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Se dice que nació tras la desolación del Delta del Missisipi. Se dice que nació del “hollering”, del llamarse a alta voz de un punto a otro en los campos de algodón.
Se dice que fue W.C. Handy quien lo “recogió” y lo hizo conocer más allá de los confines del profundo “sur negro”. Se dice que llegó a Chicago porque el único tren que iba desde Missisipi hasta el Norte pasaba justamente por allí.
Se dicen tantas cosas, pero en verdad no se sabe mucho y son pocos los que tienen presente la única cosa que es necesaria tener presente: que el blues es la música de la tristeza. “Blue”, en el argot norteamericano, en el lenguaje hablado significa “triste”. Entonces, el blues es la música de la tristeza.
En la historia de los estilos musicales que los negros de Norteamérica han generado, el blues es el primer hijo de los cantos espirituales, de la “spiritual music”, de aquella música nacida de la fusión de ritmos y melodías del África nativa con eso que los esclavos adaptaron -queriéndolo o no- del hombre blanco.
Lo cierto es que de aquello que los esclavos afroamericanos cantaban entre los algodonales ha pasado ya casi un siglo, pero el estilo musical que surgió entre ellos sigue vigente y fue recorriendo el mundo para ganarse adeptos y detractores.
También llegó a Paraguay hace ya algún tiempo.
Desde el punto de vista del músico argentino Gabriel Lema, quien vive en nuestro país hace ya dos décadas, si bien no es muy “popular”, el hecho de que el blues sea la base de gran parte de la música que conocemos hoy en día lo hace reconocible.
Cuando surgió la idea de realizar un festival de blues nacional en Paraguay, los organizadores se encontraron con una movida “bluesera” bastante dispersa. “Hay muchísima gente que hace blues, pero en su mayoría tratan de colocarse como bandas de pubs y compañía”, explica Lema en conversación con ABC Color.
La idea era entonces, según Lema, darles la posibilidad a los músicos de salir del ambiente de un pub, donde muchas veces se tiene que mezclar un poco para ponerle onda al show, para llevarlos a un escenario donde se pudiera apreciar más su música.
“Decidimos hacer un festival competitivo para arrastrar un poco más de gente”, indica el músico, para luego agregar que la idea es un proyecto piloto con la intención de armar un festival anual que congregue a quienes gustan de este estilo musical.
“Decidimos lanzarlo como competencia, para incentivar y favorecer la participación de los músicos. Pero la pregunta que nos saltaba permanentemente era: '¿Tenemos 12 artistas o bandas de blues para sostener un festival?'”, reconoce Lema.
La expectativa no era mucha en un principio, pero al final los de la organización se encontraron con un total de 40 músicos que se inscribieron para participar del evento. Algunos amateurs, otros profesionales. Un tanto con bandas propias y otros como solistas.
Al ser un proyecto muy novedoso, decidieron utilizar las redes sociales como herramienta importante. Los participantes tuvieron la posibilidad de grabar un video y alzarlo a YouTube para que la fan page del concierto los compartiera.
El video que más “Me gusta” consiguiera tendría la posibilidad de grabar un tema con el apoyo de la banda estable de la competencia. Parecería muy poca cosa, pero conseguir músicos para una sesión representa muchas veces un costo muy grande para los músicos.
Al ser un estilo muy antiguo, el blues tiene tantos subgéneros como se pueda imaginar, números mayores que el rock o el metal. Las más variadas corrientes y estilos han surgido dándole una amalgama muy amplia para elegir.
Pero los estilos tradicionales están escritos en compás de 12x8. “Es por eso que elegimos ese nombre”, manifiesta Lema.
El festival contará con tres músicos de una vasta carrera como Gustavo Sánchez Haase,
Gustavo Viera y Carlos Schvartzman como jueces.
Un total de ocho grupos amateurs y cuatro profesionales fueron seleccionados para participar de la gala final que se realizará el próximo miércoles 14 de agosto en el Centro Paraguayo Japonés, a partir de las 21:00.
Todos los grupos tendrán la posibilidad de tocar dos temas cada uno. Lema explica que entre los competidores hay una gran variedad de estilos, por lo que todos quedarán muy contentos.
Las personas que estén interesadas en presenciar el evento lo podrán hacer de manera totalmente gratuita. Pero para una mejor organización, deberán pasar a retirar las entradas del local de la escuela de música “MAIA Jazz y Rock”, sito en Venezuela 923 c/ Sgto. Gauto.
Se podrán retirar hasta dos entradas por persona, de lunes a viernes de 14:00 a 20:00.
El local tiene lugar para unas 500 personas y se espera que esté lleno esa noche. ¿Te lo vas a perder? Anda preparándote, y “let the blues move in”.