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Los diputados ya aprobaron el proyecto y ahora pasó a la Cámara de Senadores para su tratamiento, luego de que el año pasado la Asociación de No Videntes haya presentado un pedido.
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La cédula de identidad paraguaya solo fue diseñada para las personas videntes, dejando de lado a un sector muy importante. Según los registros oficiales, en Paraguay hay un alto porcentaje de invidentes. Suman más de 32.000 personas ciegas y de baja visión, entre ellas niños y adultos, que necesitan de alguna manera acceder a mayor información.
También las empresas que brindan servicios públicos como la ANDE, Essap y Copaco deben incorporar el sistema braille por lo menos en la parte en que figuran el nombre y el monto a abonar en las facturas emitidas, según el proyecto, que ya cuenta con media sanción.
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Cabe mencionar que en 2013 el Tribunal Superior de Justicia Electoral implementó un plan piloto en Central y capital denominado "Voto inclusivo", en que se tenía una plantilla especial en braille de las papeletas. También, una heladería presentó su paleta de sabores en braille. Pese a esto, aún queda mucho por hacer para que los no videntes tengan una cierta autonomía.
El diputado Hugo Ramírez, quien impulsa el proyecto, incluso fue más allá e indicó que los lugares de interés público, como museos, también deben adecuar sus placas y el contenido de su información en folletos, a fin de asegurar a las personas invidentes la inclusión en igualdad de condiciones en actividades culturales.
En Argentina, Chile y Brasil están varios pasos adelante con respecto a nuestro país. En Argentina, por ejemplo, su Constitución Nacional está en braille para que las personas no videntes puedan acceder a esos detalles. En Chile, algunas galerías de arte también presentan sus obras con relieve para que los ciegos puedan apreciarlas, y en Brasil muchos documentos y exposiciones facilitan la inclusión.
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Al respecto, Beatriz Sarubbi, presidenta de la Asociación Braille Paraguay, puso toda sus expectativas en el proyecto de ley. Manifestó que, si bien falta mucho por hacer a favor de las personas ciegas, el proyecto es un "paso hacia el proceso de la inclusión".
Manifestó que el braille les da autonomía a los ciegos, pues les ayuda a aprender y a comunicarse. "Es muy interesante el proyecto, porque les va a dar a las personas con discapacidad visual una autonomía para poder llevar adelante sus cuentas, pagar sus facturas. Es claro que queda mucho por hacer, pero es un paso hacia la inclusión", dijo Sarubbi.
Manifestó que queda mucho por hacer, porque si bien existen leyes de igualdad e inclusión, las escuelas a nivel país no están adaptadas para recibir a las personas discapacitadas y son muy pocas las instituciones que reciben a los ciegos.
"Hay pocas escuelas que están preparadas para recibir a un ciego. Aparte, la máquina de escribir braille es muy costosa y en muchos casos las personas son de escasos recursos y no pueden comprarla", puntualizó.
Agregó que lo ideal sería que en cada departamento por lo menos se tenga una institución que enseñe braille. Si bien hay institutos que buscan acortar la brecha entre el conocimiento y la completa ignorancia de un ciego.
"Hay pocos institutos que enseñan el braille, pero lo ideal sería que en las escuelas se enseñe", dijo Sarubbi.
También quisimos conocer la postura de la Fundación Saraky, que trabaja con personas con discapacidad, pero pese a llamar en varias ocasiones no pudimos dar con Lucas Insfrán, director de Impacto Social. Tampoco nos devolvió la llamada, a pesar de que dejamos todos nuestros datos y nos identificamos plenamente.
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