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La depresión posparto es cada vez más frecuente. Afecta a una de cada seis mujeres que dan a luz, según los últimos datos brindados por el Ministerio de Salud Pública. Antes, la brecha era de una mujer cada 10 partos. Sin tratamiento, la depresión posparto puede durar meses o incluso años y es por eso que ante los primeros síntomas es mejor buscar ayuda.
Las madres que la padecen tienen sentimientos de extrema tristeza, ansiedad y cansancio, lo que les dificulta realizar actividades de la vida diaria, cuidar de sí mismas y de otras personas, dijo la psiquiatra Berta Ojeda.
La especialista indicó que las cifras de mujeres que sufren la depresión posparto van en aumento y esto se debe muchas veces a la vida muy agitada, la falta de contención familiar y las madres con múltiples roles. Agregó que también el 10% de los hombres sufren de depresión cuando llega un niño al seno familiar.
“Pasa que las madres sufren varios cambios biológicos y emocionales durante el embarazo y luego del parto. Una serie de procesos para la lactancia o una serie de interacciones hormonales que involucran partes del cuerpo, los genitales y desde el punto de vista del sistema nervioso y el cerebro”, dijo Ojeda.
Agregó que si los sentimientos de extrema tristeza, ansiedad y cansancio duran menos de dos semanas son llamados 'baby blues' (tristeza puerperal) y desaparecen por sí solos dentro de ese tiempo, pero si duran más de dos semanas, se puede considerar depresión posparto y necesita tratamiento.
Es importante atender la forma de actuar de las madres: si tienen cambios en la alimentación (mucha hambre o pérdida de apetito), necesidad de dormir más o menos de lo normal, indecisión, inquietud, culpabilidad o desesperanza y pensamiento de autolesión o suicidio, llanto persistente sin razón, falta de lazos de afecto por el recién nacido, agobio, temor de quedarse sola con el recién nacido y problemas para crear un vínculo emocional con él.
Hablar de los sentimientos con personas cercanas y pedir ayuda podrían ayudar a cuidar al bebé y a que puedas tener un tiempo para descansar, salir de la casa, visitar a amigos, programar tiempo con la pareja, compartir la angustia, los miedos y los temores que tenes con tus factores protectores: la pareja, la familia y los amigos.
“Tenemos los factores protectores. El hecho de tener un apoyo social por parte de la familia, los amigos y los compañeros de trabajo puede ayudar a reducir la gravedad del cuadro depresivo”, agregó la psiquiatra.
Otra forma de ir sorteando la depresión posparto es realizando actividad física, una buena alimentación y evitar el tabaco y las bebidas alcohólicas. “Realizar actividad física, pasar más tiempo de calidad con la pareja, a medida que el lazo entre el niño y la madre se hace más fuerte. Cuando nos vamos dando cuenta que podemos con este nuevo rol, que somos buenas madres, podemos ir asumiendo que la depresión y el estrés irán desapareciendo”, dijo la psiquiatra.
Agregó que existen tratamientos eficaces para la depresión posparto. Un profesional puede ayudar a elegir el mejor tratamiento. Se ha demostrado que son particularmente eficaces la psicoterapia y medicamentos, que pueden usarse solos o en combinación, aunque la profesional aclaró que siempre es mejor evitar la medicación porque las madres en ese proceso están amantando y eso podría afectar la salud del niño.
“Si es muy extrema la depresión se debe analizar una medicación, pero en lo posible se debe evitar porque la madre está amamantando y puede afectar. Se puede cortar el vínculo madre-hijo porque la medicación puede afectar la lactancia”, dijo Ojeda.
Manifestó que se debe tener mucho cuidado si la mujer tiene pensamientos suicidas, si quiera atentar contra su vida o la de su hijo. Allí es cuando la depresión posparto se agudiza y necesariamente debe acompañarla un profesional.
“Cuando la depresión se agudiza es como que la madre se ponga un anteojo oscuro y ve todo negro. Pierde el sentido del humor, se puede volver irritable, mucha angustia, mucho miedo y ve con pesimismo el futuro. No ve la salida, se siente sola, llanto fácil, está triste. Evidentemente, allí se va instalando lentamente la depresión y allí debe estar un profesional”, dijo la psiquiatra.