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En mayo de este año, Asterix y Aitana, dos ejemplares de gavilán de Harris, fueron unidos en una cámara de cría. En principio, ambas aves tuvieron muchos problemas de relacionamiento. Él es un macho de tres años, que fue criado y adiestrado por la bióloga Elisabeth Barth, y Aitana es una hembra de 5 años que fue rescatada en el año 2015 por el Dr. Félix Alí, presidente de la Asociación Paraguaya de Cetrería y Conservación de Aves Rapaces.
Durante los primeros días, Asterix intentaba expulsar a Aitana del nido, pero luego de varias semanas conflictivas comenzaron a cesar las peleas y a mostrar signos de celo, al armar juntos el nido.
Aproximadamente cuatro semanas después, la hembra puso tres huevos y se echó a incubar. Lastimosamente, dos huevos se perdieron, pero uno siguió su ciclo y terminó rompiéndose para dar a luz al gavilán de Harris. Es la primera vez que un ave rapaz nace en cautiverio en nuestro país y también es la primera especie de cazadoras en ser criada en el territorio nacional.
Al igual que este gavilán, los miembros de la Asociación están trabajando en la reproducción de otras especies, como el águila viuda. “Esta es una especie que aún no está dentro del grupo de peligro de extinción, pero sí ya es amenazada”, destacó el veterinario.
El Dr. Alí también comentó que este primer logro ayudó para adquirir nuevos conocimientos y seguir mejorando en la aplicación de métodos de reproducción en otras especies, para así seguir protegiéndolas y conservar la biodiversidad.
Además, agregó, formará parte de un banco genético que ayudará a la creación de un criadero legal de estas aves. “La actividad de la cetrería está en proceso de legalización. Esto ayuda bastante, porque si uno quiere empezar con esto debe obtener aves de criaderos legales”.
Actualmente, la mayoría de los que practican la cetrería reciben a los animales gracias a rescates, ya que tanto bomberos como la ciudadanía en general reportan a la Asociación cuando avistan algunos ejemplares en peligro.
Actividad sustentable
Cuando hay superpoblación de algunas aves como las palomas, que son consideradas “plagas” para el cultivo, los productores generalmente implementan la cacería con escopetazos que arrojan plomo y contaminan la tierra. Sin embargo, eso puede evitarse con una práctica más sustentable que está adentrándose en el país: la cetrería.
Mediante la cetrería, las personas entrenan a aves rapaces para utilizarlas como cazadoras. El veterinario Félix Alí cuenta que estas especies funcionan como controladores biológicos.
“En los cultivos, por ejemplo, se trabaja para evitar el uso de escopetas y controlar las aves consideradas como plagas (palomas). Es algo totalmente ecológico y amigable con el ambiente”, detalló.
Lo que hacen los entrenadores es adiestrar a los animales para que ellos ahuyenten a las aves perjudiciales para los cultivos. Eso mismo realizan en los aeropuertos y en estos lugares su colaboración es crucial para evitar accidentes.
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Rescatan y protegen
La Asociación de Cetrería también se dedica a realizar rescates de aves silvestres que aparecen heridas en las ciudades. Por ejemplo, Aitana, la hembra de gavilán de Harris, fue rescatada en 2015 de un taller mecánico en el cual apareció aparentemente herida.
Los trabajadores de dicho taller la tenían atada y cuando una persona la vio en muy mal estado contactó con la Asociación de Cetrería para pedir que la salven. Aitana llegó a las manos del Dr. Alí con las patas muy heridas y en estado delicado, pero hoy, cuatro años después, está totalmente recuperada.
Asimismo, hace tres años rescataron a un águila viuda de la zona de Pedro Juan Caballero. Los lugareños le dispararon porque comía las gallinas, pero el ave no murió y la tenían en una jaula, en muy mal estado. Nuevamente, una persona ajena al grupo se enteró de ese caso y contactó con la Asociación. Hoy, este ejemplar también está dentro de un proyecto de reproducción.
Crucial para la diversidad y la cetrería
Estos trabajos de rescate y reproducción de aves son cruciales para dos factores; primeramente, para conservar las especies que, si bien no están en peligro de extinción, son muy vulnerables.
“Son aves que se persiguen mucho porque son cazadoras, comen pollitos o la gente cree que comen animales más grandes –cosa que es mentira–. Son controladores biológicos, se alimentan de animales que tienen superpoblación, como ratas y palomas, dentro del equilibrio ecológico son importantes para controlar esas especies que se consideran plagas. Como todo depredador, esa es su función principal”, destacó sobre la relevancia de estas aves dentro del ecosistema.
Las rapaces que se utilizan para la cetrería en nuestro país son nativas de Sudamérica. Acá tenemos varios ejemplares de halcón aplomado, águila viuda y gavilán de Harris.
La Asociación fue creada en setiembre de 2016 y ya tiene 25 miembros que se unieron, en principio, por el amor a la cetrería. Luego, vieron la necesidad de rescatar animales y educar a la población sobre la relevancia de esas especies dentro del ecosistema, por lo cual actualmente también realizan charlas y talleres de concientización en escuelas o eventos a los cuales son invitados.