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Por primera vez se planteaba poner horario a las fiestas y a todos los locales nocturnos en los que se vendían bebidas alcohólicas. Bares, restaurantes, discotecas y otros sitios de ahora en más debían adecuarse al nuevo horario. Era una especie de “toque de queda” a las actividades nocturnas en Asunción.
Claro que las voces de protesta no se hicieron esperar. Los dueños de locales nocturnos rápidamente y para hacer frente a este edicto formaron una asociación y enfrentaron sin ningún éxito a la administración Riera.
Enrique Riera fue electo intendente de Asunción por el periodo 2001-2006 y a tres años de haber asumido las riendas de la municipalidad, se dictó la medida. Tres años de protestas y penurias tuvieron los empresarios, quienes alegaron todo tipo de posturas para que se derogue el edicto, pero el jefe comunal hasta su último día de mandato se mantuvo firme.
Los artículos que crearon toda la polémica eran: “Art. 9°.- En los locales en donde se comercialicen, vendan o suministren bebidas alcohólicas para su consumo en el mismo local tales como restaurantes, bares, copetines, y otros se establece el horario de 8:00 AM a 24:00 AM de domingos a jueves y de viernes a sábado y vísperas de feriado, el horario de 8:00 AM del día correspondiente hasta las 02:00 AM del día siguiente inclusive. Art. 10°.- Para los LOCALES BAILABLES en donde se comercialicen, vendan o suministren gratuitamente o a cualquier título, bebidas alcohólicas tales como discotecas, pubs, clubes nocturnos, whiskerías o cualquiera sea la denominación de los mismos, se establece el siguiente horario: de domingos a jueves: de 20:00 PM hasta la 1:00 AM del día siguiente inclusive, y los viernes, sábados y vísperas de feriado entre las 20:00 PM y las 2:00 AM del día siguiente inclusive”.
Recién en el mandato de Evanhy de Gallegos, en el 2007 se levantó la medida y los locales pudieron volver a abrir sus puertas sin restricción de horario.
Enrique Riera, apoyado por algunas organizaciones, siempre tuvo el respaldo para mantenerse firme en su postura, incluso años más tarde el político colorado sigue diciendo que se redujeron los accidentes y muertes gracias a su edicto.
Tal vez se redujeron estos hechos en Asunción, pero los accidentes y muertes se trasladaron unas cuadras más allá de Calle Última y eso nunca fue analizado por Riera y su grupo de apoyo.
A finales de los 90' la avenida Brasilia fue la elegida desde España hasta Artigas, para que los locales nocturnos se ubiquen a ambos lados de las veredas.
Como actualmente ocurre en otros sitios de Asunción, esta avenida era la de las fiestas y la diversión. Más de 20 sitios albergaban los fines de semana a la juventud y transitar por ese sitio era una tarea más que difícil.
Hasta que apareció el “edicto Riera” que limitó todas las actividades hasta las 2:00 de la madrugada. Eso hizo que los locales, llegada esa hora apagaran la música y encendieran las luces. Se tenían 15 minutos para desalojar el sitio y cerrarlo, de lo contrario los inspectores de la municipalidad de Asunción procederían a multar y hasta a clausurar el sitio.
Contrariamente a lo que pregonaba por entonces el intendente Riera, que con esta medida se acaba la fiesta y todos iban a sus casa,s la gente comenzó a buscar opciones que se encontraban en Fernando de la Mora, Lambaré y otras ciudades vecinas de Asunción donde no regía la restricción horaria.
Fue así que los locales nocturnos comenzaron a emigrar de la avenida Brasilíia, para ir a instalarse a solo cuadras de los límites de Asunción. Las discotecas que se quedaron en la capital eran frecuentadas hasta el horario de cierre y luego todos migraban a los otros sitios fueron de Asunción. De esta manera lo único que se logró con el famoso “edicto Riera” fue sacar a todos los locales de la zona de la avenida Brasilia.
Hoy a once años de la implementación de la restricción horaria uno hace un recorrido sobre la famosa avenida y solo ve predios abandonados como el que perteneció a “Mouse Cantina” o el de “Tequila Rock”, lugares a los cuales nunca más volvieron la música y el barullo.
Otros locales como “Muelle 69”, “Arena Café”, “Face`s” y otros fueron mutando de pub o karaoke, y se volvieron locales de fiestas estudiantiles, después restaurantes u otro tipo de negocio que si podría facturar en las horas habilitadas. Hubo muchos despidos de empleados durante estos tres años, ya que no todos los sitios se pudieron ir de Asunción y tuvieron que adecuarse al edicto.
Sobre la avenida Brasilia hoy no queda ningún local de antaño, solo sus estructuras abandonadas o remodeladas. Hoy hay más negocios y locales de venta de comidas. Se podría decir que cambiaron de rubro, pero sigue siendo una zona comercial, aunque menos concurrida que hace 10 años.