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El crecimiento económico de este año se verá afectado por la recesión de los principales socios comerciales del país y la reducción de los precios de los commodities agrícolas, por lo tanto, "la expectativa de una menor recaudación está latente", señala el economista Julio Ramírez, del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep).
El especialista, indica por este motivo, que más que nunca es necesario poner énfasis en la calidad del gasto público a través de una mayor eficiencia en la ejecución de los programas presupuestarios de las inversiones, analizando también el retorno del gasto tributario (ingresos que el Estado deja de percibir por ciertos incentivos, deducciones y devoluciones de impuestos).
En este sentido, puntualiza que son varios los factores que determinan la recaudación tributaria, además del crecimiento económico. "Cuando en el año 2013 el PIB creció 14% los ingresos tributarios lo hicieron en solo 6,6%, mientras que en el año siguiente, cuando el PIB creció 4,7% la recaudación de impuestos aumentó 18%", ejemplifica. En este sentido, la mejora de la eficiencia en los controles realizados por las autoridades impositivas fue uno de los factores más importantes que permitieron dicho crecimiento en 2014. Por ello, "si en 2016 se logra una ejecución de gastos similar a la del año 2015, se podría alcanzar un nivel de recaudación que permita mantener la presión tributaria y sostener el déficit fiscal en alrededor del 1,5% del PIB", agrega.
Además sostiene que la estructura de los gastos operativos del gobierno muestran la misma rigidez del presupuesto que en años anteriores, donde las remuneraciones a los empleados concentran casi la mitad de los gastos operativos (46,3%). Seguidamente, las donaciones que el Gobierno Central realiza tienen una participación similar a las prestaciones sociales (jubilaciones y pensiones y subsidio familiar), cercana al 17%.
Si bien la inversión física ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos cuatro años, sobre todo en 2015, cuando aumentó 14,1% con relación a 2014, esta ejecución fue de solo 52,5% en el 2014 y 56,54% en 2015, explica. Esto se traduce en que considerando que el incremento tiene como fuente el endeudamiento externo, se impone la necesidad de aumentar sustancialmente el grado de eficiencia en la ejecución de las inversiones.
"Las inversiones planificadas para el año 2016 son diversas pero se concentran en la construcción y el mantenimiento de la red vial", dice, pero seguidamente considera que es también necesario mejorar la ejecución de las inversiones de menor envergadura, acelerando la construcción de caminos vecinales, de escuelas y de viviendas, que son las obras que mueven a las pequeñas y medianas empresas de la construcción que absorben una gran cantidad de mano de obra además de afectar positivamente la calidad de vida de las población de menores ingresos.
Otro punto que será vital para lograr este cometido es "mejorar la asignación de los gastos con fondos de los royalties y compensaciones que a través de las municipalidades y gobernaciones son usualmente destinados a inversiones locales y alimentación, y tienen un efecto más directo en las personas".
Finalmente , Ramírez enfatiza que "en una coyuntura fiscal en la que se entra en el quinto año consecutivo de déficit, es necesario realizar una evaluación de los gastos tributarios". Por este motivo, concluye que el análisis del retorno que la economía recibe de las exenciones que el Estado otorga resulta imprescindible para mejorar el rendimiento de cada tributo y la equidad fiscal entre todos los sectores en un sistema donde los impuestos indirectos siguen predominando.