Cargando...
Varios fueron los intentos de crear un elenco de Ballet en la ciudad de Asunción desde la década de los 50 del siglo pasado, sin embargo siempre resultaron infructuosos.
En 1971 María Retivoff, creó el Ballet Moderno Municipal, un año más tarde, en 1972, su madre, Tala Ern de Retivoff, fundó el Ballet Clásico Municipal. Ambos elencos concretaron el sueño anhelado por muchos.
Cuando madre e hija partieron rumbo a Perú en 1973, Teresa Capurro tomó la dirección de ambos elencos y los combinó bajo el nombre de “Ballet Clásico y Moderno Municipal”.
Alguien quien ha visto crecer al Ballet durante estas cuatro décadas ha sido su actual director, Miguel Bonnin, quien conversó con ABC Color.
“Cuando el Ballet se creó yo estuve como oyente durante tres años, tenía 14 o 15 años”, relata Bonnin.
Luego de esos tres años, el profesor viajó al exterior, de donde no volvió sino hasta 1990, cuando le propusieron la recuperación del elenco. Desde entonces, hace ya 22 años, se encuentra al frente del Ballet.
Para Bonnin, los peores años para el Ballet Municipal, fueron los de la década de los ’80, cuando la dictadura stronista, ya en sus últimos respiros, ignoraba el trabajo artístico.
“Se hacía un vacío muy grande, nunca se prohibió pero se ignoraba al Ballet”, recuerda Bonnin. Durante varios años el elenco siguió ensayando, sin embargo no se registra una sola actuación durante varios años. “Se tenía muy poco respeto hacia el trabajo del artista”, asegura.
Luego del Golpe de Estado del 2 y 3 de mayo de 1989, la historia cambió también para el Ballet Municipal.
“Desde aquél entonces se sucedieron intendentes democráticos que hicieron más concreto el apoyo para el Ballet”, indica.
Desde aquel entonces, el Ballet logró estructurarse con miras a las exigencias del mundo actual para conseguir un trabajo mucho más profesional. A principios de la década de los ’90 el elenco tenía ensayos de dos horas diarias, actualmente trabaja cinco horas por día. “Es comparable a lo que trabaja el Ballet del Teatro Colón que trabaja seis horas pero con una hora de receso, nosotros trabajamos las cinco horas seguidas”.
A partir del año 1992, además, se cuenta con el apoyo del grupo “Amigos del Ballet” que se ha encargado de conseguir apoyo económico del sector privado.
En lo que a presupuesto se refiere, el Ballet ha crecido mucho, sin embargo falta todavía mucho por conseguir. “Siempre es una tarea difícil, contamos con el apoyo de la Municipalidad y de un sinnúmeros de empresas”, relata Bonnin.
El director del Ballet señala que el Ballet es un arte caro, por la necesidad de escenografías, luces, piso especial, vestuarios, entre tantas otras cosas más.
“Para lo que se gasta en Paraguay, se gasta mucho, pero no llegamos ni al cinco por ciento de lo que se gasta en el Ballet del Teatro Colón, el Ballet de La Plata, el Ballet de Santiago de Chile, o el Ballet Nacional SODRE de Uruguay”, acotó.
“Nosotros hacemos las cosas pese a las dificultades por pasión, por la mística, por el amor al arte. Con poco, hacemos mucho”, agregó.
Y tanto esfuerzo tiene su recompensa, más todavía cuando se encuentran con salas repletas en cada función.
“El público paraguayo gusta mucho de los espectáculos del Ballet, pese a que no se tiene una gran publicidad. Es un público que viene por el boca a boca, porque conoce la calidad de los espectáculos que presentamos”, cuenta el profesor.
El Ballet cuenta ahora con varias invitaciones para viajar al exterior, entre los destinos están Nueva York y ciudades del interior de Argentina. “Queremos viajar más, ir al interior del país, pero para eso necesitamos todavía más infraestructura”.
Para celebrar sus cuatro décadas de existencia, el Ballet Municipal prepara una serie de galas. La celebración arranca en mayo con la puesta en escena de la obra “Salomé”, a partir del 18 de mayo.
Las celebraciones continuarán en agosto, con una gala durante la que se presentarán grandes éxitos del Ballet Municipal. “Se tendrán escenas de Francesco, Madame Lynch, 33 Horas Bar, El Lago de los Cisnes”, relata el director del elenco.
Pero, la apuesta mayor se da con el intensivo intento de poner en escena la obra “Corazón de Fuego”, basada en la vida de Roque González de Santa Cruz, jesuita paraguayo consagrado santo por la Iglesia Católica.
“Faltan cerrar algunos detalles con respecto a la música, pero si está todo bien la queremos poner en escena este años”, finaliza Bonnin.
La fiesta está preparada, solo falta el principal invitado, el público, para rendir homenaje a las cuatro décadas de buen arte que ofrece el Ballet Municipal.