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Un 16 de febrero de 2005, la fiscala Sandra Quiñónez y un grupo de policías, allanaban una casa en el barrio Mbcayaty, de Ñemby. Calculaban que era uno de los sitios en donde estuvo en cautiverio María Edith Bordón.
Con el correr de las horas, encontraban una lecherada que cubría un hueco. Con ayuda de bomberos voluntarios, abrieron el sitio y encontraron un túnel, sitio en donde acontecería un macabro hallazgo.
Era un cuerpo, enterrado estratégicamente en el sitio; todo apuntaba a que era Cecilia Cubas, hija del expresidente de Paraguay Raúl Cubas Grau, quien estaba secuestrada desde el 21 de setiembre de 2004.
Los familiares confirmaron la triste presunción: era Cecilia Cubas. Terminaba una larga y desesperada búsqueda, pero a su vez se iniciaba una serie de actos violentos y fatales por parte de un “brazo armado”, que tres años después se autodenominaría Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
El Ministerio Público y la Policía Nacional, presionados por la opinión pública, realizaron una intensa investigación por el caso Cecilia Cubas. Incluso se pidió ayuda a una empresa internacional, para conocer los remitentes y contenidos de correos electrónicos relacionados al plagio.
La Policía concretó una serie de detenciones de los sospechosos y con el correr de los meses saltaron los detalles de todo lo que implicó el secuestro.
En el primer juicio de la causa, quedó probado que el secuestro fue liderado por el aquel entonces secretario de Patria Libre, Osmar Feliciano Martínez y una facción política, que actuó en asambleas clandestinas. La ejecución estuvo a cargo del “brazo armado”, integrado por jóvenes y liderado por el prófugo Óscar Benítez.
Varios de los jóvenes del “grupo armado” fueron detenidos, juzgados y condenados, pero otros hasta el momento no pudieron ser ubicados por la Policía. Una ínfima cantidad fue abatida por las fuerzas policiales en los siguientes años.
Parte de esos jóvenes, en aquel entonces desconocidos, hoy día tienen millonarios precios en concepto de recompensa por información sobre sus paraderos. Algunos de ellos son Osvaldo Villalba, Manuel Cristaldo Mieres y Magna María Meza, considerados líderes del EPP.
Otra persona que tuvo supuesta activa participación en el secuestro y muerte de Cecilia Cubas, fue Óscar Benítez, actualmente alejado del EPP, según la Policía. El mencionado fue el encargado de entrenar e impartir instrucciones a los jóvenes que participaron en el secuestro.
En algún lugar de Colombia o Cuba, se encuentran los guerrilleros Rodrigo Granda Escobar y Orley Jurado Palomino o Mauro Valverde, sobre quienes pesa una orden de captura internacional.
Las FARC tuvo activa participación en el secuestro, porque entrenaron en Colombia a miembros del “brazo armado” de Patria Libre y asesoraron a Osmar Martínez, vía correo electrónico, para el desarrollo del secuestro. Todo esto fue probado en tres juicios de la causa.
“Marca la presencia ya contundente y con pruebas, de los narcoterroristas de las FARC, se constata que el brazo armado del Patria Libre, hoy día EPP, iba a Colombia a recibir adiestramientos”, explicó la fiscala Quiñónez a ABC Color, sobre lo que fue el proceso judicial.
La agente refirió que las “células” del grupo que secuestró a Cecilia, se reagruparon y se ubicaron en varios puntos del departamento de Concepción, algunos sitios de San Pedro y en menor medida en Canindeyú, en las cercanías de la colonia Sidepar.
Por el caso Cecilia Cubas fueron condenadas un total de 20 personas, pero en tres juicios diferentes. Las mayores condenas fueron de 25 años de cárcel y 10 años de seguridad.
Los que recibieron la fuerte condena fueron los exdirigentes del Partido Patria Libre: Osmar Martínez, Anastacio Mieres, Agustín Acosta, Roque Rodríguez, Basiliano Cardozo, Gustavo Lezcano, Simeón Bordón y Arístides Vera, así como Carlos Espínola, miembro del “brazo armado”.
En el 2010, en sendos operativos fueron abatidos por la Policía Antisecuestro Severiano Martínez, Nimio Cardozo Cáceres y su primo Gabriel Zárate Cardozo.
La Fiscalía había ordenado también la captura del número dos de las FARC, Raúl Reyes, por haber recibido los reportes sobre el plan de secuestro. Reyes murió abatido por el ejército colombiano.
Un 16 de febrero fue hallada Cecilia Cubas, causando tristeza y consternación en la sociedad; se convertía así en la primera de las 33 víctimas fatales del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).