Carrera espacial, sin mirar solo al cielo

En Sudamérica hay una “carrera espacial” en marcha y Paraguay ya ha dado sus primeros pasos. Pero para quienes promueven la robótica como una primera aproximación, la meta no solo está en el espacio, sino en tierra, en despertar el interés por la ciencia.

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Mark Joseph Leon, un ingeniero colabora con la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) de los Estados Unidos en construir satélites para explorar la Luna y que visitó nuestro país para participar de la primera jornada de la Liga de Robótica, un espacio para medir el conocimiento de programación y desarrollo de robots entre niños y jóvenes, considera que Paraguay está dando sus primeros pasos, pero ya va generando las condiciones para crecer.

Nuestro país ha dado el primer paso de desarrollar su primer satélite, que es aún uno de los menos complejos pero ya es el arranque. “Para el Paraguay el siguiente paso son los CUsats (Satélites pequeños), luego mandar cosas al espacio por encima del nivel de seguridad de radiación con tecnología posiblemente más barata y máquinas más fuertes”, indicó Leon.

Los satélites más básicos están preparados para sobrevivir en la zona menos agresiva del perímetro de la tierra, por lo que Leon indica que el siguiente paso es desarrollar tecnología que sobrepase la barrera donde la radiación y otros factores ya son un problema a resolver. Ya más a futuro, tal vez apuntar a la Luna, donde las temperaturas y la radiación son realmente extremas.

Para él como desarrollador de estos satélites, el desafío que también debe de ocupar a Latinoamérica es hacerlos más baratos y eficientes. “La idea es que tengamos máquinas que funcionen en el espacio pero no tengamos que pagar millones de dólares, eso es importante para Paraguay y toda Latinoamérica”, donde aún existe poco presupuesto, consideró. Un satélite puede costar unos US$ 5.000 hasta incluso US$ 1 millón, y ponerlo en órbita cerca de US$ 150.000, según comentó.

“Creemos que aquí están empezando con CUsats, microsatélites, porque en Brasil tiene la posibilidad para volar. Es muy temprano para que ustedes tengan la capacidad, pero es posible tal vez en 5 años tener esta habilidad; después de esto, es posible mandar CUsats a la Luna”, estimó.

Pero para Leon, el futuro principal está en los niños y jóvenes y es posible despertar el interés gracias a programas como los de robótica en las escuelas y universidades. “Yo trabajo con muchos robots, para el ártico y un micro rovers para la Luna, pero lo que es más importante para los chicos es que en su escuela estudien muy duro, porque tienen su agencia espacial; ustedes necesitan que esos chicos completen su educación, sean ingenieros para retornar y cambiar el futuro de Paraguay”, afirmó.

En la robótica, aprecian la posibilidad de promover el conocimiento y el interés por la ingeniería y la ciencia.
En la robótica, aprecian la posibilidad de promover el conocimiento y el interés por la ingeniería y la ciencia.

Mónica María Sánchez, de la Fundación Global, Arte, Ciencia y Tecnología, quien acompañó a Leon en su visita a Paraguay, como colombiana valora el caso paraguayo, ya que ellos en los 10 años que viene promoviendo el desarrollo de la robótica entre niños y jóvenes, aún no logran tener el complemento de tener una agencia espacial como sí ya se logró en Paraguay con apenas tres años incentivando el desarrollo de robots.

“En Colombia llevamos 10 años, pero en algunos años crecemos, otros tenemos menos equipos, depende del gobierno. Acá ustedes han tenido un crecimiento muy estable y se han visibilizado bien porque tiene la agencia espacial”, consideró.

“Los países sudamericanos entraron en la carrera espacial. Algunos piensan que no se debería de invertir recursos en esto y que todavía tenemos problemas básicos de alimentación y pobreza, pero eso (conocimiento) hace que se desarrolle más el intelecto en nuestro futuros ingenieros. No es solo que vamos a ir por la carrera al espacio, sino que con eso estamos elevando el nivel intelectual de nuestros futuros ingenieros para resolver nuestros problemas de hambruna, cambio climático, etc”, apuntó Sánchez.

Bastante más empapado con el desarrollo de la robótica en las escuelas y universidades locales, Guillermo Figueredo, presidente de Reduca, aprecia que a la hora de medir el conocimiento de los niños sobre todo en matemáticas, no existen diferencias que sean determinantes que jueguen en contra.

“Cuando nos decían desde todos los sectores que 'no se podía, que era imposible, nuestra gente no está preparada para eso', gracias al sacrificio y esfuerzo de muchas personas y al logro de muchos chicos y jóvenes ese paradigma se rompió”, dijo Figueredo refiriéndose a que en menos de tres años de trabajo, tanto niños como jóvenes han logrado alcanzar el podio en competencias mundiales de robótica.

“Hoy demostramos que en Paraguay se puede, demostramos que el paraguayo es guapo, corajudo, simplemente necesita un poco de orientación, recibir ese estímulo, empujarle un poquitito”, insistió.

Por último, en base a la experiencia local han comprobado que “chicos de instituciones extremadamente carentes pueden representar a nuestro país en el mundial” por lo que no existen diferencias de nivel entre instituciones públicas y privadas. “Los chicos ya tienen la creatividad, simplemente se les direcciona en un sentido a través de un desafío donde desarrollan todo su potencial”, finalizó diciendo Figueredo.

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