“Calamaro es el gran rockero argentino”

Responsable en gran parte de la movida del rock en la televisión argentina, el periodista Bebe Contepomi analiza la industria y elige a sus favoritos.

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Creador y conductor de “La Viola” –ciclo televisivo del canal de cable argentino Todo Noticias (TN)–, Carlos José “Bebe” Contepomi se convirtió de un tiempo a esta parte en un innegable referente del periodismo de rock en la televisión argentina.

Hoy reparte sus días entre su programa de televisión, que lleva 16 años en pantalla; su espacio en el noticiero de Canal 13 de Argentina; el programa “Vivo Rock”, en el canal de cable Quiero Música...; el programa de radio “Bebe va de 10”, en la FM 107.9 y, últimamente, una nueva pasión: La Viola Bar, un emprendimiento gastronómico ubicado en el barrio porteño de Palermo, entre las calles Humboldt y El Salvador.

Es allí donde el Bebe nos recibe en una fría –pero no menos movida– noche de invierno, para hablar de esa pasión que lo conecta con una variada gama de artistas, pero un mismo público fiel: la música.

“No sé si sé mucho de música, de lo que sí estoy seguro es que tengo el concepto, puedo armar buenos bloques… Considero que sé lo que la gente quiere escuchar, soy popular en cuanto a gustos musicales. No me hago el raro, del fino, ni del elegante. Yo voy de punta: lo que al pueblo le gusta escuchar, a mí también me gusta. O, lo que a mí me gusta, el pueblo también lo quiere escuchar”, reflexiona un Contempomi hiperkinético y verborrágico, mientras pide una pausa para programar la música que quiere escuchar mientras hablamos.

La primera canción de rock argentino que escuchó, según confiesa en su libro “Por la vereda del rock” –editado en 2008 por Ediciones B Argentina–, fue “No te enamores nunca de aquel marinero bengalí”, la primera canción del primer disco de Los Abuelos de la Nada, aquella banda creada por Miguel Abuelo y que contó con músicos como Pappo y Andrés Calamaro. “No habían pasado dos minutos del tema y ya sabía que algo me iba a unir para toda la vida con un bajo, una guitarra, una batería, un teclado y una voz cantando una melodía en español”, escribe.

Si tuviera que nombrar cinco grandes canciones, el periodista menciona “La guitarra”, de Los Auténticos Decadentes; “Paloma”, de Andrés Calamaro; “Porteño de ley”, de La Bersuit; “Número 2 en tu lista”, de Los Fabulosos Cádillacs y “Tarea Fina”, de Los Redondos de Ricota.

Los Auténticos Decadentes, para él, son su banda favorita. “No solo me hacen bailar y divertir, sino que también me emocionan y mucho. Sobre todo, las canciones de Jorge Serrano, que es el compositor de las baladas y de las cosas más sentidas”.

-¿No te parece que esa visión popular te puede jugar un poco en contra de parte de un público más radical?

-Sí, obvio, lo que pasa es que el público radical en un momento también termina bailando el tema más conocido con su novia… O sea, lo que entra en el corazón del pueblo hasta al más radical le termina gustando. El gusto popular pocas veces se equivoca, la idea es que casi nunca…

Uno habla de música comercial o popular, y yo la música más comercial y popular que conozco son Los Beatles, que es la mejor banda de todos los tiempos. ¿Qué es ser popular y comercial? Vender discos, y que te escuche todo el mundo. Bueno, Los Beatles, ni más ni menos.

-Si tuvieras que nombrar las cinco grandes entrevistas que lograste en toda tu carrera, ¿cuáles serían?

-Con Keith Richards, de Rolling Stones; Paul McCartney, de Los Beatles; Roger Waters; Bono, de U2 y The Police. También Black Sabbath, Rod Stewart y Red Hot Chili Peppers.

-¿Te animarías confesar a qué figura no te gustaría volver a ver?

-Hay una que me costó mucho: Madonna fue muy difícil. Fue una nota muy aburrida, muy extraña, ella estaba muy seca…

-¿Qué tiene una buena entrevista de rock para lograr sinceridad, sin perder profundidad?

-Una buena entrevista tiene que tener autenticidad, tiene que tener honestidad. Lo que me pasa es que relajo tanto al músico, lo hago sentir tan ameno que termina siendo muy auténtico y real, y trato que se muestre tal como es. A veces no hace falta preguntar cosas difíciles o comprometidas: el músico solo, si vos lo relajás, lo dejás fluir, termina hablando.

Para el Bebe, el músico es uno de los artistas más complejos que hay. “La mayoría de los músicos que yo conozco leen mucho, saben de pintura, saben de cine, son tipos muy cultos”, dice.

Una década atrás, la industria de la música tenía su fuerza, principalmente, en las inversiones de las discográficas. Eran años en que las multinacionales invertían grandes capitales en la región para grabar a éxitos y desarrollar talentos nuevos. Contepomi analiza el fenómeno, surgido especialmente luego del boom de Internet. “Hoy la plata está más puesta en los shows, en los festivales, en la puesta en escena de un show que en los discos, que ya no se venden, es una cosa más de colección… Los músicos graban, pero para tener nuevos temas para tocar en vivo. Entonces el presupuesto es el mismo, pero va cambiando de lugar”.

-Hoy por hoy, si tuvieras que considerar a una figura del rock argentino, ¿a quién elegirías como el gran rockero argentino?

-A Andrés Calamaro. De lo nuevo: Chano, de Tan Biónica. Jorge Serrano, de Los Auténticos Decadentes. Si bien es el ‘antidivo’ y el ‘antirockstar’, me parece una eminencia.

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