahorro. “Te digo la verdad: mi economía estaba dura y cuando me percaté de que por lo que gastaba en un paquete de pañales descartables a la semana me compraba pañal ecológico reutilizable hasta que mi bebé dejara los pañales, me di cuenta de que el ahorro es contundente”, manifestó la propietaria del negocio denominado Ecochiqui’s Colitas de Tela Paraguay, una tienda virtual que se maneja exclusivamente a través de pedidos en su página de Facebook y cuenta con servicio de delivery.
Luego de darse cuenta del ahorro contundente que representaba el uso de pañales reutilizables y de mejorar notoriamente sus finanzas, Jessica también comenzó a sentirse aliviada al ver que su bebé ya no se irritaba constantemente y que su casa ya no estaba repleta de basura producida por pañales.
Quizá se esté preguntando si este tipo de pañales podría funcionar en su caso, pues tal vez piense que el hecho de lavar representará una sacrificada tarea que no podrá cumplir teniendo en cuenta el veloz ritmo de vida. Pero no es tan difícil como se imagina, ya que la modernidad ha traído consigo facilitadores de limpieza y alternativas que tornan la tarea mucho más fácil en comparación con el duro trabajo que les tocaba a nuestras abuelas con el chiripá.
Los materiales también avanzaron en calidad. Las telas comunes a las que nuestras abuelas les tejían bordes de crochet dan paso a fibras de primera calidad, transpirables y beneficiosas para la piel del bebé.
Los pañales reutilizables están hechos de PUL (poliuretano laminado), un materia impermeable que demora 50 años en degradarse, resultando menos nocivo para el planeta.
Y, aunque cueste creerlo, un solo pañal reutilizable que usted adquiere le puede durar desde que el niño nace hasta que aprende a usar el baño, aproximadamente a los dos años y medio, debido a que son unitalla, es decir, cuentan con botoncitos que se van adaptando a la cintura del bebé conforme este crece.
Incluso, nos explica la conocedora en el tema, son heredables a un próximo hermanito. Solo depende de que se cuidan bien y lo principal para ello es saber cómo lavarlos correctamente.
“Los pañales están preparados para ser lavados a máquina, con eso no hay problema. Lo que sí hay que tener muy presente es evitar la lavandina y el suavizante, porque debilitan las fibras del material. Para su limpieza, los pañales ecológicos solo necesitan agua, jabón neutro y sol”, detalla Jessica Céspedes.
Sí, nos imaginamos que te vendrán a la mente ciertas dificultades, como por ejemplo: “¿Qué pasa cuando salimos a algún lugar y el bebé necesita un cambio? No puedo estar lavando un pañal en otro sitio. ¿Tendré que acarrear pañales sucios?”.
Estas preguntas tienen una respuesta de la mano de nuestra mamá experta Jessica, quien asegura que es factible que una mamá se maneje exclusivamente con pañales utilizables durante toda la primera infancia del bebé.
“Con mi hija, desde el día uno hasta que dejó los pañales, usamos solo ecológicos. Gracias a Dios, ya hay accesorios como las bolsas para guardar los pañales sucios y rollitos de liner, que son facilitadores de lavado, porque cuando salís no cargás con los desechos, sino que los tirás al inodoro. Son superprácticos”, cuenta.
Pero detengámonos un segundo para explicar en qué consisten los liners. Son finas telitas biodegradables de bambú que se adhieren al pañal de tela y están en contacto directo con la piel del bebé. De esta manera, todo lo que cuesta limpiar queda encima del rollito y se desecha al instante, quedando el pañal de tela casi totalmente limpio, como para meterlo luego al lavarropas con tranquilidad.
Estas telitas de bambú son de uso opcional, porque también el pañal está preparado para usarse solo. Pero como facilita el lavado, Jessica nos cuenta que muchos padres se decantan por incluirlo en la compra. Como están hechos de bambú, un material natural, se degradan en tan solo 50 días. “No hay excusas para no usarlos”, añade nuestra entrevistada.
Vayamos al tema doloroso e interesante: ¿Cuánto dinero se puede llegar a ahorrar eligiendo los pañales ecológicos?
Una breve consulta de precios en supermercados nos muestra que un paquete de 40 pañales se valúa en un promedio de G. 90.000. Este paquete dura, como máximo, dos semanas para un recién nacido. Es decir, necesitamos dos de estos paquetes para llegar al mes, por lo que terminamos gastando G. 180.000 o más, dependiendo de la marca.
Ahora, multipliquemos G. 180.000 por doce meses y obtendremos como resultado que en un año ya habremos gastado G. 2.160.000 tan solo en pañales.
Ahora hagamos un comparativo. El precio actual que se maneja en el mercado para adquirir un pañal ecológico es de G. 60.000 por unidad, ya con su absorbente incluido.
La conocedora del tema nos explica que la mamá de un recién nacido necesita un promedio de entre cinco y 15 pañales para manejarse con comodidad al momento de los cambios y no tener que estar lavándolos a cada momento. “El recién nacido se cambia entre ocho y 10 veces al día, por lo que tenés que tener entre cinco y 10 pañales limpios disponibles para el cambio”, explica Céspedes.
Entonces, precisa Jessica, la inversión que necesitarías hacer si decidís ser usuario de pañales ecológicos por un kit de 10 pañales es de G. 550.000, pues al comprar cierta cantidad realiza un pequeño descuento a sus clientes, reduciendo el costo unitario a G. 55.000.
Con esta inversión, que quizá resulte un tanto fuerte para hacerla de una vez, se debe considerar que ya uno puede manejarse con el bebé por todo el tiempo que use pañales, pues los mismos solo se lavan y se vuelven usar. Además, claro, solo se regula el tamaño de la cintura con los botones incorporados.
“Hay mamás que tienen hasta 25 pañales para su mejor comodidad y no andar lavando a cada rato, pero ya es decisión de cada madre”, nos comparte nuestra entrevistada, quien destaca que hay padres en Paraguay que ya dejaron absolutamente de gastar en pañales convencionales.
Hay un factor muy importante a tener en cuenta: los bebés disminuyen la frecuencia de recambio conforme crecen. Es decir, si tu hijo ya tiene 10 meses y recién comenzarás a probar con los pañales ecológicos, se debe calcular cuántos pañales usa el bebé al día y multiplicar esa cantidad por dos. Así, si tu bebé usa cinco pañales al día, solo necesitás 10 pañales ecológicos para manejarte cómodamente.
Acudimos a la opinión de una profesional en pedriatría, la doctora Julia Acuña, para saber qué piensa la medicina sobre esta innovadora tendencia.
La doctora Acuña afirmó que recomienda a sus pacientes el uso de los pañales de tela, pues “están hechos a partir de un conjunto de materiales biodegradables y, a diferencia de los pañales desechables comunes, estos excluyen por completo el uso de fragancias sintéticas y productos químicos. Por esta razón no solo reducen el impacto ambiental, sino que también implican un mayor y mejor cuidado de la piel del bebé”, manifestó la doctora.
Entre otras ventajas, la médica mencionó que los pañales reutilizables “son más suaves que los pañales desechables comunes, puesto que están elaborados en su mayoría a partir de pulpa de bambú, absorben muy bien la humedad y no acumulan malos olores gracias a que la tela de bambú contiene agentes antibacterianos”, precisó la pediatra.
Además, la especialista destacó que los pañales ecológicos permiten la buena transpiración de la piel, “por ende, hacen que el bebé se mantenga fresco tanto en invierno como en verano”.
Y, para los bebés alérgicos la ventaja es aún mayor. Según enfatizó la doctora Acuña, los pañales lavables “son hipoalergénicos, con lo cual son perfectos para las pieles sensibles. Además, los que se comercializan en la actualidad son fáciles de lavar y no hace falta hervirlos”, agregó.
La pediatra comentó que entre sus pacientes hay una cantidad significativa de madres que utilizan exclusivamente pañales ecológicos.
“Me parece una opción muy válida, teniendo en cuenta que un niño necesita una media de 5.000 pañales desechables para los dos primeros años de vida y los desechos representan la tercera partida más grande (después de los periódicos y de bebidas y envases de alimentos) en el flujo de residuos sólidos urbanos”, resaltó la doctora.
La opción siempre queda al libre albedrío de los padres. Hay quienes definitivamente nada quieren saber de lavar pañales y hay quienes se decantan por esta alternativa un tanto obligados por el pediatra, ya que el bebé es muy alérgico y definitivamente no puede estar en contacto con el plástico. No está de más probar la tendencia al menos una vez antes de descartarla y, por qué no, comenzar a utilizarlos en forma intercalada con los pañales convencionales hasta corroborar qué tantos beneficios reditúan en nuestro diario trajinar con los más pequeños de la casa.