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Tenía apenas siete años cuando descubrió a su gran pasión. Paola era la única nena de la familia, siguiendo los pasos de sus hermanos Julio y Renzo, se hizo una amante de la práctica del deporte. Así fue conociendo varias disciplinas.
Sin embargo, la que le terminó enamorando por completo fue el básquetbol o baloncesto, aquél deporte que había surgido en la última década del siglo XX en Estados Unidos como respuesta a la necesidad de realizar alguna actividad deportiva durante el invierno en la escuela de la YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes) de Massachussets.
La joven dio sus primeros pasos en este deporte que lleva 122 años de existencia en el Deportivo Internacional, siempre detrás de sus hermanos, bajo el comando del profesor Tony Giménez.
Lo que había iniciado como un pasatiempo para Pao se fue convirtiendo en una cuestión profesional a la que dedicaba mucho tiempo, además de gran entrega.
Así llegó el 2005 y con él un Sudamericano de Básquet femenino en el que Ferrari participó destacadamente, llamando la atención de algunos agentes españoles que contactaron con ella y le abrieron la posibilidad de fichar por un club de España.
Fue el Vidrogal Alumisán de Santiago de Compostela su primer destino en el extranjero. De aquel momento ha pasado ya casi una década y la compatriota no ha dejado de crecer.
Para la pasada temporada, Paola fichó por el Perfumerías Avenida de Salamanca, club que milita en la primera división del básquetbol femenino español.
Dejando atrás una lesión que le costó quedar siete meses marginada de las canchas, la compatriota fue pieza importante del equipo que se consagró campeón, tras imponerse en la final al Rivas Ecopolis
“¡Fue algo increíble!”, relata Pao en conversación con ABC Color, durante un momento de su tiempo libre en medio de las prácticas. “Sin duda uno de los mejores momentos de mi carrera”, agrega sin dudar.
Su equipo consiguió quedarse con el título el 30 de abril pasado. Pero Ferrari no tuvo mucho tiempo como para festejar, pues unos días después debía afrontar uno de los desafíos más importante de su carrera y –tal vez- de todo basquetbolista profesional.
La joven atleta participó del “training camp” de Los Ángeles Sparks, equipo de la WNBA, la liga de básquetbol femenino más importante del mundo.
Ferrari tenía así la posibilidad alcanzar uno de los máximos sueños de cualquier basquetbolista, el poder jugar en Estados Unidos y nada menos en el equipo cuyo igual masculino es el mítico Los Ángeles Lakers, equipo del cual Pao se declara fanática.
Si bien no pudo quedar en el equipo dorado y púrpura, la compatriota tuvo la posibilidad de jugar varios amistosos con la camiseta número 7 en el Staples Center.
“Aprendí muchísimo y además poder entrenar al lado de las mejores es siempre un plus. En Los Ángeles me trataron genial y cumplí un sueño”, indica.
No duda al decir que fue su mayor logro hasta el momento porque “estar en la WNBA es lo más grande que una basquetbolista puede pretender”.
Como si no bastaran las emociones, la paraguaya ya había conseguido fichar por el Unimed/Americana de Sao Paulo, Brasil, para jugar en la próxima temporada. El equipo paulista apostó fuerte por la compatriota y ofreció una oferta irrechazable.
Pao reconoció que en Paraguay es todavía muy difícil poder llegar a ser una basquetbolista profesional, pues en la rama femenina todavía no se considera como tal a las atletas.
Aseveró que todavía faltan varias cosas como para poder pensar en competir en cuando a calidad con otras ligas, sin embargo abrió una ventana de esperanza al decir que el deporte ha venido creciendo en nuestro país.
“Nos faltan muchas cosas, sobre todo en cuánto a apoyo y constancia en muchos aspectos; pero cada año va a más y mejorando. Eso es positivo”, expresa.
Pese a su ya largo rodaje en el campo de internacional y ser considerada como la mejor basquetbolista paraguaya de los últimos tiempos, Paola Ferrari todavía no está dispuesta a conformarse y dejar caer los brazos.
Su meta aún pendiente es con la selección nacional, que debe tratar de ganarse un lugar en el Pre Mundial.
“Mi meta máxima es clasificar a Paraguay al Pre Mundial. Además de conseguir ganar todos los títulos a disputar con mi nuevo equipo en Brasil”, finaliza.
Así Paola Ferrari, sigue apuntando bien alto y sueña con superarse a sí misma para dejar el nombre del Paraguay en un sitial preferencial.