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La Municipalidad lo reclama, la compañía Concret Mix lo quiere retener, pero la ciudadanía empezó un proceso para adoptar el cerro Ñemby como suyo: cada fin de semana son más y más las personas que lo visitan y las fotografías pronto inundan las redes.
Hace más de 50 años se inició la explotación de la cantera y detonación tras detonación esa porción de paisaje de Ñemby se fue alterando hasta el contraste que hoy presenta: un cerro reducido con rastros de pesadas maquinarias que, paradójicamente, hicieron florecer un pequeño paraíso de roca, un inesperado atractivo turístico distante a menos de una hora de Asunción.
Tal vez el más seductor de los elementos sea la laguna formada en su interior. Una vez que cesaron las detonaciones y las máquinas retrocedieron, la naturaleza se encargó de llenar el espacio vacío con agua de lluvia. Ingresar a ella no está permitido, pero su inquietante color verde le agrega misticismo al rocoso paisaje.
El cerro Ñemby pertenece al grupo de cerros de la Cordillera de Ybytypanemá, que incluye los cerros Lambaré, Tacumbú (también ex cantera) Kõi y Patiño. Antes de que el ser humano lo modificara, su cima se encontraba a 160 metros sobre el nivel del mar.
Se trata de 72 hectáreas que pronto –si todo sale bien– se convertirían en un parque natural que potenciaría aun más su esplendor. Existen ideas dispersas, como la instalación de ciclovías, construcción de un anfiteatro o miradores, que esperan por un proyecto que formalice la iniciativa.
El Estado paraguayo otorgó los títulos para que la Comuna de Ñemby inicie los trámites para su registro a su nombre, mientras que vialera Concret Mix sigue reclamando su derecho de explotar la cantera por seis años más y seguir extrayendo roca basáltica, materia prima para obras de pavimentación.
Hugo Céspedes, de la comisión formada por lugareños para rescatar el cerro, sostiene que dicha empresa se mantiene en que existe una supuesta adenda firmada por el exministro de obras Enrique Salyn Buzarquis que permite seguir extrayendo recursos hasta el 2023, aunque el MOPC ya declaró que tal documento no existe en sus registros, lo que fue apoyado por la Procuraduría.
En junio del 2016 terminó la licencia de la Secretaría del Ambiente (Seam) y del Ministerio de Obras para hacer extracciones; con esto la ciudad dejó atrás 55 años de temblores.
Al comienzo era un panorama triste, un cerro que fue carcomido en más del 50%; pero hoy se erige como una atracción tan ruda como cautivadora, con un esperanzador futuro turístico para la ciudad.
Entre 1961 y 1962 comienza a explotarse como cantera por la compañía Petrominera Argentina SA hasta 1968, año en que el cerro pasa al dominio de Concret Mix, compañía que instaló una de las maquinarias más modernas de la época, cuya producción era comercializada a Argentina para la construcción de rutas.
En 1974 las calles de Asunción empiezan a ser reparadas con la producción extraída de Ñemby, pero en tres años la cantera se ve imposibilitada de satisfacer la demanda de la Capital, por lo que se recurre a las canteras de Acahay.
Tras el boom que representó la empresa, comienzan los problemas. En 1984 las explosiones cada vez más violentas empiezan a causar daños en las viviendas e instituciones educativas de los alrededores. Pese a esto, en 1989 se extiende el contrato a Concret Mix por diez años más sin licitación, proceso que fue el puntapié para una serie de extensiones en las siguientes décadas.
En el 2000 se conforma la primera organización para recuperar el cerro, la Coordinadora de Salvataje, creada por estudiantes, que iniciaba así su larga lucha por rescatar ese recurso natural que hoy goza de una de sus victorias más importantes, el inicio de su transformación para bien común.
Para ver más imágenes del lugar, también puede visitar nuestra galería de fotografías.
Óscar Lescano Barreto
Alejandro Acosta
Imágenes de dron
Diego Fleitas
Colaboración
Graciela Galeano