Cargando...
El 20 de julio de 1967 se firmaba un acuerdo entre Alfredo Stroessner, entonces presidente de Paraguay, y su homólogo argentino Juan Carlos Onganía, para la construcción de un puente que se constituiría en un vínculo físico entre ambos países, el legendario proyecto conocido como el puente Alberdi-Formosa, sobre el río Paraguay.
El miércoles 13 de setiembre de 1967, a solo un mes de la fundación de ABC Color, se publicaba el primer artículo acerca de la intención de los dos gobiernos de instalar una gran infraestructura cuyo objetivo sería mejorar la conexión entre ambos países, favoreciendo el comercio que hasta ahora se mantiene diariamente con compradores que vienen y van entre las citadas ciudades divididas por el cauce hídrico.
Esa misma semana, Víctor Díaz de Vivar, director del departamento de producción mineral del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, había afirmado que una delegación de técnicos practicaría un estudio geológico para orientar el mejor sitio para realizarse el puente.
Una publicación del 9 de octubre de ese año reza que el gobernador de Formosa, Sosa Laprida se reunió con el ministro de Obras Públicas del país vecino, ingeniero Bernardo Loitegui, para avanzar en el emprendimiento.
El 15 de Junio de 1968, prácticamente un año después, se realizó una reunión en el despacho oficial nacional del ministro de Obras Públicas y Comunicaciones con los representantes de las partes interesadas en la construcción de este nexo. La extensa nota reitera la necesidad de reiniciar a la brevedad posible la labor de la Comisión Mixta Permanente Paraguayo-Argentina. Este comité se congregó un par de veces durante esos años, pero las tratativas no llegaron a algún punto concreto.
En marzo de 1970, Stroessner y Onganía se entrevistaron en San Carlos de Bariloche para el establecimiento de una misión técnica de cooperación agrícola. En la ocasión se resaltó nuevamente la importancia de la famosa estructura, para la cual el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) había donado en aquella época 200.000 dólares.
En 1972, hubo otra reunión en Asunción entre el dictador Alfredo Stroessner, quien seguía al mando, y el nuevo presidente de Argentina, el teniente general Alejandro Agustín Lanusse. En esta oportunidad se hablaba por primera vez del conocimiento de una proyección del gobierno argentino para la construcción de otro puente sobre el río Paraná que ligará Encarnación y Posadas.
El 8 de Febrero de 1972 el anuncio diplomático consistía en que el vecino país sería el encargado de construir la pasarela tras nuevas conversaciones cara a cara entre los ejecutivos.
Alberdi es una ciudad fronteriza caracterizada por tener apiladas numerosas casillas comerciales de distintos rubros nada más a continuación de la Costanera, que fue tan solicitada por los ciudadanos de este distrito azotado en numerosas ocasiones por las inundaciones y un extremo aislamiento debido a la falta de una ruta asfaltada que la una con Villeta, camino a Asunción.
Esta ciudad ribereña es muy dependiente de Formosa hasta el punto que los precios de los artículos en venta durante varios años han sido cotizados en peso argentino, principalmente cuando esta moneda estaba mejor posicionada que el guaraní. Hasta la actualidad, existe esa gran dependencia mutua, de los argentinos que cruzan el río en lancha diariamente para hacer sus compras, como de los dueños de locales nacionales que necesitan vender sus productos.
Además, muchos paraguayos cruzan a Argentina constantemente ante emergencias para ir a centros asistenciales, teniendo en cuenta que en Formosa tienen mejor infraestructura y los medicamentos son gratuitos.
Esto sin dejar de mencionar que diariamente varios jóvenes compatriotas cruzan la frontera para trabajar o estudiar en una universidad, siendo que las lanchas para transportarse solo hay hasta ciertas horas y si existiera un mal tiempo el trayecto se vuelve prácticamente imposible.
Durante estos cincuenta años -o quizás mucho tiempo más- los alberdeños han insistido incansablemente en tres pedidos principales, de los cuales a estas alturas uno y medio fue respondido.
Una de las solicitudes era la Costanera, ya concretada, y otra a la pavimentación del camino hasta Villeta, hoy asfaltada únicamente hasta la localidad de Surubi'y, luego de años de clausura debido al suelo fangoso, situación que derivaba en un constante estado de aislamiento. Finalmente, el tercer clamor hacía referencia al puente, que podía hacer renacer en ellos la esperanza de la prosperidad, con la facilidad de cruzar el río de un lado a otro.
En 1997 la comunidad realizó estos tres pedidos mencionados al Gobierno a través del Banco Nacional de Fomento (BNF). Un año después, en 1998, el distrito era fustigado por una crecida del río Paraguay, momento en la comuna aprovechó para hacer 11 pedidos al presidente Wasmosy, entre ellos la firma del convenio para el puente internacional Alberdi-Formosa.
Según los alberdeños, esta obra no se pudo concretar porque uno de los requerimientos del vecino país para que se lleve a cabo el corredor vial era que el mencionado asfaltado conectara el municipio con Gran Asunción.
En el 2004, 37 años después de la primera intención de edificarlo, el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), José Alberto Alderete, trató nuevamente esta idea con su colega de Planificación Federal y Obras de la Argentina, Julio Miguel de Vido, en una serie de reuniones llevadas a cabo en Washington (EE.UU.) con el BID, y el Banco Mundial para debatir respecto a la terminación de Yacyretá.
En aquella oportunidad el alto funcionario paraguayo había mencionado que la intención "coincide con la carretera que los argentinos están construyendo desde Formosa hasta la provincia de Salta, y nosotros estamos trabajando en la pavimentación asfáltica del primer tramo desde el desvío a Villeta- Surubi’y-Villa Oliva-Alberdi, en un primer tramo de 40 kilómetros".
Agregó que con esa vía "los paraguayos podríamos ir a través de Salta al océano Pacífico, y los argentinos conectarse también a otros puntos del Atlántico", reza aquella publicación.
En el 2011, la corresponsal de la zona, Clide Noemí Martínez, en un artículo sobre este proyecto, relataba las ventajas que traería esta infraestructura a Argentina y Paraguay, como el gran intercambio comercial, reducción de costos de los viajes, comodidad y menor pérdida de tiempo para los turistas.
Refería que el estudio de factibilidad para la construcción del mismo, que iba a ser realizado ya 44 años después, estaba en manos del Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (Fonplata).
El ingeniero Félix Zelaya, director de planificación vial del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), afirmó a ABC Color que desconoce el proyecto, o que al menos durante este gobierno no se trató. El que sí está vigente es la construcción de un corredor entre el Chaco argentino y Ñeembucú, pero que estaría entre Pilar y Puerto Cano. “Ese sí; el estudio de factibilidad ya fue aprobado por el equipo técnico mixto Paraguay- Argentina. Ahora está pendiente de la decisión de ambos países para seguir la siguiente etapa, que es elaborar el diseño final de ingeniería y buscar el financiamiento”, aseguró.
La idea de hacer un puente en esta zona había sido reactivada por los presidentes Horacio Cartes, de Paraguay, y Cristina Fernández, de Argentina, en setiembre de 2013, con las mismas promesas del legendario corredor viario del que se habló por casi 50 años y nunca se construyó.
El Fonplata informó que se encargó de financiar los estudios de factibilidad para la optimización de la conectividad territorial del nodo Clorinda y el área metropolitana de Asunción, además de la optimización de la conectividad territorial del nodo Ñeembucú, Paraguay, y Río Bermejo, Argentina. “En estos estudios se analizó brevemente la posibilidad de realizar el Puente Alberdi-Formosa, pero no se la incorporó al estudio por decisión de los gobiernos de los países solicitantes”, concluye el Departamento de Comunicación de Fonplata.
Lastimosamente, de esta manera terminó aquel gran proyecto del que tanto se habló, que ilusionó e hizo soñar a una ciudad tan aislada como lo fue por mucho tiempo Alberdi. Luego de 50 años, todo se resume solo al relato de un puente que no fue.