Bienvenidos a la Copa América

“Bienvenidos a la Copa América”, fue la frase del brasileño Dani Alves tras la derrota de su selección ante Colombia. En dos fechas, aún no hay favoritos y, como en la anterior (2011), puede tener un desarrollo y final inesperados.

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Con dos partidos -suficientes para examinar a las selecciones- la Copa América ha demostrado que el favoritismo prejuicioso solo existe en la teoría, pues en los partidos los candidatos de siempre han sido sorprendidos, algunos por exceso de confianza, otros por el siempre dificultoso proceso de renovación.

Los primeros juegos han dejado como conclusión que existe un nivel muy parejo entre las 12 selecciones, incluidas las dos invitadas: México y Jamaica. Los aztecas hicieron temblar al local con un equipo alternativo, mientras que los “Reggae Boyz” han dado muestra de su gran progreso, agregando orden y un poco de talento al juego físico característico.

Ahora, la pregunta es: ¿crecieron los “enanos”? o ¿los "grandes" se estancaron? La respuesta sería un poco de ambas; con nuevos entrenadores y jugadores, selecciones como Bolivia, Perú y Venezuela (el de menos recambio) han experimentado variantes muy positivas que han elevado la moral y el nivel futbolístico, lo cual ha provocado ese “irrespeto” hacia selecciones, en teoría, más poderosas.

Las selecciones poderosas se han topado con un sinfín de dificultades no previstas en el manual a desarrollar en esta Copa América, que presentaba a la siempre candidata Brasil, a quizás una de las mejores generaciones de futbolistas de Argentina, al igual que la dulce Colombia, que se quedó con un sabor a poco en el Mundial. Además, por localía y su exquisito fútbol de siempre, potenciado por el “Niño Maravilla” y el “Rey Arturo”, Chile aparecía como otra favorita a pelear el cetro. Uruguay, a pesar de ser campeón, se sabía que su poderío estaba muy disminuido ante el retiro de varios históricos y el “castigo” a Luis Suárez.

Un grupo que a priori parecía fácil para Chile y Ecuador, terminó complicando ambos, más a Ecuador, que es uno de los primeros eliminados de la competencia. El equipo alternativo de México se plantó en esta Copa América con gran personalidad, como todos los equipos del “Piojo” Herrera y la renovada Bolivia, busca ratificar que el “baile” del primer tiempo al “Tricolor” no fue casualidad.

Chile comenzó con dudas: recogió una victoria sin convencer ante Ecuador y luego se topó con un duro México, que no le respetó por ser local y le jugó de “tú a tú”. La “Roja” aún debía al público chileno en el aspecto colectivo y pudo hacerlo en el último duelo aplastando a una desconocida Bolivia, que había sorprendido en las primeras fechas. Alexis Sánchez sigue en deuda y el DT Sampaoli sigue sin econtrar el hombre que complemente su línea de tres; ya probó a Mena y Albornoz, ningunó convenció por el momento, por ello tuvo que recurrir a la línea de cuatro, que le salió perfecta ante la Verde. 

Bolivia, con el “Loco” Mauricio Soria, ya dejó ver su nueva forma de encarar los juegos. Al buen toque tradicional, le agregó fuerza y Marcelo Moreno encontró por fin un “compadre”: Martín Ramiro Dalence Smedberg, un exquisito sueco de origen boliviano. Además la Verde se fotaleció bastante en zona defensiva, aunque aún no puede deshacerse del todo de la inocencia caractetística, algo que quedó en evidencia tras la ajustada victoria ante Ecuador, cuando comenzó goleando fácilmente. Lo mejor de la Verde ha sido hasta el momento el primer tiempo ante los ecuatorianos, pues en la última jornada, ya relejada, se "comió" un 5-0 terrible por gentileza de la selección local.

Sin dudas la gran decepcióndel grupo ha sido Ecuador, que comienza a sufrir la famosa transición de la nueva generación. El equipo de Gustavo Quinteros no ofrece figuras nuevas de relevancia, a excepción de Miller Bolaños (sin convencer aún) y el cosolidad Enner Valencia. Con las “caídas” de Antonio Valencia y Felipe Caicedo, la fuerza ofensiva quedó diminuta. Además, su defensa, ha sido la más floja de la competencia hasta el momento.

Se presentaban nada más y nada menos que el campeón de la última edición, Uruguay, el subcampeón, Paraguay, y la siempre candidata Argentina, que tenía a un inspirado Messi, quiien ganó todo en la temporada con el Barcelona. Para completar está la exótica selección caribeña de Jamaica, que sigue siendo inocente en muchos aspectos, pero exhibió un enorme progreso, pues agregó táctica y un poco de fútbol al siempre juego físico que tiene.

La Albirroja dio un baño de humildad a la Albiceleste, con un resultado poco creíble hasta para el más optimista hincha de la selección guaraní, que no convence del todo, pero que da signos positivos al recuperar la moral y el espíritu de guerra característico. Tal vez sin el recambio necesario, que luego costará y mucho, pero al menos desempolvar esa imagen de antes y advertir a los rivales que “Paraguay no será fácil”.

Argentina, plagado de estrellas, le cuesta conformar realmente un equipo. A pesar de que tiene muchos talentosos, sigue esperando “milagros” de Lionel Messi, que vuelve a enfrentar su peor temor: la marca sudamericana. Al crack del Barcelona no le han dejado respirar aún en esta Copa. Ante Paraguay, Víctor Cáceres lo ahogó y sacó de quisio en el segundo tiempo, mientra que ante Uruguay, quedó a cargo de Egidio Arévalos Ríos, un especialista en atender a talentosos. El “10” sigue en deuda, pero el equipo de Martino puede desperar y exhibir su candidatura.

La Celeste, otra selección en pleno proceso de renovación. A compración de la Copa América 2011, donde llegó con sus estrellas en máximo esplendor, ahora el “Maestro” Tabárez utiliza esta competencia para exhibir los nuevos rostros e ir solidficando lo que será el Uruguay hacia Rusia 2018. En ofensiva extraña demasiado a Luis Suárez, pues tanto Edinson Cavani como Rolan hasta ahora han sido apenas una sombra. El mediocampo también se ha mostrado flojo, sin nombres fijos y la defensa ha sido el lugar más solido. Muchos pensaban que costaría mucho encontrar al sucesor de Diego Lugano, pero Godín se ha complementado a al perfección con “Josema” Giménez.

No quedaban dudas que las candidatas a avanzar de manera segura eran las seleciones de Brasil y Colombia, pero ambas se encontraron con sorpresas: una exquisita Venezuela y una potencidad Perú.

Los cafeteros llegaban robustecidos luego del gran Mundial protagonizado en Brasil, pero también recibieron un baño de humildad de Venezuela, una selección que ya no es sorpresa a estas alturas, pero que tampoco se ha despojado de sus históricos, algo que tarde o temprano también le hará tropezar. Guíado por un añejo pero cada vez más sabio Juan Arango, la demoledora potencia ofensiva de Salomón Rondón, el incazable trabajo del “señor del medio” Tomás Rincón y una defensa “europea”, dura y sólida, ha contrarrestado el baile que quiso proponer Colombia, que sigue esperando la presencia de Falcao y los temibles goleadores como Jackson y Bacca.

Brasil, como era de esperar, se alejó totalmente del “Jogo” bonito que todos quieren ver, pero por qué sorprenderse si es la filosofía de Dunga, que propone un fútbol duro, friccionado y sin demasiado apego a la posesión del balón. Con las “locuras” de Neymar superó a Perú, pero el crack del Barcelona se topó con la “Roca” Carlos Sánchez y otros antídotos que lo sacaron de sus casillas en el segundo juego. La “Canarinha” desnudó su flaqueza creativa y colectiva, pues como lo dijo Dani Alves, quisás sean los mejores jugadores de Europa, pero como equipo aún no existen. Ahora habrá que ver cómo se comporta esta selcción sin “Ney”.

Perú, con Gareca comienza a querer despertar, además con jugadores nuevos, que seguirán siendo acompañados por algunos históricos como Caludio Pizzarro, Lobatón y otros. Hizo sufrir a Brasil en al primera fecha y sorprendió a una Venezuela que llegaba con pecho inflado tras derrotar a Colombia. Los incaicos se han desprendido un poco de “toque, toque, toque”, para ser un poco más verticales, algo que hasta ahora el equipo no ha entendido muy bien, pues la tentación de jugar siempre con Paolo Guerrero, apura erróneamentelos atques con pelotazos frontales. Si bien Paolo es muy bueno, siempre estará en deventajas jugando de espaldas al arco.

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