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De acuerdo a las estadísticas más recientes a las que pudo acceder la organización por parte del Poder Judicial, los divorcios en el año 2011 fueron alrededor de 10 mil, de los cuales el 10 por ciento fueron separaciones conflictivas. “Hablamos de 500 a mil niños por año que pasan por esa situación”, refiere la Lic. Olivia Bianchi, actual presidenta de Padres por Siempre.
Afirma que alrededor del 60 por ciento de los estudiantes en colegios experimentaron el divorcio de sus padres, conforme al relevamiento de datos que obtienen durante sus charlas en instituciones educativas. Además sostiene que pueden haber incontables casos más de parejas que no llegan al divorcio por el alto costo que este proceso significa, situación que tampoco tiene cifras oficiales.
La alienación parental sucede cuando existe un conflicto conyugal asociado a los procesos de divorcio o separación de una pareja. El progenitor que tiene la tenencia de los hijos realiza una obstrucción del vínculo entre el otro progenitor y los niños, e inicia una campaña de denigración a la pareja, lo que causa en el menor serios problemas de conducta. Generalmente, la familia del alienador refuerza la actitud de éste y se implica totalmente en la campaña de denigración del otro progenitor.
A pesar que la alienación por mucho tiempo fue asociado - al menos en Paraguay - como un problema que solo se atribuye a las mujeres, en los últimos años ha crecido la cantidad de denuncias de madres que son víctimas de este comportamiento por parte de los varones. “El número de mujeres que estuvieron presentes y se asociaron en los últimos dos años a nuestra organización subió al 47 por ciento, y el restante 53 por ciento son hombres, esa es la proporción de hoy en Padres por Siempre”, acotó.
A su criterio, es difícil determinar si los casos de alienación donde las madres son el objeto de difamación han aumentado o simplemente se han animado a hablar y denunciar; “no podemos saber pero la asociación sigue trabajando en la concienciación, creo que ahora la gente empieza a hablar más, a denunciar más, a conocer un poco más aunque hay mucha ignorancia todavía”, refiere.
Sobre este punto, Bianchi sostiene que los principales detractores de la alienación parental son grupos feministas, quienes tratan la situación como una cuestión de lucha de género. “Esta asociación está creada para defender a los niños y niñas, no solo a papá, estamos en contra del manoseo con el derecho de los hijos e hijas, no contra el manoseo de una mamá o de un papá”.
Para Bianchi y la asociación, es necesario un cambio jurídico para blindar el derecho de los niños en casos de alienación parental. Sobre ese punto relató que en 2015 trabajaron con la diputada Fabiola Oviedo y una mesa que estuvo conformada por la Secretaría de la Niñez, el Poder Judicial, organizaciones de protección a la niñez y también grupos feministas y lograron alcanzar un consenso para cambiar y reforzar artículos del Código de la Niñez y la Adolescencia. “Vimos que los jueces no tenían las herramientas necesarias para poder actuar en caso de desacato o incumplimiento de la orden de relacionamiento, y tienen que pasar tres años para que se resuelva un juicio de desacato. Un juicio de relacionamiento tarda tres años, uno de de convivencia tarda 5 años y cuando tenés una sentencia ya perdiste el vínculo porque la otra parte no tiene la intención de darte ni cinco segundos con tu hijo o hija”, refiere.
Detalló que la serie de diálogos permitió proponer cambios en el Código de la Niñez, en lo que se refiere a los plazos judiciales y multas más severas a los infractores, entre otras medidas. Primeramente se resolvió que los juicios deben tardar como máximo 90 días, ya que con base en la experiencia de los padres afectados, es el tiempo máximo que se puede ausentar uno de los progenitores antes que se rompa el vínculo con los hijos. “No se puede esperar demasiado tiempo, porque a ese niño o niña se le dice que el otro le abandonó, que no le ama, no le cuentan que intentan con la justicia poder verlos”.
También se estableció un régimen de multas de forma semanal, en caso de los progenitores que incumplan el régimen de relacionamiento, que comenzará con 50 jornales mínimos, es decir poco más de G. 3.500.000 y las sanciones irán subiendo de a 50 jornales por cada vez que se repita el incumplimiento.
También se planteó que en los casos conflictivos, el progenitor que requiera de la fuerza pública para hacer cumplir el régimen de visita, no sea acompañado por policías uniformados ni patrulleras, para disminuir el impacto psicológico, sino por agentes de civil especializados, como psicólogos, para crear un ambiente menos traumático.
Bianchi asegura que para terminar con este “manoseo de derechos”, los niños y niñas deben ser puestos en un lugar de destaque, “ya no pueden ser usados como trofeos de divorcio”. Afirma que para el desarrollo del niño, la figura de la madre como del padre es determinante. “Los hijos necesitan la presencia del papá para los valores, hablando de psicología, de la madre reciben toda la carga emocional”.
La experiencia sobre la alienación parental demuestra que cuanto el niño es alienado y crece con la falta de una de las figuras, comienzan los problemas. “Las consecuencias son niños y niñas altamente agresivos, violentos, que repiten las conductas de sus padres, buscan escapes en drogas bebidas, la calle y otros comportamientos no aceptables en la sociedad”.