El paraguayo elegido por un LMFAO

El realizador paraguayo Sergio Marcos deja su cargo de director en la TV Pública para emprender la aventura de su vida: un emprendimiento que lo llevará a seguir con su cámara los pasos del popular músico estadounidense RedFoo, integrante del dúo LMFAO.

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Hace unos meses –en enero pasado– asumía un gran desafío: desempeñarse como nuevo director ejecutivo de la TV Pública, nombrado por Gustavo Köhn, en su cargo de ministro de la Sicom.

Pero antes de empezar su primer cargo público, las relaciones internacionales que había tomado años atrás –como estudiante de cine y televisión en Los Angeles– lo conducirían por nuevos e impensados caminos.

Hoy deja la dirección ejecutiva de la TV Pública para emprender viaje con un contrato concretado con el departamento audiovisual del reconocido cantante, compositor, disc-jockey y rapero estadounidense RedFoo, integrante junto a su sobrino SkyBlu del dúo electro pop LMFAO.

¿Cómo logró el realizador paraguayo captar la atención del multifacético y millonario artista? A días de terminar una etapa, e iniciar el gran salto en su carrera, Sergio Marcos comparte su inédita experiencia.

La historia inicia en Los Angeles, en 2002, cuando realizó un curso de posgrado en producción de cine y televisión en la Universidad de California. “Allá conocí a un compañero latino nacido en Estados Unidos, Alberto Portillo. Fue mi compañero y le empezaron a contratar para trabajar con él, a través de un proyecto, un documental para cuatro músicos”, dice el realizador.

Entre estos músicos, se encontraban nada menos que Will.i.am, miembro de la banda estadounidense Black Eyed Peas, y RedFoo, quienes fueron compañeros de colegio en Los Angeles. “A partir de ahí, a RedFoo le llamó la atención la forma de trabajar de Alberto, el profesionalismo, y le contrató como director del departamento audiovisual”. Y así inició todo.

“El mérito es mi vínculo con mi compañero de facultad, el hecho de haberle mostrado mi reel de materiales”, reconoce. “Juntos grabamos un corto con Eric Estrada (“Inspector Sánchez”), que también es una figura muy importante allá”, comenta, mientras apunta que el nexo con su excompañero de facultad –y, además, el buen trabajo en equipo que realizan– fue fundamental para concretar nuevas metas. 

“Martillo Pictures” –nombre derivado de Marcos y Portillo– es el nombre de la productora que monta en el país del norte para sus trabajos en conjunto.

Tras los estudios en Los Angeles, en 2002, Marcos decide especializarse en la realización de documentales en la escuela San Antonio de los Baños, en Cuba, a través de una beca.

En 2008 realiza el cortometraje “Fuego”, estrenado el 12 de marzo de 2009. El trabajo recorrió distintos países del mundo, llevándose la Palma de Bronce en México, el Premio al Mérito en el Festival de California, además de llegar a un circuito que incluyó desde países como Costa Rica hasta Sudáfrica y Tailandia.

En 2009 y 2010 decide ahondar sus conocimientos y se instala en Nueva York, para estudiar dirección de cine en la New York Film Academy. En 2011 estrena “Inspector Sánchez”, cortometraje donde participa Eric Estrada, escrita por su excompañero Alberto Portillo y producida junto a él, su esposa Sofía y el mismo Marcos. El corto fue nominado a Mejor Corto en el Festival de 168 Horas, de Los Angeles.

Son varios los proyectos en los que el paraguayo contribuirá con su arte: un documental sobre la vida del músico, que combina su perfil de deportista con el del músico popular –podría venderse a las cadenas de MTV, HBO o ESPN–; un reality show, que descubrirá cómo es la vida cotidiana del músico –Marcos lo seguirá en cada paso que dé–; así como una película escrita por Portillo, cuyo guión ya está aprobado, con RedFoo como actor principal –ya en diciembre de este año se estrena “Lost Vegas”, filme donde el músico realiza una participación–.

En medio de tanta faena, Marcos prevé codirigir videoclips del músico y, en setiembre próximo, viajará hasta Australia para acompañarlo en las grabaciones del mundialmente conocido reality musical televisivo “The X Factor”, en cuya temporada RedFoo será el jurado estrella.

Sobre sus primeros acercamientos con el ídolo, el paraguayo comenta que “es una persona súper disciplinada: ser disc jockey no significa que uno use drogas o esté embriagado”, asegura.

Y, aunque prefiere no adelantarse, confiesa sus deseos de traerlo a su país. “Él está interesado en venir a Paraguay en algún momento. Tengo la esperanza de hacer un video musical a lo mejor acá. Voy paso a paso, es gente que voy conociendo recién… es una persona muy querible, inmediatamente accesible”, dice, conmovido.

El realizador destaca especialmente la facilidad con la que se trabaja con el chico LMFAO. “Estimula mucho la creatividad, la proactividad. Permanentemente pregunta ‘qué pensás de esto, de lo otro…’, ‘dónde te gustaría que me mueva’, una mejor toma, o para hacer una escena de vuelta; siempre está perfeccionándose y está consultando. Entonces a uno le hace muy participativo y eso es muy estimulante”.

También comenta que siempre invita a conversar, y de forma permanente. “Uno ve la relación que él tiene con su empleado, como con su familia, así que estoy muy satisfecho de estar trabajando con él”.

Sobre su breve –pero intenso– paso por la TV Pública, Marcos reflexiona que vivió una experiencia “diferente”. “Yo tenía que haber ido a Estados Unidos a principios de enero de este año, pero al surgir esta oportunidad yo siento una responsabilidad con el sector audiovisual”.

El realizador destaca la importancia de la TV Pública para el país y los aciertos que tuvo su colega, Marcelo Martinessi. “También era un canal muy herido por todos los problemas que hubo, mismo por el juicio político, había atrasos del pago de salarios, muchas dificultades…”, apunta.

Sin embargo, también reconoce una frustración: la falta de aporte estético, creativo y técnico a una forma de hacer televisión. “Eso sí podría llamarlo una tarea pendiente, una frustración”, confiesa. “Toda mi vida me formé para estar detrás de cámaras, grabando, dirigiendo… y me ocupé de tareas más de lobby, de presupuestos, de que los contratos estén bien, tratar de ver todos los compromisos anteriores no cumplidos y tratar de ir ganando eso”.

Mientras se aleja del rol en la televisión estatal, Marcos señala sin pudor que su falta de comodidad en el sector público. “Manejo otros tiempos, otros códigos, otros valores…”, dice.

Será por eso que la nueva etapa, donde volverá a tomar la cámara en cada jornada, lo recarga de energía. “Es ahí donde yo me siento como un pez en el agua: estar grabando todo el día con la cámara al hombro… eso es lo que a mí me gusta”.

El desafió de iniciar una carrera internacional también lleva consigo un vacío: alejarse de su tierra y de los suyos, al menos hasta instalarse definitivamente. En su caso, deberá alejarse temporalmente de su esposa y sus tres hijos.

“Estando afuera, uno se da cuenta las maravillas que tenemos acá y se extraña. Tengo 3 hijos, mi esposa –que me acompaña cuando puede– y mi nene más grande que comenzó el colegio… Es un problema la movilidad”, reconoce.

Sin embargo, su entusiasmo se recobra a los pocos segundos, cuando piensa en el crecimiento audiovisual nacional. “Paraguay está viviendo un buen momento audiovisual, en el cine, en la TV, en toda la generación de contenidos”.

¿A dónde apunta, entonces, el Sergio Marcos realizador? “Desde Estados Unidos, también quiero enfocarme a ese gran nicho (del cine). Hay un importante porcentaje de población hispana. Mi condición de hispano y paraguayo es perpetua. Pero en mi carrera necesito potenciar… y esta es una oportunidad”.

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