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Una voz femenina, en re menor, pregunta: "¿Quién es?"; y la masculina responde: "Soy yo...". Ya nadie duda de quiénes se trata. Pioneros por su peculiar manera de cantar, entre discusiones musicales (teatralizadas) que emulan a una pareja alborotada, los hermanos Lucía y Joaquín Galán dejaron sus huellas en la historia del pop en español. Sus más de 25 millones de discos vendidos en el mundo, y la popularidad en países como España, Italia y Portugal, hablan de eso.
Descendientes de españoles -su padre Joaquín es de Asturias, y su madre, María Engracia, de León- los hermanos Galán empezaron a dar que hablar ya a finales de los '80: su segundo disco homónimo (1982) significó el verdadero despegue, con una de sus obras inolvidables: Olvídame y pega la vuelta. Desde entonces, su actividad musical fue imparable. Con discos como Valiente (1987), Hay amores que matan (1993), Marido y mujer (1998) y ¿Dónde están los hombres? (2005), el inquieto dúo de hermanos siguió haciendo de las suyas a lo largo de 30 años, con un repertorio de canciones populares, varias de ellas traducidas a otros idiomas.
El 14 de mayo próximo, los Galán se reencontrarán con los paraguayos en un concierto especial al que llaman "Íntimo y secreto". Más íntimo que secreto, quizás, porque el repertorio promete reunir a las generaciones que crecieron a la par de esas canciones. La ocasión servirá también para rendir homenaje a las madres, en el Centro de Convenciones de la Conmebol.
Antes del recital, Joaquín Galán -compositor principal del dúo- adelanta un regreso que promete peleas y emociones en la celebración de sus 30 años en los escenarios.
-Con más de 30 años de trayectoria, ¿qué recuerdos conservan de aquellos primeros tiempos, con discos como "Las primeras golondrinas" y aquel exitoso disco homónimo?
-Recordamos la felicidad de haber logrado grabar nuestro primer álbum, y con nuestras canciones, lo cual no era habitual; la alegría que sentimos la primera vez que escuchamos en la radio un tema nuestro, Tú me prometiste volver, entre muchos otros momentos inolvidables.
-En su momento incursionaron en películas y telenovelas, ¿se sintieron cómodos en esa faceta? ¿La repetirían?
-La actuación es parte fundamental de nuestro estilo, con lo cual en una telenovela o películas nos sentimos cómodos y, especialmente Lucía, que el teatro es su vocación desde la infancia. De hecho, hizo una gran cantidad de participaciones especiales en muchas teleseries y películas, como Papá se volvió loco, con Guillermo Francella. Lucía es una gran comediante.
-¿Les molestó alguna vez que especularan sobre una relación, siendo hermanos?
-No sé a qué tipo de especulación te referís, pero en todo caso eso corre por cuenta de la cabeza de cada uno.
-En países como Italia son muy conocidos. ¿En qué otros mercados, tan lejanos del nuestro, sintieron que conectaron especialmente?
-Grabamos en italiano y varios discos en portugués, para Brasil y Portugal. Son dos países e idiomas muy musicales. Conectamos totalmente con ambos, con la dulzura del portugués y el temperamento del italiano. Luego hicimos una prueba en inglés con Olvídame y pega la vuelta, pero no quisimos que la lancen... el inglés ablanda nuestras canciones.
-¿Qué recuerdos, o alguna anécdota en particular, guardan del público paraguayo?
-Si bien no hemos tenido la suerte de ir muy seguido, conservamos el recuerdo de un público muy efusivo, muy demostrativo y acogedor. Ojalá que esta vez se repita.
-Del repertorio de Pimpinela, las canciones que principalmente dejaron sus huellas tienen que ver con aquellas confrontaciones casi teatrales. ¿Se sintieron, alguna vez, desgastados con esa imagen?
-Esas canciones fueron las que nos permitieron lograr nuestro objetivo, crear un estilo diferente, mezclando nuestras dos vocaciones: el teatro y la música. Si bien la temática fue muy variada, por alguna razón personal el público se volcó masivamente a las "confrontaciones". Se sienten más atraídos con la energía que libera un enfrentamiento, y nosotros también. En estos temas la gente y nosotros nos olvidamos por tres minutos de que somos hermanos.
-¿Qué es lo mejor y lo peor de trabajar de manera tan intensa con un familiar tan cercano, en este caso, un/a hermano/a?
-Lo mejor es la confianza, la complicidad, la honestidad, el entendimiento, más allá de las palabras. Lo peor es tener que vernos casi todos los días, incluyendo las vacaciones que increíblemente las tomamos en familia. ¡Es una broma! No hay nada peor, aunque nos peleamos como todos los hermanos... trabajar juntos nos da muchas ventajas.
-¿Qué preparan para el regreso en Asunción, el 14 de mayo próximo?
-Vamos a preparar el gran festejo de nuestro 30 aniversario en Paraguay, ya que debe coincidir con la primera vez que fuimos. Vamos a cantar todos los temas que más nos pide la gente, desde Olvídame y pega la vuelta, A esa, Valiente, Me hace falta una flor, Ahora decide, Hermanos, El amor no se puede olvidar y La familia, hasta un homenaje a las madres con Querida amiga, la canción que grabamos con Diego Maradona.
Es el mismo concierto que hemos hecho en Buenos Aires, Miami o Madrid, con una gran banda de músicos y nuestros seis bailarines. Van a ser dos horas muy emotivas y divertidas.
-El concierto coincidirá con el Día de la Madre en Paraguay. ¿Qué palabras evoca la maternidad en tu vida?
-La maternidad evoca el amor y la entrega incondicional. Nuestra madre María Engracia es una emigrante española que nos educó junto con Joaquín, nuestro padre asturiano, con una profunda entrega y dedicación. Ella alentó nuestra vocación por la música y nos convenció para que cantemos juntos, lo cual no estaba en nuestros planes. Así que, imaginate, fue determinante en nuestras vidas.
Ella nos pide que le enviemos muchos besos a todas las madres de Paraguay... y nosotros le decimos: "Serán dados, mamá".