Adrenalina a control remoto

La pasión por el automovilismo no distingue tamaños y prueba de ello es que el automodelismo se abre paso como un hobby apasionante y disputado.

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Lejos de la pompa y del ruido que envuelve a competencias de élite como la Fórmula 1 o el Rally Mundial, otros corredores sin el renombre de Senna o Galanti, se ponen en la piel de sus ídolos en cuatro ruedas y tienen en común la búsqueda del triunfo.

La esencia es la misma, salvo por el tamaño del vehículo que para la competencia organizada por el Club de Aeromodelismo de Asunción en conjunto con organizaciones del interior, se prefiere generalmente los boogies, vehículos que son tendencia internacional en la materia, explica Juan Altieri, vicepresidente del citado club y corredor.

La competencia abarca dos categorías ya sea a combustión como a batería, a una escala de 1.8 en comparación a un vehículo de tamaño normal, a pesar de su tamaño un boogie puede alcanzar las 45 mil revoluciones por minuto y con un motor eléctrico de 2.5 cilindradas la cantidad de giros asciende a 60.000 revoluciones por minuto.

“La velocidad de estos vehículos alcanza los 70 a 80 kilómetros por hora, es como un auto de carrera, hay que conocer bastante de mecánica no es solo correr y saltar, después de cada carrera, hay que desarmar, revisar que los rulemanes no estén oxidados, también hay alineadores de cubierta para corregir las pisadas”, explicó Altieri.

La competitividad llega a tal punto que una carrera se define mediante el sistema Mylaps, el mismo que se utiliza en la Fórmula 1, cada coche tiene un chip que es monitoreado por un sensor manejado desde computadora, que mide los tiempos y las vueltas realizadas.

El éxito depende de una comunión entre el hombre, la máquina y la suerte, se puede ser buen piloto, tener un buen auto, pero en la carrera se suelta un tornillo y termina marcando la diferencia entre la victoria o la derrota.

“Lo interesante del hobby es que no son autos de juguete, un auto de este tipo al menos pesa tres kilos casi cuatro, y que anden a 70 kilómetros por hora lo convierten en un peligro, entonces las normas de seguridad son bastante rígidas, por ejemplo cuando hay carrera se cierra todo el perímetro y una vez terminado se prohíbe la circulación porque hay gente que trabaja en pista”.

Con relación a la pista las reglas indican que un 90% de la misma tiene que ser la superficie natural del terreno, que en el caso del Club de Aeromodelismo está ubicado en Limpio y el suelo es similar al del Chaco, solo se protegen las rampas con alfombras evitando que sufran los efectos de la lluvia.

Para una carrera pueden inscribirse todos los corredores que así lo deseen, pero son solo 12 los que llegan a la carrera, tras una etapa de clasificación.

Altieri sostuvo que si bien es una disciplina abierta, resulta conveniente que aquellos interesados primeramente indaguen asistiendo a las carreras o contactando con alguien que ya esté en competencia para adquirir algunas nociones básicas.

“Es contraproducente que alguien que no conoce vaya y compre directamente un auto pensando que ya es de competencia cuando no todos tienen esa característica, eso puede generar una situación frustrante, además del gasto de dinero”.

 

El próximo fin de semana se disputa la segunda fecha del campeonato nacional en Hernandarias. La primera se disputó en Hohenau, la tercera en Capitán Meza y la última en Limpio.

Videos y fotos gentileza de Luis Cálcena, Sega Films y Mario Achucarro. 

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