Contra todo obstáculo

La selección paraguaya de fútbol para ciegos consiguió en Santa Fe su clasificación para el campeonato mundial que se disputará el año que viene. El grupo de diez atletas selló su pase luchando contra todo obstáculo.

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La tanda de penales en el juego por el tercer puesto había llegado a su final. Luego de haber empatado sin goles en el tiempo normal, Paraguay había derrotado 2-0 a Colombia en la tanda y había conseguido su clasificación al Mundial que se disputará -por ahora- en Japón.

Los diez jugadores que forman parte del equipo y los componentes del cuerpo técnico se fundieron en un abrazo eufórico en el que terminaron derramando algunas lágrimas. Los “Mbopis” habían superado otro escollo más en su camino.

El fútbol sala ha venido siendo por varias décadas un deporte atrayente para los jugadores con discapacidad visual, debido a la posibilidad de jugarse en un espacio reducido que permitiera a los competidores utilizar sus demás sentidos.

No fue sino hasta 1986 cuando este deporte comenzó a tomar forma con la disputa del primer torneo en Torrejón de Ardoz (Madrid, España). A excepción de algunas modificaciones, la esencia del deporte sigue siendo la misma, según explica José Maldonado, presidente de la Asociación de Ciegos del Paraguay, a ABC Color.

El juego se disputa entre dos equipos conformados por cuatro jugadores no videntes y un arquero vidente. Para esta disciplina se utiliza un balón especialmente equipado con unas cápsulas sonoras y los encuentros se realizan en canchas de 40 metros de largo por 20 de ancho.

Los arqueros, además de su función habitual, son los encargados de guiar a sus compañeros dentro del campo de juego, al igual que el director técnico y un asistente que se encuentra detrás del arco rival. A la hora de disputar el esférico, el jugador que marca debe avisar en voz alta “voy” para darle a su rival la oportunidad de preparar una evasiva y evitar cualquier accidente.

Desde 1998 se realiza un campeonato mundial de este deporte. En las cinco ediciones, Brasil se ha consagrado en tres ocasiones y Argentina en otras dos. Y desde 2004, el fútbol para ciegos es una disciplina más de los Juegos Paralímpicos.

El fútbol para no videntes llegó a tierras paraguayas hace ya una década. Paraguay se convertiría rápidamente en una de las mejores selecciones a nivel sudamericano y un referente a nivel mundial. En 2006, el representativo logró ubicarse entre los tres mejores equipos de un campeonato mundial.

Además, recuerda Maldonado que nuestro país fue el pionero en la organización de una Copa Americana. “Desde que llegó el deporte fuimos buscando valores en nuestro país y eso nos valió llegar a estar entre los mejores de América y el mundo”, enfatiza Maldonado mientras conversa con ABC Color.


Maldonado reconoce que elegir a los componentes de la selección es una tarea que no representa mucha dificultad en nuestro país, debido a que hasta el momento no se cuenta con muchos jugadores.

Es que en Paraguay no se cuenta con un campeonato como sí lo hacen países como Brasil o Argentina. Las competencias se suelen realizar entre equipos regionales una vez al año, en diciembre.

Además de Asunción, otros puntos como Alto Paraná, Concepción, Coronel Oviedo y Santa Rosa son los que cuentan con equipos de fútbol para ciegos.

Si bien hay jugadores nuevos, en la selección hay todavía una “hegemonía” de los jugadores “históricos”, esos que llevan años practicando el deporte, según nos cuenta José.

Tanta es la calidad de estos jugadores que algunos llegaron a formar parte de equipos que disputan el campeonato brasileño o el argentino.

“Paraguay es muy admirado a nivel internacional no solo por la garra sino por la calidad técnica de jugadores. En materia futbolística estamos muy bien, no hay una selección a la que no le hayamos ganado”, afirma Maldonado

Más allá de la gran hazaña deportiva conseguida por nuestros representantes durante la Copa América que se disputó en Santa Fe, Argentina, todavía hay una historia de sacrificio que hace que los logros sean todavía mayores.

“Si dependíamos de las autoridades nomas no viajamos”, expresa Maldonado recordando los inconvenientes por los que tuvieron que atravesar.

Para que la selección pudiera viajar se realizaron polladas, rifas, exhibiciones y se tuvo que recurrir a un préstamo para cubrir los gastos que representaba la travesía. Desde la Secretaría Nacional de Deportes (SND) les prometieron que ayudarían a reponer ese dinero, algo en lo que confían.

Ahora, en los momentos de alegría, Maldonado no pudo evitar acordarse de la familia Salcedo (de la que forman parte los futbolistas profesionales Santiago “Sa-sa” y José Domingo “Mingo”, que dejaron de cobrar el alquiler de su local para que “los mbopis” pudieran entrenar.

“En los momentos más difíciles nos acompañaron. Pagar G. 200.000 por día iba a ser inalcanzable y estas personas nos cedieron su local con mucha gentileza”, expresa José.

Pese a todas esas dificultades, la clasificación y el aliento que mucha gente les envió a través de las redes sociales han ayudado al equipo a sentirse más comprometidos que nunca con la camiseta de la selección nacional.

El Mundial se disputará el año que viene. En un principio, Japón sería la sede elegida para la cita ecuménica aunque todavía se podría dar un cambio.

En octubre próximo, la IBSA (International Blind Sports Asociation) debe reunirse a definir si se ratifica al país del sol naciente como sede o si elige otra. Es que Brasil presentó su candidatura para alojar la competencia como parte de las atracciones del Mundial de fútbol de la FIFA. También Francia presentó una oferta.

En total serían doce las selecciones que participarán del campeonato. A los tres sudamericanos ya clasificados (Brasil, Argentina y Paraguay) podría sumárseles un cuarto. Aunque eso todavía debe definirse.

Maldonado indica que todas las personas con discapacidad visual pueden ponerse en contacto con la Federación Paraguaya de Deportes para Ciegos o a la Asociación, llamando al 556-004.

“Practicar deporte es lo más hermoso. Estamos queriendo abrir una escuela para niños ciegos e incluso para aquellas personas que hoy por hoy están enclaustradas y que sientan que la vida se les viene encima por su discapacidad”, aseveró.

Es que para Maldonado no hay obstáculos que no se puedan sortea, por lo que invita a las personas con discapacidad visual a animarse a practicar algún deporte y –por qué no- llegar algún día a representar a Paraguay como lo hacen “Los Mbopis”.

En cuanto a la selección, José asegura que la intención es seguir adelante y pide que la sociedad “confíe en nosotros, que vamos a dar la vida para representar dignamente a nuestro país en las competencias que lleguen”.

“Y siempre orgullosos de ser paraguayos”, sentenció.

Esta es (parte) de la historia de estos guerreros que no se han dejado atemorizar por las dificultades y que todavía apuntan a llegar mucho más lejos.

Fuente de las fotos: Página web de la UNL.

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